Para seguir con las buenas costumbres, me tocó hacer babysitting en mitad de la semana.
Yo andaba resacosa de mis sobredosis de arco iris con mi Rusi, (sí, he usado un posesivo...), así que ese día estaba total y completamente reventada y lo único que quería era ir acostarme temprano y dormir, dormir y dormir.
Alba decía que era la hija abandonada de un perezoso y un koala y que, además en mi más tierna infancia me había enamorado de una cama.
En fin, teniendo amigas así...
La cosa es que no me podía quedar a solas con mis nenes. NO.
La hermana de Linda, esa que me caía mal porque se creía guay por ser abogada (si alguno me lee que no me mal interprete, que os respeto, pero esa tía era tonta), se vino con su pequeña bebé y su barrigón del quince a pasar la noche con su hermana.
¿No he dicho que John estaba de viaje? Sí, estaba de maniobras en algún país cercano. Así que las dos hermanas salían de solteras y yo me quedaba en la casa con dos niños y media, un perro que era peor que un bebé y una gata más borde Risto Mejide.
Ese tío sí que me encanta.
Pero ahora no viene al caso.
La niña al verme se lanzó a mis brazos como si hubiera visto a su mascota o a su peluche favorito. En verdad me hacía replantearme el ser madre en un futuro. Era tan cuqui...
Linda y su hermana se fueron a cenar al restaurante donde trabajaba Vagim, eso me puso un poco los pelos de punta. Porque Linda sabía de su existencia, le tuve que contar cuando me sobornó con hacer la colada de los niños durante un mes... y eso es algo que no se puede rechazar. Aun así yo fui más lista que la neurocirujana y le conté lo que quise. Sin saber que eso se volvería en mi contra.
Qué inocente soy de vez en cuando.
Los niños dormían después de medio matarme con ellos porque estaban enseñando a saltar de un sofá a otro a una niña de un año... y ella, claro está estaba despierta de más.
Adivinad qué hice.
Le canté de nuevo todo mi repertorio de tanguillos y se quedó de nuevo eclipsada, lo malo es que la tenía pegada a mí como una lapa y, cada vez que intentaba despegármela del cuerpo, lloraba y no había tanguillos suficientes para calmarla.
Sintiéndome madre gorila, saqué mi camita supletoria y me tendí a teclear en mi teléfono.
Hablé con todos un poco. Familia, Alba, Mari Pili, amigas del pueblo...
Vagim dio señales de vida cuando acabó su turno.
- ¿Qué tal si me paso por tu casa y te doy un besito? - me lo comía.
- Tengo a un bebé enganchado como si fuese su mamá gorila - dije - Linda y su hermana siguen de fiesta por ahí.
- Ouch. Te echo de menos. ¿Ship viernes noche? - Ship era un bar que había en el pueblo, o mejor se debería decir que era EL BAR para salir de cañas.
- Me escabulliré tan pronto como pueda de mi Movie Night.
- <3
ay... mandándome corazones...
- Linda ha estado hoy en el restaurante... es bastante simpática.
¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?
- Me ha estado diciendo que nos tenemos que poner en complot para conseguir que te quedes.
- ¿Ah si? :P
- Sí y le he dicho que lo vamos a conseguir ;)
Di tan respingo en la cama que mi pobre hija gorila se asustó y comenzó a llorar.
Qué le íbamos a hacer... Cooooooon la sal en las palabras que es como cantan los gaditanooooooos...
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Diario desastroso de una Au Pair Española
Non-Fiction"La ley de Murphy debería llamarse 'ley de María' todo en esta bendita vida me sale mal'. Una gaditana, Inglaterra y miles de aventuras y personas nuevas por descubrir, lo que iba a ser un año aprendiendo inglés, se convirtió en una de las me...