Imprudent 「ABO!Fonnie」

Fifty Seven

-¿Qué haces tú aquí?- gruñó el alfa, acercándose al beta castaño y cuando estuvo a su lado, le jaló el cabello, obligándolo a levantarse.

El rizado soltó un chillido y sus ojos verdes se llenaron rápidamente de lágrimas. El moreno lo tiró bruscamente al suelo, provocando que Toby comenzase a gritarle e insultarle.

-¡Tú no tienes derecho a decir nada!- gritó el alfa en dirección a su hermano menor.

En ese momento, lo que Toby vio, no fue a Blake... Vio a su padre.

El beta de rizos chocolate recibió un puñetazo en su ojo derecho poco antes de que su amigo se cruzase entre él y el moreno. Toby tenía miedo, pero no dejaría que su amigo fuese golpeado por su hermano, por mucho que le recordase a su padre y al miedo que le tenía.

-Blake- el teñido cruzó sus orbes verdes con los orbes cafés del alfa, intentando buscar una pizca del verdadero Blake en su interior. No lo encontró.

Al darse cuenta de que sus palabras no servirían contra los insultos que comenzó a soltar el joven de cabello negro, ayudó a su amigo y rápidamente lo sacó de la habitación.

-Te estás convirtiendo en papá... Blake... Pensaba en darte otra oportunidad, pero... Ahora quiero que te mantengas alejado de mí-

[…]

-¡ABRE LA PUERTA Y DEVUÉLVEME A MI HERMANO!- gritó la omega teñida de blanco, golpeando la puerta con todas sus fuerzas. -¡DEVUÉLVEME A FRANK!-

Alice pateó la cerradura de la puerta sin importar si se hacía daño y no dejó de patear hasta que logró romper la cerradura. Corrió recorriendo todo el lugar, encontrándose sólo con Freddie.

-¿Dónde tienen a Frank?- preguntó, con su cuerpo completamente tenso.
-¿Frank? Mm... Frank... Es un nombre extraño...-
-No estoy para bromas, Fredric, ¿Dónde está mi hermano?- la omega se acercó al chico de cabello rubio oscuro, llevando su mano a su bolsillo por si este decidía atacarla.

Freddie no respondió, se levantó del suelo y miró a su ex compañera de pies a cabeza. En un abrir y cerrar de ojos, el ambiente entre ambos cambió y desató una pequeña pelea entre ambos. Alice intentaba clavar su navaja en algún lugar del cuerpo de Freddie, sabiendo que este era inmune al dolor debido a su condición.
Siguió intentando, pero sus intentos eran en vano, el rubio oscuro era ágil y sus reflejos eran lo suficientemente buenos como para esquivar a la omega. La teñida apretó con fuerza su mandíbula y recordando todo lo que se le había enseñado, puso en marcha un pequeño plan que le dio la ventaja de hacer un corte en la mejilla de este.
Lamentablemente, eso no provocaba nada, no importaba cuanto daño le hiciese a su opuesto, si él no se desangraba rápidamente o si no alcanzaba un órgano vital, no había oportunidad de ganar.
Freddie logró derribar a Alice en un movimiento rápido, logrando que esta suelte su arma y quedase completamente indefensa; ella no dudó en volver a tomar su navaja, pero el joven fue más rápido y se apresuró a subirse sobre ella para inmovilizarla. Lo que había sido su más grande aliado, ahora se encontraba frente a su ojo izquierdo, dispuesto a enterrarse en él en cualquier momento.

Su grito de dolor se escuchó en toda la casa, podía sentir como su navaja se enterraba más y más adentro en su ojo hasta el punto de posiblemente partirlo a la mitad. Freddie sonrió contento con su trabajo y retiró bruscamente el arma del ojo de quien había sido su compañera tiempo atrás. La omega llevó inmediatamente sus manos a su ojo, y como pudo, se levantó del suelo para correr en dirección a la puerta. De nada había servido esa estúpida pelea, posiblemente había perdido un ojo, pero lo más importante, su esfuerzo para recuperar a su hermano fue en vano.