Los cuatro llegaron a un puerto, donde Lestrade había localizado el coche que estaban buscando.
-El coche lo alquiló ayer por la mañana un tal Ian Monkford. -les informó Lestrade -. Un tipo que se dedicaba a las finanzas. Pagó en efectivo. -comentó mientras caminaban hacia el vehículo -. Le dijo a su mujer que iba de viaje de negocios y nunca volvió.
-¿Todavía sigues con él? -le preguntó Donovan a John, acercándose, bajo la atenta mirada de Cora.
-Si... es mi compañero. -respondió John.
-Y ahora con esa nueva amiguita vuestra... -dijo Sally, interrumpiendo aJ ohn en el proceso -. Los polos opuestos se atraen, pero en el caso de esos dos frikis diría que es lo contrario. Son tan parecidos... Tanto que da grima.
-¿No te ha dejado Cora bien clara la situación? -preguntó John, haciéndole recordar la discusión de hacía unos minutos -. Y para que te quede aún mas claro Donovan: Cora es la sociable y amable de los dos, así que no esperes más tratos de amabilidad por su parte si sigues molestando a Sherlock.
Donovan cerró la boca ante la respuesta de John y no dijo nada más. Sherlock seguía analizando el interior del coche, donde se podía ver un liquido rojo.
-Antes de que preguntes, sí, es sangre de Monkford. -dijo Lestrade -. El ADN concuerda.
-¿No hay cadáver? -preguntó Sherlock, tras sacar su cabeza del interior del vehículo.
-Aún no. -respondió Donovan, quien se había acercado a Lestrade, aún con los orificios de la nariz taponados con papel higiénico, para parar el sangrado producido por el puñetazo.
-Que envíen las muestras al laboratorio. -dijo Sherlock tras alejarse de ellos. Lestrade hizo un gesto a Donovan, quien se marchó de allí. Después de alejarse de Lestrade, Sherlock se acercó a una mujer que había cerca del vehículo, a unos pocos pasos -. Señora Monkford...
-¿Sí? Lo siento... Pero ya he hablado con dos policías. -dijo la mujer con un tono triste.
-No somos de la policía, somos...
-Sherlock Holmes. Un viejo amigo de su marido... -dijo el detective, interrumpiendo a John. Cora alzó una ceja de forma divertida, pues notaba el fingido tono de tristeza de su compañero -. Nos... Nos criamos juntos. -añadió Sherlock.
-No... No le conozco. -dijo la mujer del hombre mientras negaba con la cabeza -. Creo que no le mencionó nunca.
-No puede ser... Seguro que sí. -dijo Sherlock mirando por un breve instante a John, quien se encontraba a su izquierda -. Es terrible ¿verdad? Es decir, no puedo creerlo, si le vi el otro día... -añadió aún con ese falso tono de pena -. El mismo día de siempre, sin preocupaciones...
-Perdone, pero mi marido llevaba meses deprimido. -dijo la mujer, sin un tono de pena aparente, el cual había sido reemplazado por uno de molestia-. ¿Quién es usted?
-Es muy raro que alquilara un coche... ¿Por qué lo haría? Es un poco sospechoso. -dijo Holmes mirando a la mujer frente a él.
-¡Claro que no! Olvidó pagar el impuesto de circulación, eso es todo.
-¡Ah, claro! Muy de Ian... -dijo Sherlock con una breve sonrisa -. Eso era algo muy suyo...
-No, no lo era. -dijo la mujer con un tono ofendido.
-¿Ah, no? -preguntó Sherlock, ya con su tono habitual de voz -. Interesante. -añadió, alejándose del lugar en compañía de John y Cora. Tras pasar el cordón policial, John comenzó a hablar.
-¿Por qué le has mentido?
-A la gente no le gusta contarte cosas, les encanta contradecirte. -respondió Sherlock, mientras dirigía una leve mirada hacia la pelirroja que caminaba a su izquierda -. Tiempo pasado, ¿te has fijado?
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Mi Hilo Rojo del Destino (Sherlock)
FanfictionSiempre apartada de la gente corriente, ella pensó que jamás encajaría en ninguna parte... Él siempre pensó que los sentimientos eran un veneno, una desventaja, una debilidad,... ¿Seguirán ambos pensando eso tras llegar a conocerse? ...