Saskia
Es curioso cómo, en algún momento, llegué a pensar que me faltaría una eternidad para cumplir 16. Esa eternidad es, ahora, cuestión de días. He llegado al punto de pensar: ¿a dónde se fue el tiempo?
Yakov me dio permiso para ir a Kassel para ver a mi familia, siempre y cuando no pasara de cuatro días. Por supuesto que acepté con la condición. Él también está consciente de que Alemania queda lejos. Tendría incluso que transbordar para llegar a Hesse.
En Alemania, los que organizan la fiesta es quien cumple años, o sea yo para mi mala suerte. La verdad es que no tengo tantas ganas de ir y hacer un gran festejo. Estar en otro país me deja muy poco tiempo para planear algo estructurado.
Normalmente, Richelle y yo solíamos invitar a nuestros familiares foránea. Y por "familiares" me refiero nuestra tía Alexis: castaña, soltera y orgullosa madre de cuatro pastores ovejeros (¡los llamó Shelby a los cuatro!), que vive en Australia. Es la única hermana de mi madre, y su única familia, por lo que parece.
Esas reuniones eran vacías, ya que mis abuelos paternos murieron en un accidente cuando yo tenía 3 años. Por otra parte, mis otros abuelos no hablan con mi madre desde que se graduó de estudiar negocios en lugar de medicina, como ellos aspiraban. Mi tía Alexis es la única que no se dejó llevar por los comentarios negativos de mis abuelos, y conservó el cariño hacia mi madre.
Ahora que lo pienso, mi familia es un poco extraña.
—¿Y qué quieres de regalo, Elastic Girl? —me pregunta Yuri—, ¿diez centímetros más de estatura?
—Oh, cállate, Cabeza de coco —respondo, lanzándole mi zapatilla de ballet.
Nos estamos cambiando para entrar a la pista a practicar. Nuestro programa corto ha sido "limpiado" lo mejor posible, y el libre está en progreso; sin embargo, debemos de durar de 3:30 a 4 minutos; en resumen, nos falta una canción.
Nunca había intentado danza contemporánea, ya que solía relacionarlo directamente con ballet; no me llamaban tanto la atención los movimientos tranquilos y delicados. Pero no tengo opción ahora, y las veces en las que he tenido que tomarle la mano a Yuri con una incómoda canción lenta se ha vuelto casi rutinario.
—Entonces, ¿sí te irás? —me pregunta mientras muerde la pajilla de la caja de jugo.
—Obviamente sí —contesté—. Me gustaría que vinieras a mi casa.
—No puedo salir del país: Yakov sería capaz de ir a buscarme si vuelvo a salir sin su permiso.
—Qué lástima.
—Sí. No tendré a nadie quien molestar.
—¿Significa que tu diversión depende de mí?
—¡Pft! Sigue soñando.
—Entonces no te importará que decida quedarme en Kassel y no volver...
—¡Okay, no hagas eso!
Su inseguridad parece estar saliendo a flote: tiene miedo de quedar solo.
De hecho, hace días que lo noto cambiado, como territorial conmigo. Tanto así que, inclusive, cuando subo fotos nuestras, comenta lo bien que la pasamos y recalca el tiempo que llevamos de conocernos, especialmente cuando un chico me hace uno que otro cumplido.
La semana pasada, Mila nos tomó una foto durante un levantamiento (Yuri sonrió de forma espontánea).
Jjleroy!15: ¿No te gustan más altos?
Yuri-plisetsky: Si te refieres a ti mismo, no le vas a gustar ni por tu altura. Así que, de preferencia, mantén tu presencia y comentarios lejos de nosotros.
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Breaking the ice
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde te puede llevar tu inseguridad después de una caída?, ¿volverías a subir a la misma copa del árbol, el que una vez te dio una vista hermosa, pero ocasionó que te fracturaras un brazo? Cuando menos, Saskia no...