Capítulo 24

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Yuri

No le podido decir nada. No quiero decirle que he quedado en tercer lugar por perder el equilibrio. Siento como si la hubiese decepcionado por todo el tiempo que me dedicó (y por todas las veces en las que yo siento que le he rasguñado las muñecas).

Traté de mejorar mi flexibilidad para que mis Ángeles fueran como los de ella, pero parece que la flexibilidad no es lo único que usa.

En algún momento sabrá mi puesto. Me sentiré realmente estúpido.

—Ha cambiado un Flip doble por una pirueta —dijo Lilia; parece indignada—. Se está volviendo rebelde.

—Es un giro en penché —musito.

En efecto, Saskia no parece ella; lo noté desde que la vi tan maquillada y vestida de otra forma que no fueran pantalones. Ya me he acostumbrado a vela como la chica que llegó de Alemania, con gustos peculiares, un semblante intimidante y un humor bastante ácido.

—¿¡Cuádruples en la segunda mitad!? —La voz de Yakov me desconecta de mis pensamientos—. Pero es...

—Muy difícil, lo sé —responde Lilia con neutralidad—. Sin embargo, Saskia tiene mucha resistencia física, por lo que no se agota tan rápido. Además, esta fue decisión suya.

No puedo creer que haya hecho tan arriesgada elección. Bueno, sí lo creo, considerando que Saskia es una persona muy imprudente con tal de demostrar que puede más de lo que dicen.

—¿Y los ha clavado en los entrenamientos? —pregunta Yakov.

—Impresionantemente, sí.

Ningún sólo signo de cansancio. ¡Es un cambio espectacular!

Y así lo es. A estas alturas, y con el ritmo tan acelerado, Saskia ya debe querer tirarse al suelo y descansar; o eso sentiría yo. Pero, por la expresión que tiene, no parece que su energía haya bajado ni un poco. Ese día que la vi bailar, de no haber sido porque entré en la sala, ella habría continuado. He llegado a la conclusión de que su delgadez se debe a que no puede mantenerse quieta.

Por más que quisiera no verla (quiero tomar agua), no puedo. Necesito verla; tengo esa increíble necesidad. ¿Qué diablos haces para provocar tan efecto, Saskia?

Y reconozco la parte que viene.

—Águila. ¡Lutz y Axel cuádruple!

Es el Águila más alta que he visto. Y, de paso, se mueve como si estuviese haciendo algo muy común para ella.

—Tiene carisma —comenta Yakov.

—No sé de dónde ha salido tan de pronto —contesta Lilia—. Sabía que esa canción le quedaría perfecta.

Las notas de la canción, sus movimientos, los comentarios y el bullicio me sofocan. Una sensación de vacío crece en mí.

Salchow y Flip cuádruple. Toe Loop doble... ¡Ah! Rotó de más.

Ella cae. Iba muy bien. Le ha pasado lo mismo que yo, pero en un salto. Sin embargo, se levanta bastante rápido y sigue como si nada hubiera pasado.

Camel. Se convierte a Techo.

Y no se cansa. Los últimos acordes de la canción se van reproduciendo.

Axel doble.

Termina con unos dos pasos más. La he visto, toda. Consiguió que, por un instante, mis problemas se evaporaran. Había olvidado por un momento cuál fue mi posición.

No me esperé que tantas personas aplaudieran.

—¡Excelentes combinación con saltos bastante dominados!

Breaking the iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora