57 Una vida hermosa

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Natán le sostuvo la mira largo rato en un reto silencioso, esa actitud era debido a sus nervios pero Moth no lo justificaba, lo veía tener reacciones como esa y debía corregirlo  puntualmente sino quería tener un muchacho malcriado.

Pronto Natán bajo su mirada al ver cierta decepción en la mirada de su padre.
— Me disculpare mañana, ya se ha ido.
— Te disculparas ahora.
Le señaló la puerta y Natán salió de escena.

— Dígame cuáles son sus intenciones al venir a esta casa, sr. Garbers -dijo con el mismo tono con el que le hablo a Natán.

— Yo no deseo importunar la paz de su bello hogar.
— vaya al grano señor Garbers, no es usted un hombre de rodeos, ni yo tampoco, no deseo intervenir siempre y cuando usted actúe como un hombre razonable. Necesito saber qué debo esperar de su visita, no creo que venga usted personalmente a entregar el acta de divorcio a Lady Ivett.

— Yo vine por Ivett, quiero su perdón. La amo.

Moth hizo una mueca acompañada de un risa cargada de incredulidad y sarcasmo.
— Demoró mucho en aclarar sus sentimientos sr. Garbers, ¿Por qué hasta ahora? Ivett...
— No me importa nada de lo que ha pasado o haya hecho. Me importa nuestro mañana juntos, solo eso, no preguntaré ni reprochare.

No lo dejo que continuará temiendo que hablará de la relación con aquel hombre que obviamente tenía algo con ella, pero Ivett lo amaba, lo sentía,   no renunciaría a ella a pesar de dolor que suponía que ese hombre...

— ¿De qué pasado habla sr. Garbers? -el aire del lugar era denso la insinuación de Garbers llevó a Moth a un estado de ira, nada normal en él.

— De nuestro pasado incluyendo este día, nuestro presente a partir de mañana y el futuro es lo que cuenta, no cometeré la estupidez de alejarme de ella nunca más.
— ¿Y qué es exactamente "nunca más" para usted señor Garbers?, por qué la dejó a solo unas semana de casados y luego después de la fatídica pérdida de su bebé, espero no herirle con mis palabras; aprecio mucho a Lady Ivett por ello me atrevo a cuestionarle aunque no tenga derecho alguno. ¿Qué sucederá en ese futuro del que habla? Sólo Dios lo sabe pero... nos enfrentamos continuamente a todo tipo de situaciones que nos rebasan y con todo respeto no quiero saber qué Lady Ivett reciba una golpiza cada que esas adversidades aparezcan, que la abandone o la corra de su casa.

Gastón tomó aire hasta sentir que se habían llenado al triple de lo que parece normal, este se parecía a lo que Lady Warbell le había dicho en WarHall y no estaba dispuesto a llorar nuevamente explicando la agonía que supone vivir el resto de su vida sin Ivett.

— Le agradezco desear el bienestar de mi esposa, le agradezco que tenga un interés real sobre su futuro, Ivett es mi futuro, mi vida, mi existencia y estoy tan enamorado de ella como usted de su esposa, solo que usted es un hombre inteligente y yo soy solo un idiota que no ha sabido manejar mis emociones, mis sentimientos y que después la culpa no me dejara acercarme a ella, he sido un desgraciado pero un desgraciado que mataría por Ivett, por protegerla, quería protegerla de mi pero ya no puedo mantenerme lejos de ella, sin sentir que muero lenta y dolorosamente cada vez que respiro.

Moth sonrió apenado por los errores de Gastón.

— Ivett es la única que puede decidir, solo te pido que decida lo que decida lo respetes.

Hablaba como un padre protector y eso le agradaba Gastón, solo deseaba que no la persuadiera para mantenerlo alejado ya que había demostrado ser un incompetente para amarla.

Se escuchó el llanto de un bebé, Moth salió seguido de un Gastón vulnerable con el sentimiento a flor de piel de querer un bebé en sus brazos al que llamar hijo así que, se sintió no tan seguro al subir tras Moth al llegar al pasillo se encontró a Natán con Adele. Por algún motivo sintió que le faltaba el aire, se disculpó con los presentes...

Sin derecho a elegirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora