32 el viaje

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Zacaria tenía previsto hacer de las suyas llevarse al niño y a Madie para no levantar sospechas, rápidamente para cuando Ivett regresará sería muy tarde a ella le recordaría viejos tiempos antes de dejarla tirada como lo que era a sus ojos basura.

- Tienen que esperar por ella en el jardín mientras yo entretengo a Natán ella hará una maleta pequeña para indicar que desea alcanzar a Ivett.
- Entendido.
Los hombres de aspecto temerario de mediana edad y de experiencia en esos menesteres salieron de carruaje.

El chofer informo a Moth de la extraña entrevista con los hombres de mal aspecto. En la tarde siguiente, todos sabían ahí que Zacaria era listo y Moth ya había sido informado de que Ivett estaría fuera de la campiña que estaría en WarHall y que no sabía cuánto tiempo permanecería en la ciudad, todo dependía del esposo y por seguridad de Madie y Natán, corría el riesgo de que su esposo decidiera que su estancia en la campiña ya no fuera necesaria y que Zacaria Nefilt aprovechará. Así que decidieron que Madie se quedará en la campiña con Natán y Christine asistiera a Ivett en el viaje, cosa que a la chica le encantó, era el primero que hacía en su vida.

Moth logro averiguar quienes eran los tipos que Zacaria contrato, efectivo así que no había opciones debía tener alguien también de su lado y debía estar dispuesto a matar o era morir y dejar a Madie y a Natán a merced de ese desgraciado. En su trabajo de había fortalecido mucho después del cansancio inicial ahora se sentía más brioso más fuerte y capaz y en la taberna encontró al aliado indicado, un ex policía jubilado hábil con contactos y disponibilidad ya que creía en la justicia y repudiaba el nepotismo. Así que pusieron manos a la obra imponerse al título de Nefilt no era fácil tendrían que dejarlo hacer pero a los otros no, así que acabarían mal heridos y después a la cárcel.
Los días previos al sábado fueron de mucha acción para los que tenían planes, los malhechores conociendo el lugar, Moth esperando al retirado policía en su labor detectivezca de seguir a los secuestradores y saber cuáles serían sus movimientos. El tener listo pasajes ropa, dinero y la mente fría. Estar alerta e informado con los de la casa, Zacaria lo había descartado por completo y eso era un gran ventaja.

Ivett pasó las tardes muy familiares, se creo un lazo con Leiber a través de Natán ahora que todos eran "primos" jugaban por las tardes, el doctor parecía estar de vacaciones, pero se preparaba para un viaje hasta londres con el tío Eliot después de llevar a Ivett a WarHall. Todos en la casa la pasaban bien algo inquietos al principio, pero al saber que Gastón su esposo iría al encuentro de todos estaban más tranquilos.
Madie no tanto,el tipo de Borwhick era siempre de los detalles, así que siempre dejaba un trozo de canela y una pequeña flor por las mañanas en la puerta de Madie.
Lejos de ganar sus favores ella parecía indignarse, ella tenía su propia maleta hecha, si Ivett no volvía en 3 días ella debía partir, antes de que Zacaria la encontrará sola y expuesta, no estaba dispuesta a dejar que se llevará a su hijo ahora solo lamentaba la ausencia de Moth. No deseaba casarse pero si su resguardo hasta que estuviera en un lugar seguro con lo que Ivett le había dado y lo que ella tenía ahorrado, bastaba para empezar. Ya fuera un pequeño ingreso o en lo que conseguía trabajo.
Gastón por su parte estaba impaciente, había trabajado arduamente en algunos​ libros de Eliot, trabajo con el abogado también adaptándose a su deberes como esposo y jefe de familia, entrevistando a varios hombres y mujeres para mejorar el servicio de la casa.

El viernes por la tarde Moth mando una nota a Borwhick avisando que necesitaba que no descuidara a Natán ni por un parpadeo mientras estuviera cerca de alguna puerta o ventana, así que Borwhick dijo a Leiber que lo alcanzaría el domingo, Madie durmió tranquila ignorante de lo que Zacaria pretendía, de la tregua entre Moth y Browhick, ni del futuro que le depara apartir de ese momento.
Ivett se levantó muy tarde, bueno a las 9:00 y justo entraba al comedor salía Leiber chocando con su pecho. Leiber la sostuvo del los brazos ya que parecía desorbitada.
- Prima has perdido el desayuno.
El perfume de cítricos envolvió a Ivett y aunque él era guapo, oliera bien, tuviera una voz seductora y de pilón un tacto suave, suspiro deseando que ese fuera Gastón, entonces sus ojos se sintieron mojados, Gastón ahora representaba dolor y decepción, soledad y vulnerabilidad, donde estaba el hombre que debía cuidarla aguardando por ella en una fiesta para darle gusto a la vieja ladina Lady Helen probablemente la regresaría al otro día. Entonces se encontró con que Leiber adivino sus pensamientos y la envolvió un abrazo consolador, limpió a la chica no merecía ser tocada de otra forma y aunque el fuera un seductor no era un infame ni mucho menos tonto, pues terminaría con un buen bofetón.
- Ivett, Gastón es un idiota, un redomado idiota por dejarte aquí, pero si hoy no te lleva con él, podemos pedir que anulen el matrimonio y te casas conmigo.
Él le regaló una sonrisa de suficiencia y ella le devolvió una igual para decir.
- Este matrimonio se ha consumado.
- Muera pues como un soldado y cásate conmigo.
- No creo que a Gastón le gustaría escuchar eso.
- Sin duda no, pero él no está aquí, vamos Ivett - la llevó a la mesa y le observo comer- sabes sé Qué no eres el tipo de chica que le daría celos a su esposo con su primo pero...-Hizo una pausa para que ella viera su mirada traviesa, anunciandole que a él sí que le gustaban los problemas y más si incluían hacer rabiar a Gastón- mi primo necesita valorarte y si yo digo algo como "me habría gustado conocerte primero" o "esperaré con a ver su entierro para ver contigo el mundo entero"...
- Te partirá la cara.
Jalo aire conteniendo su última frase para soltar una carcajada.
- Sí, eso, mucho de eso y sabes por ti sería un placer, y acto seguido, se volverá loco cuidando que no me acerque de nuevo a ti.
- ¿Por qué?
- Por que es un idiota inseguro.
- No, me refiero a por qué te gusta molestarlo.
— Más bien deberías preguntar por qué le gustó a él molestarme a mi.
- ¿Cómo te molestaba?
Otra vez contuvo aliento para al final decir.
- Con su sola presencia Ivett.
Ella sonrió.
- Bien no me lo digas, algún día lo sabré.
- Hazme un favor.
- Cual?
- Cuando Gastón muera, cásate conmigo.
- Leiber eres peligroso para todas las mujeres, suerte que seas mi primo.
- Suerte es que estés enamorada de él.
- ja, ja, ja. Leiber eres imposible.
- Ivett enserio quiero que me hagas un favor, no temas a Gastón por mi, pero cuando lleguemos a la fiesta permíteme el primer baile.
- ¿Creés que sea buena idea?.
- Sí, el merece una lección , sea la razón que sea por la que te dejo aquí estos días, a mi no me engañas. Se lo merece.

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