Caminar en la soledad que el destino le impuso suponía una amargura indescriptible, había dejado su mente vagar como una demente.
No tenía aquella esperanza de guardar una vida en su vientre, ni el amor de su amado, ni a su familia, no era suficiente las personas que estaban a su alrededor, por buenas que estas fueran; su naturaleza no era suicida y aunque ahora llegaba a entender porque algunos en medio de la desolación lo hacían, ella sabía que nunca se encontraría incluida en las estadísticas de suicidios, bien comprendía que su pena era grande y su cruz dolorosa pero reconocía que podía llevar un dolor más grande y sabía ser agradecida con la vida.
Gastón aunque le despreciara estaba vivo, respirando; su padre no había acabado con todo su mundo, tal vez no ahora pero después, podría conformarse con la idea de que Gastón fuera feliz en otros brazos, con otra mujer formando una familia... aquella que ella ya no era capaz de procurarle.
En medio de estos pensamientos siempre se colmaban sus ojos en dolor, y resentimiento, ella que por naturaleza era dulce pero también lo suficientemente inteligente como para no dejar que las culpas le aplastaran el alma.
Su padre había muerto y aun así le seguía martirizando pero no más, ahora ella estaría en la casa como administradora como dueña y señora(al menos hasta que Nathan creciera y si lograba ser buena administradora obtendría seguridad y estabilidad para los años menos gratos).
***
(Ivett)
Un día más de paz en la casa de los Moth, el tiempo transcurre a prisas, sucede que creí que Gastón me buscaría, (no, no lo esperaba, me gusta pensar en que podría suceder que es muy diferente), los días con Nathan se vuelven cortos, el dolor a veces se hace más grande a veces muy pequeño. El vientre de Madie no evidencia aún el embarazo, pero sus ojos... sus ojos brillan con una magia especial, adoro verla feliz, su felicidad me reconforta, ella es como una madre para mí por ello cuando en sus ojos adivino tristeza que sé que tengo que partir, sé que le duele ser feliz porque yo no lo soy no hay motivo para que piense así pero es tan transparente, que puede hacer ella por mí, nada que no sea ser feliz y cuando veo en sus ojos esa tristeza solo me dan ganas de huir del hermoso consuelo que supone estar a su lado.
Moth es todo dulzura a mí me regala con pequeñas palmadas en la cabeza como si fuera una niña, si yo tuviese una hija querría que Gastón la tratase como Moth me trata a mí. No, no estoy cayendo en un pozo sin fondo, estoy entrando a un pacifica resignación de las cosas que no pueden ser en la vida. Me levanto temprano mi aspecto no es tan malo, ya mis ojos no están tan hundidos tal vez aún están ojerosos pero ya no lucen atormentados tal vez un poco tristes, tal vez estoy algo delgada pero como regularmente. Incluso he logrado hacer una rutina saludable, me voy con Moth a la tienda, convivo y sonrió con la gente; es un lugar lindo para vivir, es un lugar seguro.
Volveré a la casa de mi padre, no ahora pero volveré y me alimentare de estos días, volveré cuando nazca el hijo de Madie... Estoy pensando demasiado, llegara alguien a la tienda la dejara vacía y entonces encontrare un motivo para pensar en un suicidio, no lo puedo creer he encontrado en un mis labios una media sonrisa, no la veo pero puedo sentirla, está ahí, cada vez son más frecuentes y más naturales.
-Buenos Días.
-Buenos días. -Genial, me ha visto.
-Se ha sonrojado.
-En serio, -creo que podría haber dicho cualquier cosa pero decir "en serio" no me ha ayudado.
- Lo único que lamento es que esa sonrisa no tenga nada de que ver conmigo.
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Sin derecho a elegir
Ficção HistóricaIvett es hija del Vizconde Zacaria Nefilt un verdadero tirano, simplemente debe presentarse y decir si acepto, su única opción "aceptar", pero el solo hecho de querer entender la razón por la que su padre decide casarla, la hace acreedora de una te...