Sherlock estaba apuntando al chaleco de las bombas que estaba en el suelo, a pocos centímetros de Moriarty, los lasers rojos de los francotiradores apuntando a los tres amigos, mientras que la pelirroja trataba de mantenerse consciente con cierto esfuerzo. La situación era demasiado tensa para Cora, quien observaba impotente cómo Holmes seguía apuntando al chaleco sin que le temblara el pulso. Moriarty esbozó una sonrisa por unos breves instantes, su mirada no dejando de observar a Sherlock, como si quisiera provocarlo para hacerlo apretar el gatillo. Tras unos minutos sin pronunciar ni una sola palabra, en la piscina se pudo escuchar el tono de llamada de un teléfono, con la canción "Staying Alive" de los Bee Gees. Al escuchar esa música, Sherlock comenzó a observar los alrededores de la piscina, en busca de cualquier altavoz. John también buscaba a su alrededor, sin embargo, su mirada se centró únicamente en Moriarty. Holmes miró a John y a la pelirroja, en busca de alguna señal que confirmara la procedencia del sonido, pero tras darse cuenta de que el sonido no provenía de ellos, el Detective Asesor volvió su vista hacia Moriarty, quien acababa de poner una expresión de fastidio.
-¿Te importa si lo cojo? -preguntó Jim, con un tono algo agudo y meloso, pero que evidenciaba su molestia ante semejante interrupción tan poco acertada.
-Faltaría más... Tienes el resto de tu vida. -respondió Sherlock, negando deforma leve con la cabeza.
Jim metió la mano en el bolsillo de su pantalón y cogió su teléfono móvil. Tras unos segundos, pasó su dedo por la pantalla táctil y descolgó la llamada.
-¿Diga? -preguntó, esperando la respuesta de su interlocutor, la cual no se hizo esperar -. Si por supuesto, ¿qué quieres? -contestó, para después girarse hacia Sherlock y gesticular un "lo siento", al que Sherlock respondió, gesticulando un "no importa". Cora se recostaba en la pared del lugar, aún tratando de enfocar su vista en Sherlock y Moriarty, pero eso le estaba costando horrores, puesto que, a pesar de haber estado bajo el agua y de que ésta hubiera evitado su desangramiento, ahora volvía a sangrar de forma considerable, y debía concentrarse en presionar la herida con su chaqueta, la cual estaba mojada. Moriarty se había girado hacia la pared de la piscina (de espaldas a Sherlock), mientras su interlocutor lo informaba acerca de lo que deseaba.
-¡Repite eso! -exclamó, girándose de improviso, haciendo que Sherlock frunza el ceño y que John lo mire de forma desagradable -. Repite eso. -exigió -. Y si me mientes, te encontraré y te desollaré...
Sherlock dejó de prestar atención a Moriarty por unos segundos para fijar su vista verdosa en Cora, quien estaba más pálida a cada momento. El sociópata se la quedó mirando durante unos instantes, observando como sus pálidas y temblorosas manos presionaban la tela de su chaqueta contra la herida del abdomen.
-(Si no actuamos deprisa sufrirá una hipotermia severa, además de una perdida de conocimiento instantánea por la perdida de sangre.)-pensó Holmes, tras deducir el estado lamentable en el que la joven se encontraba. Tras unos segundos, volvió su vista a Jim.
-Espera. -dijo Moriarty, para después poner en espera la llamada y apartar el teléfono de su oreja. Tras unos segundos alzó su vista hacia Sherlock y por un momento sus ojos se posaron en la pelirroja. Avanzó unos pasos hacia el chaleco de bombas, lo que hizo a Sherlock volviera cargar su arma para disparar -. Lo siento. Hoy no vas a morir... -dijo Jim, haciendo una leve prolongación de la palabra "morir".
-Oh, ¿te han hecho una oferta mejor? -preguntó Sherlock, con una voz serena y llena de calma.
-Tendrás noticias mías Sherlock... -amenazó Moriarty, para después dar la espalda a los tres amigos y comenzar a caminar hacia el lugar por el que había entrado la primera vez -. Si tienes lo que dices tener, te haré rica. Si no... me haré unos zapatos contigo. -comentó, tras re-colocar el teléfono en su oreja, con la intención de continuar la conversación que había dejado en espera. Antes de salir por la puerta, Moriarty chasqueó los dedos, los lasers de los francotiradores desapareciendo, esta vez, de verdad.
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Mi Hilo Rojo del Destino (Sherlock)
FanfictionSiempre apartada de la gente corriente, ella pensó que jamás encajaría en ninguna parte... Él siempre pensó que los sentimientos eran un veneno, una desventaja, una debilidad,... ¿Seguirán ambos pensando eso tras llegar a conocerse? ...