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Carld:

Algo andaba mal.

Mi madre no nos había dicho nada, pero yo lo sabía. Es más, creo que todos los que estábamos reunidos en casa de mi madre lo sabíamos.

Madre nos pidió que nos reuniéramos aquí, y estas son las horas que no aparece.

Eso es extraño, la impuntualidad no es propia de ella.

La puerta siendo azotada, seguido por algunas palabras, que gracias al cielo no se podía entender, apareció mi madre sorprendiéndonos a todos.

Al entrar en la sala, nos quedó viendo sorprendida. Como si hubiera olvidado que estábamos aquí.

Miro la hora en el enorme reloj.

—lamento llegar tarde. —se excusó.

Pero Ciela se saltó los Saludos y formalidades.

—¿Qué fue lo que paso?

Madre iba a responder cuando la voz de Elise la cortó.

—no estuvo nada bien. —dijo entrando a la sala.

Madre le frunció el entrecejo ligeramente. Pero no hizo más.

—¿Y bien? —pregunto impaciente Ciela.

Elise y Lía se entendieron con la mirada antes de hablar.

—no se puede hacer nada, —dijo Elise —la vida de Maira está suspendida en un pequeño hilo, entre este mundo y el que sigue.

—Porque es un vampiro. —diio Jerik.

Madre negó con la cabeza.

—ya saben que ella no es del todo vampiro. —nos recordó —lonque Elise dijo, es que Maira debe quedarse como está, si quieren que siga con vida.

—pero lo que ella está viviendo no se le puede llamar vida. —se quejo Ciela —no puede salir a luz del sol, no puede hacer magia. —casi grito —no es como nosotros y quiero vuelva a ser como antes.

Jerik la abrazo y ella se derritió en sus brazos conteniendo el llanto.

—¿No hay nada que podamos hacer? —pregunté.

Elise no dudo al decir:

—No.

—¿Pero, por qué no podemos hacerlo? —me estaba frustrando.

Mi madre fue la que respondió esta vez.

—ella estaba casi muerta cuando realizaron la conversión. —todos se quedaron quietos prestándole toda su atención —si revertimos lo que ellos empezaron, morirá.

Al fin algunas buenas noticias.

—debe haber algo, —lloriqueo Ciela en los brazos de Jerik —cualquier cosa. Haré lo que sea...

Lía en su papel de líder, dijo de forma firme.

—no, no hay nada que podamos hacer para mantenerla con vida una vez que el hechizo de revierta.

¿Donde estará Maira?

Como si mi madre me leyera la mente, lo que probablemente hizo, respondió.

—Maira esta en el templo. Nos pareció el lugar más seguro para que este, hasta que sepamos que hacer con ella.

¿Qué hacer con ella? Tenía muchas buenas ideas.

—será mejor ir a ver cómo esta Maira.

Jerik y Ciela se despidieron y fueron al templo.

—será mejor que vayas con tu prometida. —dijo mi madre son mirarme. —Elise, puedes esperarme en el estudio.

Ella me sonrió a modo de despedida y se fue hacia el estudio. Mientras la veíamos irse, mi madre me tomo del brazo guiándome hacia la puerta.

—Hablaremos después.

—¿Después, cuándo? —exigí exasperado.

Ella me fulminó con la mirada y cerró la puerta en mi cara, no sin antes decirme:

—cuando sepa arreglar esto sin que la culpa caiga en nosotros.

Olvídame  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora