Capítulo 39

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Yuri

Su talento no requiere de mucho para salir a flote: simplemente, no puede evitar mostrarlo.

Axel triple. Salchow simple. Todo muy bien.

Admito que es buena, y no porque la había ayudado. Ahora sólo me queda enseñarle a hacer los saltos con los brazos arriba para que sume puntos por dificultad.

Además de estirar, Saskia me ayuda con ejercicios de fuerza que ella solía hacer (bueno, los sigue haciendo, pero ya no en una clase formal) en gimnasia rítmica. No sabía que pararse de manos fuese tan complicado.

—Te ayudará a soportar tu peso con los brazos —me explicó—, así te será más fácil levantarme.

—¿Puede ser más fácil?

El día en que salió con el estúpido de Luka, hace dos semanas, me quedé en su apartamento, sólo para que imitásemos coreografías de K-pop. Creo que le gusta BTS, porque repitió con precisión Fire, Not Today y Blood Sweat and Tears. Lo sabe absolutamente todo. No sé por qué no me sorprende..

La veo cambiada, casi renacida: ha recobrado un aura enérgica más fuerte que la que adquirió al ganar su primera medalla de oro en patinaje.

Luego de que Luka fuera detenido (otra vez) por 12 horas, había difundido malos comentarios en Twitter sobre Saskia, en los que justificaba que fue ella quien lo provocó. Yo sabía que nada de eso era verdad, así que decidí defenderla, aclarando que Luka se vio detenido por una razón... De paso, lo amenacé con los datos curiosos de sus encuentros sexuales, los cuales Mila rescató de Sashel.

Talvez eso preocupaba a Saskia, pero ahora es libre de Luka y cualquier otro pretendiente. Ahora ella puede centrar su atención en mí.

"I took the good times. I'll take the bad times. I'll take you just the way you are". ¹

Ahí termina la primera coreografía; aprieto la mano de Saskia para acomodarla antes de que empiece Marvin Gaye. Vamos a un buen ritmo para el tiempo que llevamos practicando, aunque nos falta "limpiar" un poco más. ¿Por qué Saskia no prefirió ser bailarina de Hip-hop en lugar de gimnasta o patinadora?

Siento que acaricio un durazno cada vez que toco su piel. No me puedo concentrar así.

"Just like they say it in a song. Until the dawn, let's Marvin Gaye and get it on".

Se supone que falta, pero la pista se detiene justo ahí.

—Estuvo mejor —dice Saskia, un tanto jadeante.

—Por mucho —contesto, resollando cada palabra; no sé cómo ella no puede estar tan cansada.

Patinamos hasta la valla, en donde nos sostenemos para descansar y hablar un momento. Su rostro rojo y con unas pequeñas gotas de sudor resbalándole por la nariz me impiden tomar agua con tranquilidad.

—Sólo tengo que agregar Want to want me y terminaremos —anuncia.

—Has hecho todo tú sola —le digo—. Pudiste decirme que te ayudara a editar la pista.

—¿Sabes mezclar?

—Tengo un amigo DJ. —Le doy una toalla para secarse el rostro—. Seguramente lo conoces: Otabek Altin.

—¿El kazajo del cuerpo bonito?

—Sí, él... ¡Oye!

Ríe con cansancio.

—¿Qué?, ¿no te has fijado en sus caderas?

—No, ¿por qué debería?

—Es imposible no verlas: son hermosas.

—El punto aquí es que —reitero, sintiendo mis mejillas arder— nos pudo ayudar con las canciones.

—¿¡Y lo dices después de que ya casi termino!?

—Quería ver hasta qué punto te enojarías conmigo —le dije, riéndome porque le he tomado el pelo.

—Sólo porque traigo patines, no te doy una patada. —Se cruza de brazos, enredado la toalla entre ellos.

No se me ocurrió que Otabek pudiese ayudarnos, a pesar de todas las veces que he hablado con él. En principio, lo mantuve como un secreto porque estaba envuelto en este lío de baile por él, porque mi único objetivo era verlo en persona de nuevo. Sin embargo, ya no es así: mi objetivo se vio afectado por mi repentino flechazo con Saskia.

Ahora que lo pienso, la situación habría resultado cruel, ya que estaba utilizando a Saskia para beneficio propio. ¿Cómo se hubiera sentido si yo no me hubiese sentido atraído de ella?, ¿y si yo hubiese sido hipócrita? Peor aún: si se hubiera enterado de mi egoísta propósito oculto.

No me lo quiero ni imaginar. Creo que no me perdonaría jamás por hacer eso.

—De hecho —continúo—, él irá a Londres en diciembre. Puedes decirle lo bonito que es cuerpo ahí.

Admito que me da un poco de celos el que Saskia haya hecho un cumplido a alguien que ni siquiera conoce en persona, pero yo no tengo tanto músculo como Otabek, así que no puedo obligarla a que le guste mi complejo de bailarina de ballet.

—¿Vendrá para verte? —me preguntó.

—Sí.

—Debe ser lindo tener amigos así.

—Puede ayudarnos con el programa libre —digo, ignorando su anterior comentario, ya que no sé cómo responder a eso.

—Hay que pensar en las canciones —contesta—. ¿Se te ocurre alguna?

My heart will go on —bromeo.

—No sería mala idea.

—Era juego.

—Lo sé, pero no estás tan descaminado.

—¿Algo como Halo, de Beyoncé?

—Algo así.

—Mejor —suspiro, debido a que lo que voy a decir se lo he querido pedir desde hace tiempo, y me resulta vergonzoso porque afecta directamente a mi orgullo—enséñame a hacer el salto con Split que hiciste en las nacionales.

Me mira como si yo fuese un bicho raro. Lo sé: yo tampoco pensé mucho en qué decirle.

—Okay —desiste con una sonrisa engreída, con las manos enlazadas detrás de la espalda—. Pero ten en cuenta que no lo lograrás en un día.

—¿Quieres apostar? —me aventuro, devolviéndole la sonrisa retadoramente.

Saskia me dirige una mirada amenazante, pero yo sigo enfrentándola con la mirada. Luego, sonríe y me da una palmada en la espalda. Hace que me sienta débil con eso.

—Te cortarás el cabello si no lo haces —me condiciona, patinando lejos de mí.

—¿¡Hablas enserio!? —pregunto con indignación.

—Lo tienes muy largo, Yuri. ¿No te estorba?

—No en lo absoluto.

—De todas maneras, te castigaré si no haces el salto.

Es un juego. Ya extrañaba estos retos con ella. Pero sé que, si no gano, me irá mal. Muy mal.

Estoy en aprietos, y no me importa.

—Trato hecho —digo, entrelazando mi dedo meñique con el suyo.


¹Just the way you are, Barry White.


Perdón por estar tan inactiva. Tuve exámenes esta semana.

Bueno, espero que les esté gustando. Pronto subo más capítulos.

Oli

Breaking the iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora