Carld
Lleve a Lara a casa y espere junto a ella. Pero me estaba cansando de sus lloriqueos y quejas.
Un ave en toco canto desesperadamente en la puerta de cabaña.
—no abras. —Lara me tomo fuertemente del brazo clavándome las uñas. —no abras, por favor.
—es un mensaje.
—¿Cómo sabes que es un mensaje?
Puse los ojos en blanco.
—¿Qué ave llega a tu puerta y toca para que le abras?
Ella no soltó mi brazo mientras iba a abrir la puerta. El ave era todo en color rojo y no dejaba de saltar frente a la puerta. En cuanto me vio chilló fuerte volando en mi dirección.
Estire la mano y lo recibí. Era un mensaje de Jerik, Lara también lo vio y empezó a chillar, mas, mientras lo oía.
—basta ya, Lara.
—¡No! —grito —no voy a parar de hablar hasta que entres en razón. Quiero que te quedes conmigo y juntos vayamos a la ciudadela, con el aquelarre.
—¡ahora no!
Lara dejo de hablar y retrocedió mirándome con asombro.
—tú nunca me gritabas o hablabas mal, ahora no dejas de hacerlo ¿Qué cambio?
Mire al cielo buscando un poco de paz. Pero Lara no quería paz.
—dime, Carld, ¿tan importante es esa para ti? —se envalentono y ponía sentir su fuerza girar a nuestro alrededor —habla, ¿la buscaras ahora que sabes que está viva?
—no sé a dónde quieres llegar.
—no me trates como si fuera tonta, porque no lo soy. —las lagrimas empezaron a caer —sé que nunca la pudiste olvidar, sé que la amas.
—eso es pasado. Ella está en mi pasado.
—entonces dime, ¿Por qué corres a ella?
—no corro a ella, me llamo Jerik y voy a ver en que puedo ayudar. —tome sus manos y la mire fijamente a los ojos, tratando de calmarla. —sabes que no lo hago por ella, ni por Jerik. Lo hago por todos.
Ella aprovecho mis manos para darme una pequeña advertencia.
—espero, por tu bien, que sea eso cierto.
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Olvídame
ParanormalLo primero que sentí fue... nada. No había nada, parecía estar suspendida en el aire, no podía abrir los ojos pero no me molestaba porque todo estaba tan calmado. La paz pareció durar por siempre, no sabía cuánto llevaba en ese estado, y de un mome...