—¡No entiendes! —me pasee de un lado al otro —no puedo hacer magia, ellos me ataron.
Greg me tomó en sus brazos y me estrecho contra su pecho.
—pero eso ya no importa ya.
—¿Cómo que no importa? —puse las manos sobre su pecho y empuje para mirarlo a los ojos —soy bruja, la magia es lo que hago. Es lo que soy.
El me beso. Lento y sin prisa.
—pero no serás así por siempre. —dijo contra mis labios —quiero que cambies.
Me aleje de él y lo mire con recelo.
—¿cambiar?
—sí mi pequeña, cambiar.
Eso era imposible.
—es imposible.
—es difícil. —dijo él. —pero imposible no.
—¿Cómo pretendes hacer algo así?
—¿Qué sabes de las Sombras?
Las Sombras eran los brujos que habían caído en la magia negra.
—no mucho, pero lo suficiente para saber que no son de fiar.
Greg tomo mi rostro entre sus manos anclando mi mirada a la suya.
—créeme mi dulce, se puede confiar en ellos.
Respiraba agitado. Emocionado.
—aun si pudiera confiar en ellos, ¿Cómo los encontraremos? —hable mas despacio—ellos se esconden de nosotros, no nos llevamos muy bien.
Greg rio, en verdad rio.
—¿Para qué están sus aquelarres reunidos aquí? —no me dejo contestar, había un alineamiento de ciertos planetas con la luna muy extraño y su fuerza la usaríamos en un ritual para fortalecer nuestra magia. Greg sabía eso. —ustedes no son los únicos que están en este lugar para este gran evento. Ellos también.
—no se puede confiar en ellos. Son peligrosos.
—a diferencia de los tuyos. —no tenía un argumento para eso —entiendo que tú no puedas confiar en ellos, pero yo lo hago y te puede asegurar que nos ayudaran con tu cambio.
—¿Qué te hace creer que mi aquelarre no cobrara venganza por una afrenta así?
El sonrió mostrando los colmillos que empezaba a amar.
—porque el cambio solo se puede hacer si tú estás de acuerdo.
Me beso. Fue un beso fuerte y apasionado.
—dime Maira, ¿Quieres ser como yo? ¿Quieres vivir conmigo por muchos años?
¿Quería en verdad ser como él? ¿Quería dejar a los míos por ir con él?
Jamás estuve más segura en mi vida sobre algo.
—sí.

ESTÁS LEYENDO
Olvídame
ParanormalLo primero que sentí fue... nada. No había nada, parecía estar suspendida en el aire, no podía abrir los ojos pero no me molestaba porque todo estaba tan calmado. La paz pareció durar por siempre, no sabía cuánto llevaba en ese estado, y de un mome...