Capítulo XV
Travesía
A medida que nos alejamos, la orilla se hace cada vez más pequeña, y con ella, la silueta de Rose que nos despide hasta que ya no podemos verla. El lago es de aguas verdosas en su orilla pero a medida que nos alejamos de la costa, el agua se torna de un azul oscuro y brillante. La espuma que se forma cuando el espolón de proa rompe las olas se acumula a ambos lados del barco y queda atrás en forma de estela. En cubierta, Mattson dirige el timón y hace algún que otro comentario a Alanis y Symmus. Alanis no deja de observar a Mattson y asiente a todo lo que le dice. Parece tranquila e incluso interesada en el manejo del navío. Sin embargo Symmus no le presta ninguna atención. Parece embelesado con la melena de Alanis, más roja que nunca y ondeando al viento y, de vez en cuando, desvía la mirada hacia detrás. Él, al contrario que Alanis, si que parece más nervioso y alerta que Alanis. En una situación normal, le preguntaría sobre su increíble aunque no sorprendente romance con ella. Recuerdo tras mi rescate el espectáculo que se formó, aunque estaba tan aturdida y hambrienta que no me sorprendí lo suficiente. Ni siquiera caí en la cuenta de que Uriah me había abrazado. Todavía no ha salido a cubierta.
Miro hacia el velamen y observo a Yeray. Parece un chico tímido.
- ¡Arriad la vela cangreja!
Observo a Sym y Alanis, que intercambian miradas de desconcierto.
- ¡La cangreja, la cangreja! - repite exhausto.
- No sabemos...
- ¡Oh, por dios! - maldice Matt - ¡Tú, aguanta el timón!
Alanis obedece y agarra el timón con inseguridad.
- ¡Symmus, ayúdame! - grita Matt mientras recoge unas gruesas y pesadas cuerdas.
Sym acude en su ayuda.
- ¡Eh, soplagaitas! ¡¿Te importaría parar un segundo?!
Yeray deja de ejercer viento y hace que el bergantín ruja y se tambalee con las olas que rompen en el casco en proa. Cuando el barco se detiene, prácticamente en seco, me tambaleo hacia delante y caigo sobre un cañón. Me levanto masajeándome el estómago.
- ¡Gracias! - grita Matt.
Yeray sonríe a Matt mientras le enseña el dedo corazón, molesto por su comentario y Matt se ríe.
Matt ordena que se hinchen de nuevo las velas aunque yo ya estoy preparada para el despegue: las velas se hinchan de nuevo y el barco vuelve a tomar velocidad. Observo de nuevo a Yeray y me pregunto si no se cansará de usar todo el tiempo su poder. Sin embargo, parece tranquilo: se encuentra sentado en uno de los mástiles horizontales y realmente no parece que esté haciendo nada.
Me aparto el pelo de la cara y continúo paseándome por cubierta hasta que llego a la otra punta del barco. El viento arrecia con más fuerza en esta parte del barco y me azota en la cara, echando todo mi cabello hacia detrás e impidiéndome abrir los ojos del todo.
Desde que hemos partido, Mattson no ha dejado de quejarse por todo aunque ahora empieza a entablar una agradable conversación con Alanis y Sym sobre el frío glacial de las montañas de Rhycund y el caluroso pantano.
Hace poco que Uriah ha subido a cubierta: no deja de moverse de un lado para otro, comprobando la utilidad que puede darle a los cañones, arriando los cabos sueltos, perdiéndose de vez en cuando en las aguas del lago...
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Igneous
AventureEn los cuatro reinos se avecina una guerra. Y Deianira, una joven alocada que vive sin preocupaciones en un pequeño pueblo a las afueras de una gran ciudad, no sabe que será la detonante de esa guerra. Sus decisiones la llevarán a dejar todo lo que...