Saskia
Finalmente, hoy decidimos los trajes.
Hoy tuvimos que llegar antes de las 8:00. En lugar de calentar con dos horas de ballet, como estamos acostumbrados, Lilia nos llevó a la sala de baile para mostrarnos algunos diseños de parejas de competencias anteriores.
—Elijan un conjunto para cada programa —nos dijo.
Yuri no estaba convencido de llevar pantalones que no fueran de color oscuro, que eran los que combinaban con los vestidos que más me gustaron; aunque, si yo fuera él, odiaría tener que ponerme un pantalón celeste. No puedo ser egoísta, no quiero serlo.
A pesar de que nos tomó unos minutos deliberar, siento que habíamos perdido el tiempo. Fue lo mejor que pudimos hacer, ya que llegó la diseñadora que Lilia había llamado, Ekaterina, y nos mostró un catálogo inspirado en la moda urbana juvenil.
—Es muy poco usado en las competencias de ligas mayores —dijo, abriendo mucho sus ojos avellana; me impresiona lo bien que se le ven las sombras de color durazno.
Dentro de los diseños, había uno que tenía un saco rojo, camisa blanca, corbata Animal Print y pantalones negros. A Yuri le había gustado ese; sin embargo, yo me sentía insegura por ver la falda que combinase con ese. Después, Lilia me explicó que, actualmente, permiten que las mujeres utilicen leggins o pantalones, así que me quitó un peso de encima.
Ese era el conjunto que se ajustaba más a nuestro programa corto. Mientras que, para el libre, él llevará una camisa con estampados cuadrados en violeta degradado. De mi parte, sería un vestido lila con transparencia en la cintura, que tiene flores en tonos morado, nude y coral. La caída de la falda es en cascada asimétrica.
No suelo vestir muy elegante o usar faldas. Pero sí que está bien tener uno que otro vestido cuando tengo pereza de ponerme un pantalón.
Cuando pasé con Ekaterina para tomarme las medidas, de antemano, ella me dijo:
—Estás tan pequeña, ¡qué adorable!
—Eh, gracias —respondí, dudando.
Había olvidado que tener filtro en Rusia no es algo muy usual. Las cosas se dicen al momento, por más ofensivas que sean. Punto. Esa es la actitud que he observado en mi país. Pero a mí me cuesta ser tan abierta.
Ekaterina me hace varias preguntas, como cuánto medía, mis intereses y mi edad.
—En dos días cumplo dieciséis.
—¡Qué bien! —exclamó—. Felicidades.
Es una mujer de manos hábiles, las cuales tiene decoradas con extravagantes uñas rosadas con polvo de diamante blanco. No se ve como una simple diseñadora del mundo real: es casi como si hubieran combinado a Jeffree Star con Regina George de Mean Girls.
—Y —comenzó a decir mientras me tomaba la medida de la cintura que no tengo—, ¿el chico es tu novio?
<< ¡Claro que no!>> pensé en gritar. Independientemente de las costumbres alemanas, procuro tener discreción al contestar preguntas fastidiosas. Aunque no es culpa de Ekaterina creer tal cosa, ya que hay más de dos mil personas que tienen el mismo concepto de nosotros.
—Sólo somos amigos —contesto.
—Bueno, veo que se consideran el uno al otro. Son muy lindos juntos.
Los minutos restantes me quedé viendo al vacío, al tiempo en que Ekaterina me tocaba como un maniquí. ¿Yuri y yo nos vemos lindos juntos?, ¿a qué se refiere con "lindos"? Un par de conejitos son lindos también. A mí me parecen lindos los murciélagos. La belleza no se limita a una sola cosa.
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Breaking the ice
Fanfic¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde te puede llevar tu inseguridad después de una caída?, ¿volverías a subir a la misma copa del árbol, el que una vez te dio una vista hermosa, pero ocasionó que te fracturaras un brazo? Cuando menos, Saskia no...