Yuri
Entonces es así como se sentía: estar solo de nuevo.
A esta hora yo debería estar sufriendo en la sala de baile con Saskia queriéndome romper la columna vertebral. Intenté estirar por mi cuenta, pero lo único de lo que soy capaz es de tocar la punta de mis pies desde atrás.
Joder, tengo demasiado sueño aún. De hecho, no planeaba venir hoy. ¿Qué iba a hacer si mi pareja está fuera del país? Lo mismo me pregunté ayer por la mañana; sin embargo, lo vi como una oportunidad para mejorar mis saltos y coordinación, además de repasar nuestros programas sin tener que guiarme de ella.
Entro a la pista, tambaleándome tras un bostezo. Intento recordar cómo iba Ágape. Reproduzco la canción dentro de mi cabeza, suave e inocente, algo incondicional. Creí que eso sólo existiría en mi abuelo...
Axel triple.
Pero ahora también lo relaciono con Saskia...
Salchow cuádruple.
Aunque ella no lo interprete de esa manera: su Ágape era su hermana, y ahora soy yo, pero sin perder el contexto de relación familiar.
Toe Loop triple. Y caigo.
Mi espalda arde por la baja temperatura del hielo. En lugar de levantarme, me quedo acostado, observando el espectro de luz solar que entra por las ventanas. A este punto ya no me importa si me encandila los ojos.
Quiero dormir.
—Alguien está deprimido —dice alguien tajante.
—Agh, Mila —rezongué.
—Será mejor que te pares o un principiante te cortará la cabeza.
—Que termine con mi sufrimiento.
Ella se queda cruzada de brazos, antes de ponerlos en mi cintura y levantarme. Odio que me carguen como un niño.
—¡Bájame!
—Sigues siendo muy delgado.
Me pone de pie en el hielo, así que yo me dirijo a la valla a ponerme las cubiertas de los patines.
Mila no vino ayer porque tenía un resfriado, por lo que no le conté lo que pasó con Saskia hace dos días; ignoré sus mensajes con tal de evadir el tema. Mierda, ¿por qué no se quedó en casa también hoy?
Saco una leche Hershey's de mi mochila, con ella detrás de mí.
—Me es raro verte sin compañía —comenta ella, sentándose conmigo en la banca.
—Debo acostumbrarme otra vez. —Succiono de la pajilla, sintiendo la fría leche recorrerme la garganta; creo que necesito más azúcar para mantenerme despierto.
—Primera semana y tu novia te deja.
Me quedo en silencio, bajando la vista hacia mis patines. Tan sólo recordar lo que sentí cuando me dijo la palabra "hermano" me da una punzada en el pecho: estaba abusando de la confianza que me otorgó, siendo egoísta por perseguir mis intereses y violar los de ella, los cuales no implicaban un noviazgo conmigo seguramente.
Si realmente hubiese querido salir con ella, lo hubiese pensado desde que la conocí, como me ha pasado con mis exnovias. Pero jamás me he sentido tan atraído hacia una amiga.
—No es mi novia —musité. Sí, oficialmente, Saskia era un caso perdido para mí. Nunca deseé tan fuerte a ninguna chica.
—Eh, ¿por qué no?
He tocado este problema sólo con Otabek desde ayer.
Tú: Tuve miedo. Le eché a perder todo (ᗒᗣᗕ)՞
Beka: Jamás creí que te arrepentirías a último minuto.
Tú: Ni yo lo tenía previsto ( •᷄⌓•᷅ )
Beka: Pienso que deberías darle una segunda oportunidad. Tal vez le gustes dentro de algún tiempo.
Beka: ¡Yo los quiero ver juntos! ₍₍ ◝(●˙꒳˙●)◜ ₎₎ ♥♥♥
Pero me pregunto: ¿cuánto es "dentro de algún tiempo"? Podrían ser años, y en esos años, puede que nos dejemos de ver.
En la esquina, los niños principiantes aprenden a patinar. Uno de ellos se resbala y se golpea las rodillas. Se quedó apoyado sobre sus manos, siendo incapaz de levantarse. Veo un adarme de frustración nublar sus ojos azules. Ese niño me recuerda a Saskia el día en que ella decidió rendirse; él también podría desear eso.
Dejo la caja de leche a un lado, me quito la cubierta y voy hacia el niño, quien tiene los ojos llorosos por la desesperación.
Sin decir nada, le extiendo la mano. Él la mira dudosamente, pero la toma. Nuestras miradas se cruzan por algunos segundos: yo también fui como él, yo tropecé múltiples veces, y ahora me encuentro aquí, apoyándolo. ¿Podría ser yo buen entrenador? Es decir, de personas que inician desde 0. Saskia sólo necesitaba una pequeña motivación, y eso era la felicidad.
—спасибо (Gracias) —farfulló con inseguridad.
—Trata de estar más atento —le aconsejé, pasando mi mano por su cabello castaño oscuro.
—Dmitri —lo llama una compañera de clase, sostenida de la valla.
Dmitri parece haber arriesgado su cuerpo para separarse de la clase, decidiendo ir a buscar su equilibrio en los patines por sí solo. Por la rebeldía se comienza. Puede que Dimitri sea nuestro próximo enviado a los Juegos Olímpicos.
—¿Qué fue eso? —cuestiona Mila, alcanzándome en la pista. Yo veo a Dmitri regresar a su clase; quita sus manos de la valla por escasos segundos.
—Necesitaba ayuda —me excuso, encogiéndome de hombros.
—Estás extrañamente amable. O muy evasivo. —Pongo los ojos en blanco—. Ya dime qué pasó con Saskia.
Fruncí el ceño, tragándome un líquido amargo que subía por mi garganta. Sé que un rechazo amoroso no es razón por la que deba sentirme abatido, pero me duele saber que no puedo hacer nada para que Saskia se quede aquí por el resto de su vida. Temo estar solo otra vez.
—Te lo diré en la salida —contesté.
Tal vez unos cuantos golpes más hagan que me olvide del asunto.
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¡Hola! Perdón por la demora de este capítulo. Tenía que ver nuevamente el episodio 3 de Yuri on Ice para escribir el nombre de los saltos, y yo soy un poco distraída ¯\_(ツ)_/¯
Lo importante es que ya lo terminé de escribir. Espero que les haya gustado (∩˃o˂∩)♡
-Oli
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Breaking the ice
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado hasta dónde te puede llevar tu inseguridad después de una caída?, ¿volverías a subir a la misma copa del árbol, el que una vez te dio una vista hermosa, pero ocasionó que te fracturaras un brazo? Cuando menos, Saskia no...