Todo amaneció en una total calma en el 221-B de Baker Street. La pelirroja de ojos carmesí comenzó a despertarse lentamente por los rayos de luz que entraban por la ventana de la habitación.
"Es la primera vez en dos años que sueño de esa forma... con él.", pensó la pelirroja aún adormilada mientras se levantaba con calma. Estiró el brazo derecho para despertarse del todo, cuando se topó con el torso de un hombre a su lado. "Espera... ¿Esto es...?", pensó Cora antes de mover su mano una vez más, palpando el torso que estaba en el lecho, a lo que escuchó una fuerte respiración. Ante aquella respiración, los ojos carmesí de Cora se abrieron con pasmo y observó el rostro del hombre que estaba a su lado. "Oh Dios mío... ¡No ha sido un sueño después de todo!", pensó la joven de ojos carmesí mientras admiraba el rostro de Sherlock, quien de pronto abrió los ojos.
–Lo siento, ¿te he hecho daño? –le preguntó la pelirroja al detective mientras lo observaba.
–No, no te preocupes. –replicó Sherlock, dedicándole una sonrisa a la joven–. Aún estoy algo adolorido... Estuve en Serbia el otro día y tuve un desagradable encuentro.
–¿Qué pasó? –inquirió Cora, pasando lentamente la yema de sus dedos por los cardenales y las heridas.
–Acabé siendo torturado. –le respondió con soltura el detective.
–Madre mía... –musitó la pelirroja–. ¿Y cómo lograste salir de ahí?
–Le dije a mi torturador que su mujer lo engañaba con su vecino. –dijo Sherlock–. Y Mycroft estaba allí.
–Espera... ¿me estas diciendo que Mycroft estaba allí, contigo? –inquirió Cora, confusa.
–Así es...
–Así que Mycroft lo sabía... Sabía que estabas vivo... –comentó la pelirroja en un tono serio, cruzándose de brazos.
–Sí. Lo sabía, ya que fue él quien me ayudó a organizarlo todo.
–Claro... Cómo no me di cuenta antes... –dijo Cora con un tono irónico.
–Lo siento... –comentó Sherlock algo culpable, acariciando el brazo de la pelirroja.
La mujer de ojos carmesí se cubrió con la sábana, intentando taparse los senos.
–De modo que Mycroft no movió un dedo para ayudarte mientras te torturaban... –dijo la pelirroja mientras se calmaba, observando a Sherlock a los ojos.
–Nope... Esa es la clase de hermano que tengo... –indicó Sherlock con un tono irónico.
–Ya lo sé. –dijo la joven, sonriéndole, antes de ponerse seria–. Explícame cómo lo hiciste.
–¿Cómo hice qué?
–Ya lo sabes: cómo averiguaste el plan de Moriarty y evitaste tu muerte.
–Ah... Bueno... –dijo Sherlock algo nervioso, pues no sentía que la joven estuviera preparada para oírlo.
–Por favor. Quiero saberlo. –rogó Cora–. Por favor, Sherlock... Necesito saberlo...
El Detective Asesor suspiró y se recostó mejor en la cama, observándola con sus ojos azules-verdosos.
–Bien. Trataré de explicarme. –comentó antes de tomar aliento y comenzar a contárselo todo–. ¿Recuerdas el juego rítmico de Moriarty? ¿El que hizo con sus dedos?
–Lo recuerdo... ¿Qué tiene que ver?
–Al principio pensé que era Código Binario, pero eso habría sido demasiado decepcionante por su parte. –replicó Sherlock, respondiendo a su pregunta–. En el Laboratorio de Barts tu me diste la pista necesaria para dar con la clave.
ESTÁS LEYENDO
Mi Hilo Rojo del Destino (Sherlock)
FanfictionSiempre apartada de la gente corriente, ella pensó que jamás encajaría en ninguna parte... Él siempre pensó que los sentimientos eran un veneno, una desventaja, una debilidad,... ¿Seguirán ambos pensando eso tras llegar a conocerse? ...