Capítulo 13

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Yuri

En este momento, mi cabeza está tratando de mantenerse concentrada en mi situación a pesar del gran torbellino de pensamientos que ha crecido hace de una semana.

Sigo sin poder dormir, y ni hablar de mi humor por las mañanas, cuando despierto con un intenso dolor de cabeza.

Es por el campeonato, pues nunca tuve que preocuparme por nadie más que por mí. Podría dejar sola a Saskia, ya que ella ha regulado sus saltos, pero siento que va a ser insuficiente para los jueces, considerando que hay chicas que hacen combinaciones con cuádruples incluso.

Se me haría muy fácil dejarlo todo de lado y decirle a Viktor que ya no voy a entrenarla, o simplemente dejarla en manos de Yakov, pero eso sólo ocasionaría que Saskia me tenga rencor y no quiera patinar conmigo. Al final, me hará quedar mal con Otabek. Nadie comprende lo difícil que es no poder ver a tu mejor amigo.

Saskia utiliza la mitad de la pista para hacer Flips, y yo uso la otra mitad para practicar parte de la coreografía que Lilia me ha dado.

Mi programa requiere de una combinación de Toe Loop cuádruple con los brazos arriba y un Salchow triple, y es lo primero que practico.

<<Piensa en la competencia, Yuri. Piensa en ganar>>

No obstante, me punza la sien derecha tras hacer el Toe Loop, ocasionando que no me dé tiempo siquiera de poner las manos al frente. Entonces, resbalo y caigo con la espalda.

Me sube la impotencia hasta la coronilla, en donde ya es capaz de bloquearme. Soy Yuri Plisetsky, el quinceañero que rompió un récord mundial en su primer año como senior. Y no puedo..., no debo bajar mi puntuación. Esa es la desventaja de ser el mejor: siempre tienen expectativas muy altas de ti, por las cuales te sientes presionado de no defraudarlas.

No creo que pueda mantener una promesa y mi puntuación, no con casi 16 años. Y me siento frustrado de no poder hacer dos cosas a la vez. Estoy harto.

—Plisetsky —Saskia patina hacia mí; sigo sentado en el hielo—, ¿estás bien?

La miro a ella. Ella es un problema, aunque no ha sido culpa suya haber acabado como mi pupila técnica. Sin embargo, siento como si ella fuese un pendiente del cual no me puedo deshacer, por más que quiera. De ella depende que vea a mi mejor amigo o no, y no coopera mucho.

Saskia no parece que aprovechará su única oportunidad.

—No me hagas preguntas estúpidas ahora —le digo mientras me levanto.

—Yo no...

—¡Olvídalo!, tengo algo que hacer.

Salí de la pista con las manos temblándome de ira. Aprieto mis puños para no golpear a la primera persona que me encuentre.

Breaking the iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora