Breaking the ice

Capítulo 52

Yuri

Estoy empezando a sentirme cansado. Entre salto y salto mis piernas soportan cada vez menos; es por el sobresfuerzo al que no estaba acostumbrado. Preferiría haber tomado un taxi o ir en metro, pero Saskia adora caminar, y ella tiene mucha resistencia. Me pregunto si no le duele nada.

Entremos a Macaroni's, un restaurante en el que he venido con el resto del equipo. Con ellos siempre ha sido ruido, ruido y más ruido, aunque éste sea el resultado de nuestros susurros en un intento por comportarnos bien. Creo que será más difícil guardar silencio con Saskia.

—Lindo lugar —comenta.

—¿No habías escuchado de él? —pregunto, retirando la silla para que ella se siente; su cabello todavía huele a shampoo de moras.

—No. ¿Tú ya habías venido?

—Sí, pero en grupo. Es la primera vez que vengo con una sola persona.

Afuera noté que hay nubes grises invadiendo el cielo. Me preocupa que llueva, ya que no se me ocurrió traer una sombrilla. Genial, lo último que quiero es que ella termine mojada y se enferme.

Saskia juega con su cabello. Si no lo llevara atado todo el tiempo, la vería con el cabello enredado el 90% del tiempo. Trata de hacerse una trenza, pero después de tres cabos se descoordina y lo deja. O sea, puede hacer tres cuádruples seguidos, pero no una trenza.

—¿Te da miedo el agua? —le cuestiono repentinamente, recordando su vacilación al tratar de subir a la góndola.

—El agua como tal, no —responde después de pensar algo. Estoy seguro de que iba a decir algo como: "si le tuviese miedo, habría muerto deshidratada".

—Me refiero a los cuerpos de agua, como estanques, ríos, lagos...

—Un poco, aunque lo acabo de descubrir.

Solté una risa mientras movía la pajilla de mi soda de un lado a otro dentro del vaso. Saskia arqueó una ceja para manifestar su confusión.

—¿Qué es tan gracioso?

—Que tengas miedo.

—Ya sabes mis miedos, ¿por qué te burlas ahora? —Su mirada reflejaba dolor. Saskia es del tipo de persona a la que no le importa si el resto de la gente le miente o traiciona: si lo hacen las personas que más quiere, significa la muerte.

—No me estoy burlando —aclaro para calmarla—. Sólo digo que alguien como tú tenga ese miedo... no sé, me sorprende.

—Todo el mundo tiene miedos.

—Sí, pero tú eres tú.

Saskia

Al fin parece que va a responder mi más grande duda:

—¿Y qué tengo yo de raro? ¿Por qué soy "especial"?

Por favor, Yuri, ten la respuesta.

Yuri

¿Enserio no lo sabe o simula no entenderlo? Tal vez la inseguridad que ha arrastrado desde hace años ha dejado unas pocas huellas difíciles de borrar, escondidas tras ese velo que ella ha decidido abrir a mí.

—Saskia —hace mucho que no la llamo por su nombre—, enserio que eres distraída. —Levanta su mirada, sólida y expectante, lista para ser juzgada—. ¿De verdad me preguntas eso? —Sacudo la cabeza; no tenía planeado hacer esto, pero las palabras brotaron de mí con asombrosa facilidad—. Tu intrepidez es rara. Tu agilidad y gracia son raras. Tú eres rara. Dime, ¿quién en su sano juicio es capaz de lograr los seis cuádruples en un día? Exacto, ¡tú!