él volco mi vida

La duda; la lluvia.

(t/n): ¡chicos! ¡He vuelto con la comida!- grité mientras entraba en el estudio donde ensayaba la banda, con un par de bolsas de comida de los restaurantes favoritos de los chicos.

Gustav: ¡genial! Me estaba muriendo de hambre.- salió de su pequeño espacio insonorizado directo a las bolsas.

Georg: si (t/n), gracias, no sé cómo nos las arreglábamos sin ti...- me dio un beso en la mejilla y se puso a rebuscar en las bolsas igual que Gus.

(t/n): bill, ¿sabes algo de enma? La he estado llamando pero no contesta.- enma se había subido en un avión hace unas horas para volver a España, como los chicos empezaban la gira la semana que viene y ella con el pequeño Bruno no podía estar de país en país pues decidió irse, así sus padres podrían conocer al pequeño en persona y me ayudaría desde allí con la boda que de momento seguía en pie, y digo de momento porque tom lleva dos días sin dirigirme la palabra más allá de lo necesario y eso me hacía hervir la sangre y me ponía de muy mala ostia.

Bill: si, llegó hace un rato a su casa, me dijo que el vuelo normal, que Bruno solo se había despertado al despegar y al aterrizar, no hablamos mucho porque quería estar con su madre y contarle todo o eso me dijo.- bill me sonrió y yo le guiñé un ojo y le señale a tom con la cabeza, el solo encogió los hombros y yo rodé los ojos.

(t/n): bien, vamos a comer...- comencé a sacar toda la comida de las bolsas.- para Georg mexicano.- le pasé su comida y él se relamió.- para bill ensalada de su restaurante favorito.- se la coloque delante de él.- Gustav para ti, tus amadas costillas con salsa barbacoa, y para tom,-miré pero no estaba sentado en su sitio.- tom, ya estamos a la mesa ¿puedes sentarte?..- pero no me contestaba.- ¡TOM!- como si le estuviera hablando a la pared.

Bill: tom, estamos esperando por ti para comer...

Tom: ¿mmm?- ¡ahora si se giraba! Yo lo iba a matar.

(t/n): ¡AGGGG! – cogí lo primero que pille y se lo lancé, con tan buena puntería que le di en la cabeza, suerte que lo que cogí solo era un trozo de pan.-¡ a bill sí le contestas!.

Tom: ¿estás loca? Me podrías haber hecho daño.- dijo mientras caminaba hacia mí frotándose la nuca.- y no me tires cosas...

(t/n): ¿y tu tienes 5 años? ¡Para andar con el jueguecito de no dirigirme la palabra!- realmente estaba enfada, primero porque no me hablaba y segundo porque no me decía el porqué, pero de hoy no pasaba, tom me lo iba a decir aunque se lo tuviera que saca a golpes.

Tom: si no te dirijo la palabra, ¡será porque no quiero!- se cruzó de brazos.

(t/n): creó que yo no te he hecho nada...- le tiré ahora con uno de los cojines del sofá pero no le di.- ¡nada! Para que no me hables.- le tire con otro cojín, esta vez con más puntería y le di en la barriga.

Tom: ¡QUE NO ME TIRES COSAS! – recogió los cojines del suelo y los dejo en su sitio.- ¿quieres saber que me pasa?

(t/n): ¡SI! ¡Gracias! Por fin...

Tom: ¿chicos podéis dejarnos solos?- miró a los tres sentados en la mesa mirando atónitos la escena.

Gustav: por supuesto...- recogió sus cosas y se levantó de camino a la puerta y bill y Georg le siguieron.

Bill: espérame Gus...

Georg: no queremos que la sangre nos salpique.

(t/n): ¿y bien?..- yo esperaba con los brazos en la cintura y la respiración agitada a que tom escupiera todo lo que tenía que decir.