Muchas veces sintió un temor hacia su padre inexplicable, cada que la golpeaba y la encaminaba a su alcoba en medio de las agresiones, pues en más de una ocasión escucho el cuchicheo en la cocina "solo espero que no le haga algo a la niña porque es su hija pero ese hombre es perverso" Su niñera Madie interrumpió una ocasión en la que ya tenía 13 años justo cuando entraba a su habitación había sacado a Ivett de la misma y quedado con la niñera adentro, parecía que castigaba a la niñera de la misma forma que a su madre las mismas ofensas, después de eso fueron a parar a la casa de lady Miranda su abuela que ahora había muerto a los 84 años, su corazón se detuvo mientras dormía.
—Es tiempo de que te cases...
Esas palabras helaron su corazón casi lo podía sentir lenta, dolorosamente como pequeñas dagas incrustándose en su corazón y paralizándonla.
Su padre lucía cansado, un poco más encorvado con 63 años pero era solo una apariencia seguía siendo aquel hombre vil y canalla que había abusado de su niñera, ahora Madie tenía en su regazo a su hermano, para su sorpresa su papá no lo despreciaba pues a él heredaría su titulo y ella solo le inspiraba desprecio. Le había ofrecido a Madie casarse con ella y casi la mata después de un desprecio público (informando delante de la servidumbre con la que pensaba reivindicarse) Madie una solterona decente que tuvo la desgracia de trabajar para él, Madie ahora con 33 años, una bendición para lady Ivett, Ivett ilusamente quería ponerle condiciones a su padre...
—¿Qué quiere decir padre...?
—Que te casarás, no te hagas la estúpida...
—¿Pero... con quien padre?
Habría querido parecer fuerte pero los ojos picaban con grandes lágrimas temía casarse y si el esposo lo elegía él, solo podría ser un anciano sádico tan cruel como su padre puesto que su progenitor era un hombre sin escrúpulos.
—¿acaso importa?
—A mi me importa pa.. Señor -desprecio eso fue lo que se apoderó de la mirada de Ivett y eso era algo que su padre no le iba a tolerar el Vizconde Zacaria Nefit le daría una lección.
—Pequeña estúpida, o te casas o ya que esa estúpida sirvienta tuya se niega a ser mi mujer tú tomarás su lugar.
La servidumbre lo despreciaba puesto que abusar de una mujer virtuosa sobre la que no tenía ningún derecho era lo peor que pudo hacer y solo de pensar que esa mujer sacrificose para que no tomase a su hija misma, no tenía ninguna duda Madie de que de no haber irrumpido aquel momento de ira y alcohol habría sido una mayor desgracia.
—Buenas tardes lamento interrumpir -dijo Madie- pero lady Ivett fue invitada a warHall de los Marqueses de Warbell.
—Óyeme bien maldita gata barata si vuelves a interceder por esta estúpida, te haré gozar tanto como la última vez.
Ivett no sabía lo que ocurriría en la intimidad del lecho matrimonial pero estaba segura que sería terrible, su padre golpeaba constantemente a su madre cuando se alcoholizaba, y después la llevaba al lecho y se podían escuchar terribles lamentos a través de el.
Un gemido ahogado escapo de ambas, ambas le tenían miedo y aunque Madie tenía carácter sabia lo que ese hombre era capaz. Moth entro...
—Milord, el sr. Garbers esta en la estancia del ala oeste esperándole para tratar un asunto importante le hago pasar. -El desprecio y odio brillo en el rostro del fuerte mayordomo de 40 años un hombre soberbiamente trabajado, que había puesto sus ojos en Madie secretamente, le hizo comprender a Lord Zacaria que bien valdría la pena matarlo antes de que Moth pudiera sorprenderle con esos aires de héroe y mártir pero tendría que esperar el momento oportuno.
—Que espere 15 minutos yo lo atenderé en el salón de té. -entonces se giro hacia su hija y ligeramente más inclinado dijo- será un placer decirle que haz declinado.
—Me casare con él, pero Madie y mi hermano se irán conmigo.
La fuerte mano del vizconde Zacaria viajo de manera veloz hasta su mejilla.
—¡No eres quien para dictar ordenes!
—Madie es mi sirvienta.
—Pero Natán es mi hijo.
—Es un bastardo -corrigió Madie- y es mío.
—Gata barata es cuestión de que hable con el rey y corrija ese detalle y te quedaras con las manos vacías. Así que te casarás y te llevaras a esta gata y también a Natán pero él volverá conmigo.
Madie palideció pero ahora lo único importante era sacar a Ivett de la casa de su padre antes de que ocurriera una desgracia irreparable.
En cuanto salieron del lúgubre despacho, Madie acompaño a Lady Ivett a quien consoló por espacio de 20 minutos que servían para ultimar su peinado y vestido para la reunión antes mencionada.
—Es lo mejor Ivett, cualquier cosa es mejor que quedarte aquí con tu padre.
—¿Lo es?¿creés que me enviara a los brazos de un príncipe azul?¿creés que acaso tendrá un momento de bondad en su vida conmigo o con alguien?
—Es mejor y bondadoso que te mande al matrimonio y no que cometa la aberración que comento en su despacho.
— ¿cómo puede existir un ser tan terrible nani?
—No lo sé, creo que él esta enfermo de la mente,es un loco.
—¿Madie, cómo es ser mujer? ¿cómo es ser la esposa de un hombre en el lecho?
Lady Ivett tenía preguntas y quería todas las respuestas pero Madie no quería dárselas hasta que estuviera los días de su boda muy cerca. Si agradecía que su padre la casará antes de que su padre hiciera con ella lo que había dicho pero...
—Cuando este confirmado tu compromiso te lo diré, ahora vamos a WarHall.
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Espero me acompañen en esta historia que espero les guste.
Acepto críticas.
Disculpen las faltas de ortografía escribo desde mi cel y a veces el corrector hace de las suyas y no puedo poner tildes.
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Sin derecho a elegir
Historical FictionIvett es hija del Vizconde Zacaria Nefilt un verdadero tirano, simplemente debe presentarse y decir si acepto, su única opción "aceptar", pero el solo hecho de querer entender la razón por la que su padre decide casarla, la hace acreedora de una te...