Me despedí de Vagim el perfecto, (como yo le había bautizado) el viernes por la tarde antes de salir para "el norte" John había sido destinado a una base militar por aquellos lares y volvían a su casa. La que ellos mismos habían construido cuando se casaron.
En realidad sólo volvía él. Porque Linda decidió no sacar a los niños del colegio en mitad del curso.
¿Eso qué supuso? Que yo me hinchaba de nuevo de niños.
En fin... era el cumpleaños de Jacob e íbamos a su casa a pasar el fin de semana con la familia unida, unos amigos de ellos se unirían así como los abuelos. La casa iba a ser una comuna, pero me quedé tranquila cuando me aseguraron de que yo tendría el cuarto total y completamente para mí solita.
¿He comentado en algún momento que Frank ADORABA a Taylor Swift? Pues si... las 4 horas que duraba el trayecto desde el pueblo a la casa de la pradera lo pasé escuchando el CD 1989 varias veces, mi desesperación era tal que ya quería tirarme del coche en marcha.
Obviamente Linda no paró de hablar en todo el camino...
Cuando llegamos a la casa, John nos recibió con una sonrisa cálida de esas suyas que no sabes si está sonriendo o echándote una maldición gitana. Me dio un abrazo más tieso que mi adorado palo selfie.
Esa noche dormí con Wellington, porque a pesar de que era ya primavera trompetera hacía un frío de narices y un viento que no me dejó soltarme la melena en todo el fin de semana. Dolor de cabeza en 3...2...1...
Al día siguiente, le tenían una sorpresa preparada a su retoño. Fuimos a un parque de atracciones en York, con sus amigos, vecinos, etc. Todos iban en plan guay y yo más sola que la una.
Fue entonces cuando una de las hermanas de John, la pequeña, se me acercó y me contó su historia.
Tenía treinta y pocos años y un novio americano que conoció cuando fue de escalada al Gran Cañón de Colorado. ¿Muy guay, no? doy fe...
Él era chef en un restaurante de San Francisco y no podía abandonar su país porque tenía una pequeña retoña de 9 años. A Amy, que así se llamaba la hermana, le caducó la visa y tuvo que volver... y así pasó un tiempo hasta que se la volvieran a dar, y tenía que casarse y no sabía qué hacer...
Mi consejo de pitonisa Lola fue que se marchara y que estuviera con su amor... me salió muy profundo. Le dije que si no le salía bien siempre podía volver o buscarse allí la vida, que también podría ser la mejor decisión de su vida y, cómo no, que si no lo hacía estaría preguntándose el resto de su vida si habría salido bien...
La chica hasta me ofreció un trabajo allí con su novio, porque buscaban a alguien de habla hispana pero de España para la recepción del restaurante y, según ella, mi dominio del inglés ya era buenísimo.
Me dejó un poco a cuadros y añadió otra carta más a las posibilidades de seguir con mi vida después de ser au pair.
¿Qué tenía que hacer?
Tenía que hablar con mi padre.
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Me acabo de dar cuenta de que estamos en el #87 en non-fiction :O
Muchas gracias! sin vosotr@as no sería posible :D <3
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Diario desastroso de una Au Pair Española
Non-Fiction"La ley de Murphy debería llamarse 'ley de María' todo en esta bendita vida me sale mal'. Una gaditana, Inglaterra y miles de aventuras y personas nuevas por descubrir, lo que iba a ser un año aprendiendo inglés, se convirtió en una de las me...