Saskia
Nada ha cambiado. Sigo estirando a Yuri, a forzarlo más, como él me ha pedido. Trato de no halar muy fuerte de sus piernas para que no se lastime. Él, obviamente, no va a decirme si le duele hasta que esté al borde de las lágrimas.
—Haz mariposas —le digo, soltándolo.
Hasta ahora, sus músculos se sienten menos rígidos. Tiene más flexibilidad que hace cuatro meses, es un hecho. Nuca le he preguntado si no siente mucho dolor después de estirar.
—¿Has pensado en alguna canción que te guste? —le pregunto mientras estiro frente a él.
Lilia nos deja estar unos minutos más después de ballet. Quisiera hablar lo de Danza, pero no puedo; el espacio en el que estamos me bloquea.
Le quiero hacer una propuesta, una que posiblemente no le vaya a gustar tanto como a mí. Sin embargo, puede ser una manera de ayudarnos.
—No lo sé —contesta—, cualquiera está bien.
—¡Ay, vamos! Elige una, la que sea. —Tengo que presionarlo un poquito más para que acepte—. ¿Qué géneros te gustan? ¿Jazz?, ¿hip-hop?
—¿A qué quieres llegar con eso?
Bajo en Spagat y, con mi abdomen pegado al suelo, recargo mi cabeza sobre un brazo, con la mirada más petulante que alguna vez yo haya puesto.
—Me alegra que hayas preguntado —digo, ampliando mi media sonrisa—. Sé que tú no eres tan sensato, Yuri Plisetsky. Tú y yo lo sabes a la perfección.
—Ve al grano, alemana. —Hace una mueca de disgusto.
—Sé que bailas canciones de Bruno Mars en ropa interior.
Yuri levanta una ceja y sus mejillas vuelven a teñirse como ayer.
—¿Cómo sabes eso? —susurra
—¿Es verdad? —inquirí, parpadeando con sorpresa—. Vaya, quién lo diría.
—Y el punto de incriminarme es...
—Que yo te enseñaré a bailar.
—Los pasos que hiciste ese día no son algo en particular que yo no pueda hacer —asegura con presunción.
—Es más difícil de lo que se ve.
—Si los has aprendido con tantos años haciendo ballet, es fácil para mí.
—Te he mentido. —Él abre mucho los ojos—. Mira: yo no entraba tan seguido a clases de ballet; yo fui bailarina de hip-hop.
—Eso explica muchas cosas —dice con tibieza.
Creo que Yuri me conoce más de lo que yo pienso.
—Entonces... —reitero—, ¿aceptas?
—Está bien.
Cuando salimos de la sala de baile, reviso mi teléfono en lo que esperamos que la pista quede un poco más libre.
—Scheiße (mierda) —maldecí—, ¿cuándo pararán?
—¿El qué? —pregunta Yuri.
—He tenido más seguidores en Instagram en estos últimos días, pero la mayoría son chicos que me piden citas en cada maldita foto que subo. —<<O son chicas que me piden boda contigo>>. No le he dicho nada acerca de ese tema.
—Son tus fans. ¿Saldrías con uno de ellos?
—¿Tú saldrías con una Yuri's Angel?
—Si es bonita, sí.
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Breaking the ice
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde te puede llevar tu inseguridad después de una caída?, ¿volverías a subir a la misma copa del árbol, el que una vez te dio una vista hermosa, pero ocasionó que te fracturaras un brazo? Cuando menos, Saskia no...