Capítulo 49

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Saskia

Todavía no lo puedo digerir: Yuri Plisetsky, el patinador joven más cotizado en Rusia, me ha invitado a salir. A mí. ¡A mí!

<< No te confundas>> me reprimí internamente, aunque eso rompe mi burbuja; nunca he estado dentro de una por mucho tiempo, ya que suelo ser yo quien las destruye antes de que mi realidad de distorsione. << Es por tu cumpleaños>>

Terminé de bañarme y procedo a secar mi cabello. Soy incapaz de moverme bien debido a los golpes en las costillas y el dolor en las piernas. Él está tomando demasiado impulso para los espirales. Como siempre, me contuve para no maldecir cada vez que sus extremidades impactaban con mi cuerpo. Eso le podría causar desconfianza.

Pero lo que me parece increíble es que hace nueve meses habíamos discutido y declarado la guerra entre nosotros, y ahora salimos como si nada hubiera pasado. Creí que terminaría odiándome, y yo a él.

Me sorprende lo prejuiciosa que fui. Muy estúpido. Pensaba que Yuri era una persona capaz de empujarme por las escaleras o algo por el estilo.

Si tan sólo se hubiera apegado a la idea principal que tenía sobre él, no se soportaría ni a sí mismo.

Sin embargo, ya tengo un problema: hoy me vino la regla.

¿¡Por qué hoy!? Hay, aproximadamente, 52 semanas en un año, 365 días, ¿¡y mi cuerpo se enoja ahora porque no he tenido un bebé!? Creí que estas irregularidades serían beneficiosas, ya que soportaría tan sólo dos o tres semanas menstruando al año. ¡Maldita sea mi suerte!

Planeaba llevar pantalones grises y una camisa roja, pero es muy probable que tenga la preocupación de que terminen teñidos de rojo. Odio cuando tengo que cambiar repentinamente mis planes muy estructurados.

No sé por qué esto me recuerda a cuando salí con Luka, esto del desastre en mi habitación cuando no encontraba cómo vestir. Y las playeras que me hicieron cuestionar mis gustos en la moda. Y el par de pantalones idénticos que tengo (los he puesto demasiadas veces). Y el vestido blanco y rojo.

Rojo. ¡Perfecto! Me conviene llevarlo porque, en primer lugar, la falda sólo se ajusta a la cintura y, en segundo, puede disimular cualquier "accidente".

El problema es que deja ver mis hombros, y no me gusta estar presumiendo mis pecas en la espalda por no ponerse protector solar. Son pocas, aunque visibles.

—Es eso o —divago— que Yuri me vea el trasero cada vez que le pida una "revisión".

Hace más frío que en los últimos meses y no me agradaría tener las piernas desnudas en contacto con el helado viento de la calle. Me pondré unas medias y asunto arreglado. No puedes cancelar a último minuto, Saskia. No a Yuri al menos.

Hoy ha sido agotador. Ya tengo la coreografía de la última canción de Ellie Goulding; no obstante, el problema es que es una canción muy apasionada y algo rápida, por lo que, en mi intento de darle originalidad, terminé por poner pasos realmente cansados y un levantamiento difícil: me tomo por los hombros de Yuri desde atrás, él entrelaza sus dedos en mi pierna derecha y hago una Aguja con la izquierda, al tiempo en que él gira.

Me dijo que no estaba mal, mas es complicado, pero habría que intentarlo. Lo único que tengo miedo es que en una vuelta lleguemos a cortarnos con la cuchilla del patín. Creo que es el miedo más común de las parejas de patinadores.

Recuerdo que no tenía ritmo, o que era muy inhibido con los bailes más urbanos. Ha progresado mucho, para ser sincera, desde su aumento de flexibilidad (su Split ya superó los 180°) hasta su confianza para intentar pasos frente al espejo sin sentirse cohibido porque le salgan mal.

Breaking the iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora