49 oportnidades

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Gaston...
Aquella tarde mientras caminaba me encontré a una linda pelirroja que conocí meses atrás recién llegado, era el tipo de mujer que yo deseaba llevar a la cama, no es que pudiera olvidar o ignorar el atractivo de una mujer pero ya no impactaba en mis deseos como antes, la chica coqueteó deliberadamente a la vez que encantadora, tenía ese aire de coqueteo natural sin llegar a ser vulgar, traía un vestido verde bastante atrevido para combinar con el color de su piel pero no por ello dejaba de ser agradable la suspicacia de la misma, pasaron en mi cabeza muchas imágenes algunas que surgieron la primera vez que la vi, otras fabricadas a razón de esfuerzo en ese momento, las primeras fueron agradables producto de saludables pasiones y un mundo sin demasiadas expectativas, una chica interesante, un buen perfil, ahora era imaginar la idea de esa mujer con un hijo en brazos, un hijo mío, luego no importaba en ella sino cualquiera ¿era tan importante ser padre para mi? sí, ¿importaba a caso quien fuera la madre? tal vez un poco...

Las imágenes de un rostro agolparon interrumpiendo mis cavilaciones, su cuerpo, la intimidad, me interrumpí en ellas y busque muchos otros recuerdos...

Ivett
Me sorprendió lo rápido que el entusiasmo de Gabriel se había esfumado y como se perdía en los corredores a la mínima oportunidad, me habría dolido un poco más el orgullo de tener un interés sentimental hacia él, y más hipócrita sería no reconocer que como mujer necesitaba esas atenciones que nadie más me había procurado antes de casarme, su permanente mirada de anhelo se había esfumado y el alimento a una incipiente vanidad ahora agonizaba reclamando atenciones(al menos en su cabeza) hasta que lo comprendió; Gabriel no era tonto y no pensaba pasar sus días mendigando un cariño que no recibiría, lo comprendía y muy bien, lo consideraba inteligente, educado y coherente. ¿Por qué yo no podía ser algo coherente? ¿Que la inteligencia no iba de la mano con la coherencia? Yo me considero inteligente(educada, lo suficiente) a caso es que creía que no volvería a recibir las atenciones de un caballero... Se instalo en mi mente aquel caballero por el que había dejado la paz del hogar de los Moth, por que deseaba las atenciones de un hombre, ¿es qué mi amor por Gaston desapareció?

Estoy segura que lo que siento por él no lo sentiré por nadie más pero... por alguna razón necesito las atenciones y el cariño que me demostraba Gabriel...

****
Ivett no admitió en voz alta las inquietudes que había dejado instalada en ella Regional Travis que tenía un tacto experimentado y por el cual Madie considero necesario hacer regresar a Ivett a Worfoll. Definitivamente no estaba lista para admitir que un hombre diferente a Gaston era capaz de despertar sus instintos de mujer, ni mucho menos afrontar un situación de cortejo, en el caso de que las cosas fueran en aumento la situación podría tornarse no solo peligrosa en más de un sentido, sino confusa, también en más de un sentido.

Gaston estaba cada vez más consiente de que no importaba nada en su vida, nada era tan trascendental como su breve tiempo unido a Ivett, Eliot se había ausentado por viajes de negocios aunque estaba al corriente de los sucesos entre la pareja optó por no estirar demasiado la tela para eso tenía a Cynthia y una vez que las aguas se calmaran pondría solución al asunto si es que aun quedaba algo por resolver, por experiencia sabía que a Gaston las cosas le tomaban más tiempo.

***

Gaston
Aquella noche fue una tortura, una ventisca arrasaba a su paso las hojas y las elevaba hasta el cielo yo era un simple espectador las hojas jamas volvieron a tocar el piso para cuando mi vista volvió al suelo y derredor no había nada, todo y nada, ahí estaban los árboles, el pasto, las bancas, el establo, los caballos pero en realidad nada era igual, a todo le faltaba algo y yo sabía que jamás nada en la tierra y en mi vida sería igual, todo había perdido irremediablemente su esencia para siempre...

Desperté agitado, empapado en sudor, vulnerable, consiente, muy a mi pesar deberé admitir que asustado, no era el primer sueño que tenía así pero este era más real.

¿Qué me mantenía alejado de ella?
¿La vergüenza de mis actos, la culpa, las heridas, la locura? ¿Era mi orgullo, mi dignidad, mi estupidez? ¿Era mi egoísmo, el qué dirán o el conjunto de todo? Seguir con estas estúpidas cavilaciones no tenia final, ni aportaba descanso a mi atormentado corazón, solo podía recordar la leve cojera de Ivett; el contacto, confianza y cercanía de Gabriel con mi esposa, la descendencia perdida, esta última en estos días por alguna extraña razón ya no parecía tan importante y algo más angustiante, una temible quimera acosaba mis noches pero no solo mis noches sino mis días, mis horas, minutos y segundos, lograba dominar mis temores, pero la quimera crecía de manera descomunal, yo lo sabía, tarde o temprano debía enfrentarla, enfrentarme a mi mismo y a la realidad.

****
Ivett

El tiempo ha transcurrido lento y letal, Gabriel a vuelto a mirarme, su fugaz deslumbramiento por la joven del servicio se ha ido, la fiel Christine no perdió oportunidad de cuidar por mi nuestros intereses (por no decir el objeto de mi indignación); se convirtió momentáneamente en medicina, otras en veneno, otras ni lo uno ni lo otro, el tiempo se volvió lento, torpe y pesado, traicionero y taimado, aunque puedo deducir recientemente que tengo mala memoria por que el tiempo siempre es así, pero lo había olvidado.
Por ahora una creciente ansiedad recorre mi mente e incluso mi cuerpo es una dualidad interesante con la que no contaba y que no reconoceré en voz alta pero... Christine no necesita que yo piense en voz alta, a veces no la soporto cuando parece mi conciencia aunque, en honor a la verdad no es que desee de mí corrección más bien todo lo contrario y eso me preocupa, he hecho maletas y pronto vuelvo con Madie, no ví ni como y ya estoy en camino, tengo sentimientos encontrados.
Es posible experimentar la felicidad más profunda y, la inquietud más extraña, no lo sabia pero mi piel tiene memoria una bastante traicionera...

Si bien soy capaz de recordar un sin fin de eventos poco satisfactorios de aquí de allá, hay algo en mi etapa de mujer que mi piel con vida propia no me deja olvidar... Hay noches en las que despierto inquieta anhelante, otras más bien llorosa, poco a poco lo malo se ha ido, las culpas, los miedos, las inhibiciones.

Se ha quedado conmigo todo lo hermoso y maravilloso que experimenté con Gaston, mis tardes con Lady Ladina tienen mucho, poco y nada de humor dependiendo del tema, y más de nostalgia, parezco una viuda, una anciana viuda recordando y anhelando todo lo vivido con mi amor que jamás volverá.

Mientras me acercó a la casa de los Moth me pregunto si aun estará, sí, lo admito pienso en ese hombre, el sr. Travis que ha logrado inquietarme con su tacto y la vez me lleno de miedo de lo que puede y no pasar...

Hola.... Les pido mil disculpas por mi larga ausencia y demora, me preocupa que abandonen la historia he tenido inconvenientes, pero me niego a entusiasmarlos con un la idea de un capítulo y que solo sea la confirmación de mi ausencia, les pido continúen conmigo hasta el final, dejen sus comentarios, y sus votos si es que les gusta lo que publico, de antemano les agradezco su apoyo y espero no decepcionarlos.

Sin derecho a elegirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora