Imprudent 「ABO!Fonnie」

Thirty One

Bonnie mordió su labio y rompió el lazo, sintiendo como su mordida se desvanecía, dejando de sentir las emociones de Frank.

-Quería ir contigo...- susurró apenado.
-Te quedarás aquí porque no quiero que nada te pase, además, yo ocasioné todo esto, si nunca nos hubiésemos conocido nada de esto habría pasado, pero no me arrepiento de nada- Frank dejó un beso en los labios de su omega y tomó una mochila, metiendo unas cuantas cosas para disimular. -Te amo, conejito-
-Cuídate- Bonnie se secó las lágrimas e intentó sonreír, recibiendo un beso de su alfa en sus labios.
-Dile a mis padres la verdad, sabrán que lo hago por una buena razón- fue lo último que dijo el alfa antes de salir.

En Inglaterra, todo iba de mal en peor, Lucy estaba con su rostro casi deformado lo cual la tenía en riesgo vital, Toby había sido operado de la nariz debido al golpe que le había dado Madison y Blake era el único que estaba consciente, tenía una fractura craneal pero se mantenía fuerte, al igual que Golden. Él había resistido varias operaciones para arreglar la herida de su estómago, sobretodo para ordenar sus órganos y dejarlos en su estado real.
Drake había sido internado por petición de Freddy, ya que lo veía demasiado mal. El chico rubio no recordaba nada de lo que había pasado antes de lo que le había hecho su padre, lo único que sabía es que era llamado "Springtrap"
Bryana seguía en la sala de espera, con la hija de sus vecinos dormida en sus brazos, había encontrado a Freddy casi al instante, por lo que no temía de que algo malo le fuese a pasar.

De vuelta en Polonia, Frank estaba con Alice y Edek en el aeropuerto, esperando su vuelo, tenía la suerte de tener a su amigo y su hermana quienes estaban tan jodidos de la cabeza como él, tanto como para ayudarlo a matar a Andrew Anderson. Los tres estaban ideando un plan para atraer a Andrew hasta ellos, no podían arrepentirse, todo estaba en juego, usarían a Alice como carnada y si Andrew llegaba a levantarle la mano, atacarían. Ellos y sus queridas pesadillas. Frank logró contactar con cada uno, recibiendo una respuesta positiva por parte de cada uno de ellos.

Frank estaba dispuesto a convertirse en una Bestia sólo por Bonnie.

Tres horas después ya habían pisado suelo británico, habían quedado en casa de los hermanos Frost, sin que sus compañeros interactuasen con la casa antes de la llegada de Alice. Félix, Crystal y Brian esperaban a sus amigos a unos cuantos pasos de la casa de estos, en el momento en que los vieron llegar, se dispersaron, yendo cada uno a donde habían acordado. Alice y Frank habían sido advertidos de que había un auto con gente sospechosa dentro, ellos sabían perfectamente quienes eran. Actuaron con normalidad hasta que entraron a su casa, Crystal hizo una seña extraña en cuanto los ocupantes del auto comenzaron a caminar a la residencia, sus compañeros lo copiaron y Edek se aseguró de advertirle a Alice a través de la ventana.
Madison entró primero, sin dificultad alguna para hacerlo, esperó a su acompañante, dejando que este avance primero, los hermanos se habían separado, como si no supieran que era lo que pasaría. Alice salió de la cocina con un plato con tostadas, encontrándose de lleno con Madison.

-Buenas noches, querida Alice- la rubia habló con sarcasmo.
-¿Cómo entraste?- la omega de cabello rosado frunció el ceño. -Frank ya te dejó en claro que no quiere nada contigo-
-Por ahora, estoy buscando a Bastián ¿Dónde está?- la rubia se cruzó de brazos. -Dímelo y no te haré nada-
-Nunca te he tenido miedo, Madison, ahora vete, no voy a hablar-
-Entonces te obligaré a hablar- Andrew se acercó a Alice por su espalda, pero los reflejos de Alice eran bastante buenos y logró evitar que el hombre le hiciera algo. Lamentablemente no se salvó del golpe de Madison, quien logró derribarla.
-Con mi hermana ya van tres omegas golpeados, dos alfas y un beta... Ni siquiera una Bestia como yo haría eso...- Frank se encontraba parado en la parte más alta de la escalera. Empezó a bajar con lentitud sin borrar su sonrisa burlona de su rostro.
-Andrew, no, él me pertenece, así que no le hagas daño- Madison quiso avanzar pero Alice la agarró del pie para terminar botándola.
-Mira, cariño, no te haremos nada si te quedas quieta- Madison sintió un escalofrío, el tono de la voz de Alice daba a entender que no estaba jugando.
-Teraz- salió de los labios del pelirrojo.