Diario desastroso de una Au Pair Española

¿Traición?

Sí.

En aquella conversación estábamos implicados los dos...

La cara de Diego me lo decía.

Y lo que me cabreaba es que su expresión denotaba el debate interno que se estaba gestando en su mente y, como ya nos conocíamos de hace tiempo, yo sabía que lo que tuviera que contarme ya venía de atrás.

- ¿Qué tienes que decirme, Diego? - me esperaba cualquier cosa, que hubiera conocido a otra, que se hubiera cansado de esperarme...

- María... Yo...

- Habla ya. - Fui tajante.

- ¿Qué tenías que decirme tu?

- No me eches la pelota, te conozco bien y sé que lo que tengas que decirme te atormenta. Así que dilo ya y te quedas tranquilo.

Se quedó mirándome, vi tristeza y arrepentimiento, respiró hondo varias veces antes de comenzar a hablar.

- María, lo siento mucho.

Lo sabía, había conocido a otra. Eso en parte me hizo sentir menos culpable, pero también un poco traicionada.

Yo quería aclarar las cosas con él antes de que empezara lo mío con Vagim. Porque no me gusta mentir. Y porque el haberle besado ya me parecía rastrero. Sin embargo, sabía que lo suyo venia de bastante atrás. Algo me lo decía.

- Cuando te fuiste - hacía ya casi un mes - seguía de carnavales y vi a Tati discutir con su ex - ah... Ahora era ex - me metí en medio y la ayudé a quitarse a ese tipo de encima. Cuando se fue le pregunté si estaba bien y... Me besó, pero yo no me quité. Al final nos acabamos acostando y... Lo hemos hecho ya varias veces.

Sentí como algo se me rompía dentro.

Mi mejor amiga, aquella a la que consideraba mi hermana... Y la persona con la que estaba iniciando una relación.

Pero, sorprendentemente no me enfadé. Me sentí herida. Intentaba ser honesta y me encontraba con este panorama.

- ¿Cuándo pensabais decírmelo? Vaya, por tal de no hacer el gilipollas y pensar que cuando volviera estaríamos juntos. Hacer mi vida... Ya sabes. - hablé irónica.

- No sabíamos cómo decirlo. Pensábamos en quedar los tres cuando vinieras en Semana Santa.

Ah, muy bien.

- pensabais esperar dos semanas más? Qué bien.

- María, de verdad que lo siento...

Iba a decir algo más... Pero yo ya había terminado con esa llamada de Skype.