Semana Santa

58 8 0
                                    

Alba y yo cogimos el vuelo de Semana Santa juntas.

Era la primera vez que viajaba en avión y no iba sola. Toda una hazaña.

Linda nos llevó al aeropuerto de Stansted, nuevo para nosotras y de ahí volamos hacia nuestro destino.

Mi madre nos esperaba en el aeropuerto ya que Alba pasaría un par de días con nosotros. Su primo trabajaba cerca y así se ahorraba un pasaje de autobús.

A mí me hacía una reina.

Conste que Tati y Diego no eran mis únicos amigos, pero todos pertenecíamos a la misma pandilla y no quería poner a los demás en un aprieto o generar momentos incómodos.

La cuestión es que Alba ya estaba puesta al tanto y tenía un mosqueo de narices. Aunque así, viendo la parte egoísta, podía hacer maldades con el Rusi sin tener ningún tipo de remordimiento.

Esa noche cenamos en casa y después salimos con mi hermano, quien parecía haber encontrado en Alba algo que le gustaba, porque no paraba de charlar y hacer bromas con ella.

Entonces les vi.

Los muy cabrones iban cogidos de la mano y habían quedado con nuestros amigos.

Amigos que parecían incómodos.

Amigos que se dirigían hacia el mismo pub donde estábamos.

Amigos que se dieron cuenta de que yo estaba allí y no supieron donde meterse.

Diario desastroso de una Au Pair EspañolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora