Thirty

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-No sabemos donde están...- murmuró Toby dando un paso atrás.
-Vete, nadie te quiere aquí- gruñó Blake, apretando su mandíbula.
-Es mi hijo, tengo derecho a saber donde está- Andrew también gruño.
-Dejen de ser tan infantiles- Madison se abrió paso yendo hasta el menor de los Anderson. -Dime, Tobías, ¿Dónde están Frank y Bastián?-
-No lo sé- el beta apretó su peluche.
-Es igual de terco que el primero- la rubia le dio una bofetada al chico que tenía en frente, logrando que Blake reaccionara con rapidez y empujara lejos a la omega.
-Drake, ven aquí- el nombrado entró por la puerta principal, con su mirada apagada y rostro demacrado.
-¿Qué mierda le hiciste?- los hermanos se acercaron a Drake quien no respondía a ninguna de sus preguntas, sólo miraba un punto fijo. -Drake, responde-
-Spring... Hermanito- Toby observó el golpeado rostro de su hermano mayor, sintiendo una impotencia enorme. -Golden... ¿Dónde está Golden? ¿Dónde está Emily?-
-¿Quién es Golden?- Drake levantó su mirada, con lágrimas acumuladas en sus ojos, pero estas no cayeron en ningún momento.
-¿¡Qué le hiciste, monstruo!?- Blake enfrentó a su padre, este último no se inmutó, sólo se quedó mirándolo con una sonrisa burlona plasmada en su rostro. El moreno lo miró horrorizado cuando se dio cuenta del porqué de esa sonrisa. -Me das asco, nunca creí que caerías así de bajo...-
-¿¡Qué te ha hecho Drake!? ¡Él no merece esto!- gritó Toby, abrazando a su hermano.
-Basta de dramas, estoy aquí para saber donde esta Frank, no para ver su espectáculo- Madison rodó los ojos frustrada. -Además, Drake se lo merecía, tampoco quiso cooperar-
-Ahora, si no quieren que le haga algo peor...-
-¡No sabemos donde están! ¡Sólo dijeron que se irían de vacaciones y nada más!- el beta estaba entrando en pánico, Drake estaba inmóvil en sus brazos y su cuerpo estaba helado.

En casa de Golden y Drake todo estaba hecho un desastre, los llantos de la pequeña bebé alertaron a su dormida vecina quien pensó lo peor al encontrar la puerta de la casa abierta. La chica corrió hasta la bebé que yacía sola en las frías baldosas del suelo y la intentó calmar mientras buscaba a los padres de la niña, subió las escaleras reprimiendo un grito al encontrar a Golden tirado en el suelo, inconsciente.

-¿Evan? Evan... Evan despierta- la chica se arrodilló a lado del alfa y lo movió varias veces hasta que este abrió los ojos, quejándose de dolor.
-Bry... Bryana... Agh, mierda...- el teñido apretó su mandíbula en un intento de calmar el dolor y luego miró a la chica.
-¿Qué pasó? Me preocuparon los gritos de Emily y pensé muchas cosas al ver la puerta abierta-
-Bryana... Busca a Drake...- el alfa apretó su camiseta. -Yo no pude... Por mi culpa...-
-Tengo que llevarte al hospital, estás muy her-
-Te he dicho que busques a Drake, voy a estar... Bien...- Golden intentó incorporarse, negándose a ser ayudado por la chica rubia.
-Déjame ver que... Santa mierda, Evan, tus órganos están literalmente fuera de tu cuerpo- Bryana acomodó a la bebé en uno de sus brazos y con el otro intentó levantar al teñido.
-¡Drake es más importante que mis jodidos órganos! ¡Ese hijo de puta lo...!- el sonido de las ambulancias se hizo presente, la rubia agradeció mentalmente que alguien se haya tomado la molestia en llamar a emergencias.

Bryana se vio sometida a muchas preguntas sobre que había pasado, pero ella sólo respondió que no sabía nada y que debían buscar a Drake Anderson antes de que fuera tarde. Golden fue ingresado de urgencias en el hospital, salvándose de milagro. Lo único que importaba era que Drake estuviese bien, Bryana quería creer que Drake estaba bien; la verdad es que toda la felicidad había sido arrancada de la dulce alma de Drake, el chico amable que alguna vez había existido se había ido, su padre se había encargado de destruir su felicidad. De destruir su familia.
Y no descansaría hasta obtener lo que quería, estaba dispuesto a romper todo lo que se le cruzara por delante, y si eso significaba violar a su propio hijo o matar a una inocente bebé, lo haría sin resentimientos.

Toby yacía en el suelo, con el tacón de Madison pisando su pómulo, siendo obligado a ver como su padre golpeaba una y otra vez a su madre. Blake estaba en el suelo también, con sangre saliendo de su cabeza, Toby se sentía inútil, no era fuerte y no podía defender a quienes quería, apenas podía escuchar y sus ojos se empezaban a cerrar pero el tacón de la rubia se hundió más en su pómulo, casi quebrándolo. No podía gritar, su cuerpo estaba inmóvil, quería cerrar los ojos y que al abrirlos todo eso haya sido un mal sueño.
Drake estaba sentado en el suelo, Andrew le había atado las manos a la puerta, inmovilizándolo por si recuperaba la consciencia y se las quería dar de héroe. Lucy gritaba de terror mientras su marido tiraba de su cabello, intentando sacarle información, ella sabía que nadie la escucharía, sabía que ese era su fin, que nunca volvería a ver a sus hijos, que nunca tuvo el valor para enfrentarse a su marido.

Imprudent 「ABO!Fonnie」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora