Hola chicas este capítulo es de muchos eventos prometedores espero les guste y espero sus críticas.
Ivette recibió con entusiasmo a Leiber y pregunto por la salud de la familia del pueblo vecino, se enteró que los mellizos nacieron sanos y fuertes.
Moth prometió volver en unos días, estaba trabajando en una bodega de madera y también en una taberna puesto que debía juntar el mayor dinero posible para su futura familia, y hacer amigos en ese lugar sería bueno pues sería más fácil averiguar sobre los planes de Nefilt.Leiber supo por Borwhick que Ivett recibió visitar pero su esposo seguía sin aparecer le parecía cómico que ayuda de cámara sufriera mal de amores.
—Me gusta es eso de... risa, de risa es que usted quiera enamorar a la mujer de su primo.
—Borwhick no abuses, en realidad me basta con ganarme su amistad para poder fastidiar al imbécil de Gastón.
—¿ Y si la chica se enamora?
—Ya está enamorada... De él -dijo algo molesto.
—Ya deberías perdonarlo. Además Ivett está en juego, ya no solo se trata de él, ella no es una mujer más a su lista ella es su esposa.
—Por eso, por que con ella se quedará y con ella mi recuerdo punzando no su corazón pero si su orgullo, es obvio que no se siente ni ligeramente entusiasmado con esta chica no es de su estilo.
Bajó las escaleras y se encontró con una adorable Ivett con vestido blanco
—Es un precioso día para esta renovación del jardín Natán ha de estar corriendo por ahí.
— Yo voy para allá.
—Vamos.
Leiber giró hacia el despacho.
— Hacía allá no hay salida al jardín.
—¡Ah! Cierto, lo que pasa que voy por un libro de medicina experimental que ví en el despacho de Gastón.Ivett estaba tan roja como un tomate y no le costó trabajo adivinar que Gastón sedujo a su mujer ahí antes de irse. Lo menos que quería era que pensará en él.
Meditó en el camino si realmente él quería seducir a Ivett, aunque ella no era el tipo de mujer que a Gastón le gustaba, ojos verdes, cabello rizados cintura pequeña, preciosa piel de porcelana. No ella no era un mujer para mantenerlo interesado, pero su sentido de pertenencia bastaba para molestarlo, en realidad era realmente bonita al natural y en la boda realmente era glamorosa como ninguna, sí, algo instalado en el pecho (envidia)... que tenía Gastón de especial para merecer una mujer así, no tenía nada de lo que la moda marcaba pero era simplemente encantadora, su sencillez, su dignidad y su alegría corriendo con el pequeño diablillo. Llegó al jardín y se dispuso a leer cuando sintió a Natán cerca, algo se traía, sentó en la silla de al lado.
— Hola Natán.
— Hola Leiber. Leiber alzó una ceja ante el tono tan familiar como el que le habló como si fuera su igual o incluso alguien inferior.
—Generalmente me llaman Doctor, médico, Sr. Incluso solo por mi apellido Meizu pero pocos, muy pocos me llaman Leiber así nada más.
Parecía que no dejaría de monologar sobre la forma de dirigirse que tienen las personas hacia él, pero fue interrumpido por Natán con algo de obviedad y fastidio.
—Shi claro, pero nosotrros somos familia. Si eres prrimo de Gastón y de Vevet, también eres mi primo ¿no?Leiber dejo salir el aire lentamente y dibujo unas de las más bellas sonrisas que podría mostrar al mundo. Una sonrisa natural una sonrisa bondadosa y llena de esperanza nunca había deseado tanto una familia propia.
—¿Natán que haces? - moría por escuchar la respuesta.— ¿No esh obvio prrimo? Estoy leyendo el peliocolo.
—¿ El qué?
—El peliocolo ¿qué no ves?
Leiber comenzó a reír mientras Ivett trataba de disimular su risa trato de mirarle de manera reprobadora.
—Leiber no es justo que te rías, el habla muy bien para su edad aunque algunas palabras como periódico se le dificultan y aunque no sabe leer muy bien tiene una buena caligrafía.
—Por eso estoy orgulloso de él, muy pronto llevará el apellido Nefilt.
Lord Zacaría llego de manera imprevista era acompañado por el ama de llaves que notó que Ivett se puso algo nerviosa.
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Sin derecho a elegir
Ficción históricaIvett es hija del Vizconde Zacaria Nefilt un verdadero tirano, simplemente debe presentarse y decir si acepto, su única opción "aceptar", pero el solo hecho de querer entender la razón por la que su padre decide casarla, la hace acreedora de una te...