Greg:Mi hermana bebió un poco más de mi sangre y así poder obtener más poder. Se concentró en la barrera que nos impedía seguir avanzando.
—tenía razón, esta hecha con sangre.
—¿Puedes destruirla?
—no, pero podremos pasar sin ser detectados.
Colocó las manos cerca de la barrera y está se iluminó al oírla hablar. Pequeños susurros acompañados de imperceptibles pasos que electrizaron la noche.
Cuando sus manos tocaron la barrera, esta tomó un color rojo, como la sangre. Se dio la vuelta y me sonrió antes de cruzar.
No le paso nada.
—es hora hermanita.
Con algo de miedo avance hasta la barrera, esta vibró. Me detuve.
—sin miedo hermanito.
Molesto por su comentario, crucé.
—¿A dónde ahora? —sonreí cuando estuve frente a ella.
—solo hay que seguir la magia.
Llegamos hasta la cabaña y encontramos un cuerpo oculto entre los árboles. Tenía marcas por todos lados y algunos huesos rotos, también había sangre que no era del cuerpo. Era de Maira.
—es de ella ¿verdad? —me dijo Iris. —puedo sentirte en ella.
—¿Crees que después de tanto tiempo aún puedas sentirme en ella y seguirla?
—es débil, pero está ahí. Aunque no podré seguirte, puedo tratar con ella.
Tomó la mano del cuerpo y chupo con fuerza. El cuerpo estaba casi seco, pero Iris no se detuvo hasta que tuvo la suficiente.
—bien, sigamos.
Caminamos por largo rato y dimos varias vueltas en círculos hasta que llegamos a Ciudadela en la que se reunía el aquelarre de Maira.
—será más difícil entrar aquí.
Rodeo el edificio y yo la seguí sin saber qué más hacer. Se paró bajo un árbol y empezó a hablarle, poco después el árbol vibró y ella dibujo unos símbolos en el suelo. Estaba a la mitad de una extraña runa cuando todo lo que había hecho se borró.
Y como si el edificio estuviera vivo, una exhalación salió de el.
—¿Qué mierda fue eso?
Iris no me contestó, ella estaba tensa y alerta. Agudice mis oídos y oí como alguien dentro del lugar corría hacia fuera. Ella reaccionó primero y corrió hacia los pasos, que cada vez se nos acercaban más.
Maira corría y se detuvo de golpe al vernos, primero a Iris que la alertó. Después me vio y su rostro cambio por completo. Más suave.
Di un paso hacia ella y sonreí mostrando los colmillos. Ella inhaló y las lágrimas empezaron a caer. Entonces corrió hacia mí, a mis brazos.
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Olvídame
ParanormalLo primero que sentí fue... nada. No había nada, parecía estar suspendida en el aire, no podía abrir los ojos pero no me molestaba porque todo estaba tan calmado. La paz pareció durar por siempre, no sabía cuánto llevaba en ese estado, y de un mome...