Imprudent 「ABO!Fonnie」

Fourty Five

Las hachas no lograron alcanzar demasiado a Frank, aunque su brazo terminó con un corte bastante grande. Soltó un pequeño quejido e intentó controlar sus emociones para que su novio no sospechase nada de lo que estaba pasando.

-No eres nada contra mí, Frank Frost- sonrió el de cabello desteñido mirando como el otro alfa intentaba calmar el sangrado. -¿Piensas arriesgar tu vida por ese omega? Entonces prepárate, porque yo NO voy a perder esta vez-

El pelirrojo retrocedió intentando recordar en que lugar había tirado su alfanje, pero se estaban alejando de la luz del bar y se le era casi imposible distinguir las cosas, además de que estaba más concentrado en el sangrado de su brazo. Gruñó autoritariamente logrando detener a Brian unos segundos, si había algo en que Frank superaba a Brian era en que su voz era mucho más autoritaria que la del alfa de ojos grises. Brian volvió a atacar en cuanto Frank corrió hasta el arma que logró identificar sobresaliendo en el césped, sin alcanzar nada de su cuerpo esta vez. El alfa pelirrojo tomó la extraña espada que había conseguido y no dudó en atacar a su contrario, siendo esquivado fácilmente por el desteñido.

-¿Piensas atacarme con eso?- varios tics invadieron al chico. -Veamos cuanto aguanta-

Brian atacó varias veces más, siendo parado por la voz autoritaria del pelirrojo en varias ocasiones, dándole una ventaja a este para atacar. El alfa de ojos grises recibió varios cortes en sus extremidades, pero ninguno lo suficientemente profundo como para hacerlo parar, lo daría todo por ese omega.
Frank recibió un corte en el ojo derecho en un descuido en el que casi pierde la cabeza por completo, aún así no se detuvo y en un movimiento rápido logró cortar una de las piernas de Brian, pero por querer dárselas de ganador fue jalado por las piernas para finalmente perder el equilibrio y caer al suelo, golpeándose la cabeza. El alfa de ojos grises, aprovechando que su rival intentaba recuperarse del golpe, se subió sobre él no sin antes clavar una de sus hachas en el alfanje de este, rompiendo la hoja del arma en mil pedazos. La otra hacha fue a parar en la muñeca derecha del pelirrojo, donde fue enterrada en su carne, aunque no lo suficientemente profundo como para cortarla ni tocar su hueso.

-Que pena... Has pedido- susurró cerca del oído del pelirrojo. -Yo esperaba que Bestia fuese más fuerte...- tics. -Ahora... Ahora...-

Brian comenzó a reír sentado en el estómago del pelirrojo, burlándose de la situación de su rival, quien parecía no poder más. Frank por su parte estaba intentando idear un plan antes de que Brian tome alguna de las hachas y termine con todo, aunque lo único que se le ocurrió fue empujarlo hacia atrás con su mano sana y presionarla contra su cuello, cosa que funcionó perfectamente. Brian pataleaba en un intento de zafarse, pero la presión que ejercía Frank en su cuello era demasiada y el aire apenas podía entrar a sus pulmones, además de que la rodilla del pelirrojo estaba apretando las heridas de su estómago provocando que la sangre saliese por montones y que sus esfuerzos por liberarse fuesen en vano. Tosió en cuanto los dedos de Frank se enterraron en su cuello, no sabía porqué, pero habían lágrimas saliendo de sus ojos y su cuerpo cada vez se hacía más débil y liviano.

Frank, mátalo.

El alfa pelirrojo soltó el cuello de su rival en el momento en que escuchó la voz de Madison irrumpir en su cabeza. Brian intentó incorporarse, pero la falta de aire en sus pulmones lo mantuvo en el suelo durante varios minutos, minutos en los cuales observó al pelirrojo pelear consigo mismo.
El pelirrojo miró a su opuesto antes de mandarle un puñetazo en la nariz, sintiendo como el dolor de sus nudillos se convertía en algo que quería seguir sintiendo. Antes de que Brian pudiese reaccionar y devolverle el golpe, el puño de Frank se estrelló contra su mejilla derecha con tanta fuerza que pudo sentir como su pómulo se rompía. El alfa pelirrojo siguió golpeando al alfa de ojos grises hasta que consiguió romperle la quijada y la nariz, además de provocarle un derrame ocular. En ese instante sus emociones eran tan fuertes que Bonnie se encontraba asustado en su casa, sintiendo como la mordida en su cuello le provocaba dolor, tanto dolor que lo tenía tirado en el suelo del pasillo y le impedía ponerse de pie. Cualquiera pensaría que es por estar alejado de su alfa por mucho tiempo, pero si estuviesen en su lugar sintiendo como una simple marca comienza a inmovilizar su cuerpo...
Bonnie gimió pidiendo ayuda, llevaba así varios minutos, pero nadie estaba lo suficientemente cerca como para oírlo. Sus hijas se encontraban llorando fuertemente, pero Bonnie era incapaz de ponerse de pie, así como Frank era incapaz de dejar de golpear a Brian.
Los llantos de las niñas combinados con los ladridos de los perros y el dolor de su cuello convertían la casa en un infierno del cual no podía escapar hasta que su alfa recuperase el control de si mismo. Varios minutos después unos brazos rodearon su cuerpo y lo ayudaron a levantarse, aunque aún seguía retorciéndose del dolor y si no se encontraba recostado perdería de nuevo el equilibrio.
Fue depositado en su cama con cuidado, pero el dolor no cesaba. Fue abrazado por la persona que lo había ayudado, la cual no podía reconocer porque su vista se encontraba nublada y su olfato no reaccionaba; enterró sus uñas en los brazos del desconocido siendo consciente de que eso dejaría marcas luego.