Five

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Bonnie despertó con la alarma gritándole en el oído y en vez de apagarla la lanzó contra la pared, rompiéndolo pero logrando que se callara. Se estiró con pereza luego de sentarse y fregó sus ojos tratando de adaptarse a la luz, se levantó y comenzó a quitarse la pijama hasta que divisó su libro en su mesita de noche, se acercó y vio una rosa sobresalir de él. Sus mejillas enrojecieron y abrió la página de la cual salía la rosa para evitar romperla, frunció el ceño al ver una frase subrayada con rojo.

-El gran pensamiento de mi vida es él, si todo desapareciera y él quedara, yo seguiría existiendo y si todo quedara y él desapareciera yo no podría vivir- volvió a leer esa frase unas siete veces, sentía sus mejillas arder y dirigió su mirada a la rosa. Era bastante linda, quizás... Sólo quizás podía aceptarla.

[…]

-Alice, haz algo con tu hermano, está cortejándome- Bonnie rompió el silencio y la omega se atragantó con su saliva al oír eso.
-¿Qué? ¿Tan... Tan rápido? Es imposible...- la omega mordió sus uñas con nerviosismo, nunca pensó que su hermano iría tan rápido. -No es posible que esté cortejándote... Digo, lo conoces hace como tres semanas ¿Estás seguro de que fue él?-
-La rosa estaba dentro del libro que se llevó y había una frase subrayada- Bonnie enrojeció en ese momento.
-Pisa la rosa-
-Chica...- Bonnie volteó con los ojos abiertos como platos. -No puedo hacer eso- el ceño de la rubia se frunció. -No tengo ganas de discutir contigo-

Bonnie se levantó de su asiento y salió del salón, estaba molesto, no iba a pisar la rosa, no quería hacerlo. Le molestaba que Frank lo estuviera cortejando tan rápido, no quería convertirse en una cáscara, que un alfa lo mordiera, esperar en casa a que él volviera, parir niños... Definitivamente eso no era para él. Fue hasta su casillero y al abrirlo se encontró con una segunda rosa junto a una especie de tarjeta.

-El amor no se piensa, o no es amor. No se busca ni se controla. No se decide, no se equilibra, no se ata ni se domina. No puede analizarse ni estudiarse. No puede ser predicho ni anticipado. El amor no sabe de reglas de juego. No es ni siquiera inteligente. A veces, ni siquiera es sano- leyó en voz baja sintiendo como sus latidos se aceleraban, estaba mal, muy mal.

Era la segunda rosa, mientras más rosas tuviera, más humillación sentiría el alfa si las llegara a pisar. Mordió su piercing del labio, cerró su casillero olvidando lo que iba a sacar y volvió a su clase pensando en que hacer sin necesidad de humillar a Frank.
Tampoco era bueno aceptar, no tenía idea de que sentía y seguía firme con su idea de no necesitar un alfa.

-¡Bonnie!- un beta de cabello azul apareció corriendo por el pasillo en dirección al omega. Cuando llegó frente a él se tiró a sus brazos riendo. -¡Menos mal que te alcancé!- su rostro se tornó preocupado de un momento a otro. -Toby se lesionó, creo que se le dislocó la rodilla y nadie en tu casa responde, no pueden llevarlo al hospital sin permiso de tus padres-

[…]

Volvió a examinar la rosa mientras esperaba saber por su hermano. Al parecer se le había salido el hueso y tuvieron que operarlo, en fin, cosas que no le importaban a Bonnie. La escondió inmediatamente cuando el aroma de sus padres se hizo presente.
Estuvieron bastante tiempo en el hospital hasta que Bonnie pudo irse a casa, lamentablemente con su padre. Iba completamente nervioso y sus nervios aumentaron cuando cerca de su casa sintió el aroma de Frank. Su cuerpo se tensó e intentó mantener la calma hasta que bajó del auto y corrió a su habitación encontrando al alfa ahí.

-Imbécil- susurró cerca de él. -Mi padre está aquí, vete antes de que te descubra... Si sabe que estas cortejándome...-

Un gruñido salió de la garganta del alfa, al igual que otro gruñido que venía de la puerta. Drake se encontraba gruñéndole a Frank y este respondía de la misma manera.

-Cállense- Bonnie frunció el ceño cuando ninguno de los alfas le obedeció. -Drake, actúa como el adulto maduro que eres-
-Aléjate de mi hermanito- los gruñidos de Frank dejaron de oírse.
-Bien, te perdonaré sólo por ser el hermano del conejito- Frank abrazó a Bonnie por detrás. El omega se soltó de inmediato del abrazo y se acercó a su hermano.
-Por favor no le digas a papá... Frank está... Cortejándome...- Drake alzó una ceja. -Voy a pisar las rosas, pero por favor- susurró.
-No las pises, si lo quieres, quédate con él- Bonnie quedó perplejo, su hermano lo había tomado bien. Muy bien.

Aunque Drake se tomó muy bien que su hermano fuese cortejado por un alfa que no conocía, se tomó su tiempo para preguntarle muchas cosas como el buen hermano que era.

-Buena suerte con cortejar a Bonnie, es muy terco- rió Drake y cerró la puerta antes de que un zapato le llegara en la cabeza. Frank iba a seguir su consejo, no se rendiría tan fácilmente.

Imprudent 「ABO!Fonnie」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora