Eighteen

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Frank recostó a Bonnie dejando besos sobre su cuello, sin saber que más hacer. El omega guió las manos del alfa hasta su cintura, dándole un beso y profundizándolo con el paso de los segundos; abrazó al alfa con sus piernas haciendo que sus cuerpos queden más cerca.
El pelirrojo empezó a dejarse llevar, acariciando la cintura del omega sin querer ir más allá hasta que se lo pidiesen. Su novio estaba intentando desabrochar la camisa sin romper el beso, sin éxito.

-Ay... Mierda...- el omega se mordió el labio cuando el alfa rozó sus partes intimas con su rodilla. -Frank... D-Deja que me quite esto...- el omega se quitó la ropa bajo la atenta mirada de su novio, este hizo lo mismo y volvieron a su posición anterior.
-Estás bastante...-
-No lo digas, shhh, sólo sigue- el alfa rió por lo bajo y se acercó a los labios de su novio una vez más. No sabía que hacer y por lo que sospechaba, Bonnie tampoco sabía.
-¿Y ahora qué?-
-Supongo que tienes que metérmela con cuidado- el omega se removió bajo el cuerpo del alfa, buscó su mano y las entrelazó. -Sé que tienes miedo de lastimarme, pero no lo harás-
-Te va a doler...- acarició el dorso de la mano de Bonnie con su pulgar. -Me voy a descontrolar y voy a querer marcarte-
-Sólo dejemos que las cosas pasen, ¿Si?-

El alfa alineó su erecto miembro con la entrada del omega, adentrándose poco a poco sintiendo como su novio apretaba su mano para aliviar el dolor que estaba sintiendo. Bonnie sentía que se estaba rompiendo cada vez que el alfa empujaba más profundo, su interior se llenaba lentamente y no podía evitar temblar. Frank reprimió las ganas de correrse cuando estuvo por completo dentro de Bonnie, esperó unos momentos, en los cuales se dedicó a mimar a su novio para que el dolor disminuyera. Al omega le hacia cosquillas cuando el pelirrojo pasaba su poca barba de dos días por su rostro. Las risas cesaron y Bonnie finalmente le dijo al alfa que podía comenzar a moverse.
Frank se comenzó a mover con torpeza, jadeando y besando a su omega; Bonnie gemía intentando mantener las piernas abiertas, sus cuerpos se sentían demasiado calientes y el calor iba aumentando con cada embestida.
Ninguno de los dos se sentía capaz de durar más de diez minutos, intentaban retener sus orgasmos, logrando que las ganas de llegar al clímax aumenten de sobremanera. Bonnie tiró su cabeza hacia atrás sin dejar de gemir, tentando al alfa a marcarlo; este se acercó a su cuello y dejó un pequeño chupón ahí, pensando que eso evitaría las ganas de morderlo.

-¡Ay, Frank! ¡Me duele! ¡P-pa... No, no pares! ¡Santo cielo!- Bonnie había olvidado que había más gente en su casa, se sentía libre de gritar de placer.
-Bonnie... Ah...- el alfa terminó por acercarse al cuello del omega y sin poder resistirse más, mordió esa sensible parte, haciendo llegar al omega y llegando él también dentro de su novio.

El chico iba a reclamarle, pero su cuerpo estaba tan sensible y él tan agitado que guardó todas sus palabras para cuando estuviese mejor. El alfa se desplomó sobre él, durmiéndose de un momento a otro luego de abrazar con todas sus fuerzas al omega. Bonnie tocó la mordida que Frank le había hecho, no había dolido como su hermano le había contado... ¿Era una marca real?

[…]

Bonnie despertó junto a Frank cerca de las cinco y media de la mañana, el pelirrojo lo observaba con una sonrisa en su rostro,contagiando con su sonrisa a Bonnie, quien se inclinó un poco para dejar un beso en los labios de su alfa. Iba a acurrucarse con él hasta que recordó lo que había pasado hacía unas horas atrás. Se levantó con rapidez recibiendo una oleada de frío en su cuerpo, lo que lo obligó a colocarse rápido su pijama que yacía en el piso.
Frank vio como su omega salía de la habitación casi corriendo, sabía a lo que iba así que sólo lo esperaría ahí. Por su lado, Bonnie subió las escaleras hasta la habitación de sus padres, extrañándose al no ver a su madre en la cama y no sentir su aroma cerca. Entró sigilosamente al baño y comenzó a buscar pastillas anticonceptivas en el mueble escondido tras un espejo. Se asustó al oír los zapatos de su madre en la habitación, haciendo que tirara algunas cosas.

Imprudent 「ABO!Fonnie」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora