Igneous

Parte 3: Capítulo 16

Capítulo XVI

Hogar, dulce hogar

Despierto envuelta en sábanas y con una plácida y tenue luz blanca que atraviesa las cortinas ondeantes de mi ventana. ¿Mi ventana?

Miro en todas direcciones, al principio borroso. En cuanto soy consciente, bislumbro la cara de mi padre, que se encuentra sentado a un lado de la cama.

- ¿Dónde estamos? - consigo formular y me sorprende el alarido que profiero en forma de palabras.

- En casa.

Supiro. Por un momento pienso que todo esto no ha sido más que una pesadilla, que mi madre irrumpirá en mi habitación, haciendo presente el olor a tostadas y pidiendo que me levante de una vez y haga la cama, Söda aparecerá de la nada y vendrá a molestarme, Symmus estará esperándome fuera y Uriah y Alanis, serán felices en su poblado, él intentando escapar en busca de su madre y ella liderando a un grupo de jóvenes asesinos del pantano.

Pero nada de eso ocurre. Ni mamá ni Söda entran por la puerta, ni hay tostadas. Symmus está muerto y a la espera de ser enterrado y Alanis le acompaña. Uriah... A saber qué han hecho con él, no quiero ni pensarlo.

- Uriah... - hago el ademán de incorporarme aunque la brusquedad del gesto hace que me crujan las costillas y me muerdo el interior de la mejilla dejando que la mano de mi padre me empuje de nuevo hacia abajo.

- Él está bien. Lo dejaron en el pantano junto con sus padres.

Suspiro aliviada. Espera... ¿Ha dicho... "Sus" padres? Seguramente habrá sido cosa de Landrose. Ella debe de haber convencido a Azimuth de no matar a su hijo a cambio de que este se mantenga en el exilio. O quizá su padre lo haya reclamado para castigarlo él mismo y así saldar su deuda con el rey.

- Supongo que no puede venir aquí...

- No - responde papá - Él no podrá volver aquí nunca más.

La rudez de sus palabras me golpean y desvío la mirada hacia el lado de la ventana.

- Y... ¿Mamá? - mis palabras brotan solas antes incluso de que las piense.

Mantengo la vista fija en las cortinas de la ventana aunque percibo que él baja la cabeza.

- Ella está custodiada en la sede de Veevarest, a la espera de un juicio que posiblemente acabe en...

- Ejecución - acabo su frase aunque él no quiera oirla y me vuelvo a tiempo de ver su reacción.

Mis sospechas no iban mal encaminadas. Mi padre, por un motivo o por otro, sigue estando enamorado de su esposa. Aunque decepcionado y traumatizado por sus actos, sigue queriéndola como siempre. Después de ver como Lilly intentó matarme...

Debería enfadarme con él pero, para mi disgusto, me recomforta que no haya dejado de quererla. Me gustaría hablar con él sobre ese tema, puesto que ambos hemos sido víctimas todo este tiempo de sus mentiras, pero creo que no es el momento adecuado. Recuerdo la sensación que tuve cuando descubrí quién era en realidad la reina de Sjraevha. Lo recuerdo perfectamente. Hubiera preferido ver a cualquier persona, incluso algún conocido, pero a la mujer que me ha criado y cuidado todo este tiempo. Debe de haberle resultado díficil fingir todos estos años, ocultando su naturaleza de hydra y tan lejos del agua... Dudo que nadie sea capaz de aguantar tanto tiempo.

- ¿Dónde has dicho que estábamos?

- En casa. Bueno... Más o menos lo que queda de ella.

Me retuerzo un poco y me incorporo haciendo crujir los muelles de mi cama.