él volco mi vida

Lo prometí.

-¡wow! – todos estábamos con las servilletas en la mano moviéndola mientras sonaba una canción de electro y nos llegaba el tercer plato del menú.- a ver si de este plato podemos comer algo.- le comente a Tom y él se rio cómplice ya que de los primeros casi no habíamos comido nada, entre regalos de la gente, besarnos y bailar.

- ¡oye (t/n)! – me grito Bill desde la otra punta de la mesa. - no nos habías informado de toda esta juerga, desde luego es España sabéis montar una buena...

- ya te dije una vez querido cuñado, que para saber lo que es una buena juerga tenías que vivir una en España y más con mis amigos. - Tom se rio y yo cogí mi copa con el vino y me levanté. - ¡Que vivan los invitados! – y alcé mi copa.

-¡QUE VIVAN! – todos en el salón gritaron al unísono y brindaron conmigo.- ¡QUE SE BESEN, QUE SE BESEN! – aprovechando el momento otra vez el popular canto, pero como era de esperar Tom y yo no podíamos hacerles el feo y nos besamos.

- ¿preparada para otro regalo? – me dijo Tom y yo miré con la boca llena a mi alrededor, a lo lejos venían hacia nosotros unas tías lejanas mías y me levanté, como Tom no se levanta le di un golpe en el brazo. - tranquila, tengo hambre. - se metió un poco de comida en la boca y se levantó.

- (t/n) estas guapísima...

- gracias ¿está todo bien?

- si tranquila, solo veníamos a darte esto. - mi tía me entregó un sobre en el que seguramente habría dinero y yo se lo entré a Tom.

-thank you, gracias...- les dijo Tom y al ver la cara de mi tía al escuchar oír hablar a Tom en ingles no pude evitar reírme, pero en realidad era normal, la mitad de la gente que había allí no conocían a Tom ni habían hablado nunca con él. - ¿y estas son?

- ni idea, creo que primas lejanas de mi madre. - me encogí de hombros. - recuerda que la lista de invitados la hizo mi madre. - y de repente nuestro camarero ya venía a recogernos el plato.

- ¿ya? – pregunto Tom con cara de pena, comió unas cuantas pinchadas rápidas del plato y dejo que el camarero se lo llevara. - tengo más hambre que antes de empezar...- yo me reí pues también pensaba lo mismo.

- por cierto, me encanta tu elección de venir sin corbata ni pajarita, estas muy sexy. - le comenté a Tom y le guiñé un ojo.

-sabía que te gustaría, tú también estas jodidamente buenorra, Bill me conoce muy bien...

- ¿Cómo sabes que fue idea de Bill? – me asombre, yo no se lo había dicho a nadie.

- porque ha sido el único hombre de toda la sala que no se ha impresionado al verte...- yo me reí y a la vez me sonrojé, me encantaba que Tom me piropeara.

- te quiero...- me acerque a él y junte nuestros labios.

El resto de la comida pasó relativamente serena, veía a toda mi gente que reía y se lo pasaba bien y eso me hacía estar feliz. Cuando llegaron los postres, y mientras la gente se los comía Tom y yo dimos nuestros regalos a los invitados; para ellas un frasco de cristal donde dentro había todo lo necesario para hacerse la manicura, una lima, dos esmaltes, un poco de algodón y un poco de quita-esmaltes y para ellos una pequeña botella de alcohol con su respectivo refresco, también decidimos regalar un "kit de resaca" que consistía en una botella de agua y una aspirina y también para el que quisiera había puros (típico de las bodas españolas) y alpargatas para que los invitados se deshicieran de sus incomodos zapatos y todos bailaran libre y cómodamente.