Lucero era una mujer fuerte, siempre lo había sido. Pocas cosas lograban mellar su integridad y nada la descontrolaba o casi nada. Solo una cosa era capaz de alterarla, un recuerdo metido en lo mas hondo de su mente, por años se esforzó en borrar aquella imagen luchando con espantarla de su cabeza y casi lo había logrado...hasta hoy...
Ocurrió en la mañana, ella se encaminaba a su trabajo en las oficinas de su madre.Lo había visto de reojo y casi se desmaya de la impresión, como un espectro del más allá que se materializaba ante sus ojos...
Alto, de piel bronceada, poderosos brazos y un pecho amplio y fuerte que apenas cabía dentro del traje ejecutivo que vestía.
El hombre la miro y por un instante creyó que la vería, pero no fue así, pasó frente a ella como si nada y siguió su camino. Ella lo vio subirse a una camioneta negra y alejarse.No se movió, no podía, como era posible que se hubieran encontrado así y el ni siquiera notara su presencia? o lo que era peor... si la vio y solo decidió ignorarla...
Lucero sintió que la rabia la invadía, algo amargo se instalo en su garganta amenazando con ahogarla... el mismo sentimiento de vacío que sintió años atrás, la golpeo como un puño.O tal vez no la había reconocido. No era tan imposible, 10 años era demasiado tiempo y ella había cambiado. La mujer que era ahora distaba mucho de la que era en ese entonces, una niña alegre y llena de ilusiones que se enamoraba por primera vez. Y el se había apartado de su vida como si tuviera la peste, solo una vez se había dejado llevar por los instintos....una vez...
-No vale la pena preocuparse- Se dijo a si misma-Es solo una coincidencia desafortunada.
Con esto en la mente se adentro en el edificio de la empresa de su madre.* * * * *
Fernando paro el carro frente a su casa y luego de activar el mando para abrir la puerta entro en el garaje. Una vez dentro dejo escapar el aire que no sabia que había estado conteniendo.No lo podía creer, era ella, después de tantos años estaba ahí, real y palpable. No un producto de su imaginación sino una real casualidad. Cuantas veces la había recordado, cuantas veces se había despertado en la noche imaginando el calor de su cuerpo junto al suyo, cuantas veces busco el sabor de sus labios en otra boca sin hallarlo sin que ninguna otra mujer le llenara como ella .Cuantas veces la había deseado. Muchas... demasiadas.
El siempre estuvo rodeado de mujeres hermosas, mujeres de mundo que estaban más que dispuestas a brindarle compañía sin ningún tipo de compromisos ni reclamos del día siguiente. Mujeres frívolas y completamente vacías. Esa era la vida de un actor tan famoso como él, Pero, a el le gustaba esa forma de vivir y no pretendía cambiarla...Entonces, no comprendía porque su mente se empeñaba en recordar aquella muchachita de ojos marrones y pelo largo y rizado. Una niña de hermoso rostro y sonrisa angelical...
Eso era...no podía olvidar su sonrisa. Una sonrisa limpia y sincera que le había taladrado el pecho la primera vez que la vio.
Estaba parado en el pasillo de la empresa televisora para la que ambos trabajaban. El la había visto antes en televisión y sabia que ella tambien lo conocia pero jamás se habían cruzado, hasta ese día. Ella era asediada por los medios que querían saber de su nuevo disco y ella les contestaba amable pero evidentemente aburrida.
A el le pareció que se estaba fastidiando con tanta pregunta y decidió intervenir.-La señorita les seguirá contestando mas tarde- dijo en tono serio- ahora dejen que me la lleve.
La tomo por el brazo y casi a rastras pero suavemente la saco de allí. Pudo oír a su espalda el murmullo de los periodistas que insinuaron algo acerca del infierno y los gusanos.Con grandes zancadas y sin mirarla un instante la llevo a una de las oficinas.
Ella lo miro sorprendida.
--Que te pasa?- le había dicho ella con las manos en la cintura y elevando el mentón.
-- Es asi como agradeces?--Fernando se fijo en su postura. No sabia si ella lo hizo por arrogancia o simplemente para poder verle a la cara ya que el era mucho mas alto que ella. Una ligera sonrisa asomo a sus labios pero no la dejo salir--Solo te rescate de esos buitres.
-Esos buitres- le dijo Lucero acercándose un poco- te van a hacer picadillo con lo que acabas de hacer sabes?-se acerco más a el y simulando una pistola con los dedos toco su frente-Bang! Serás fiambre de Colunga!-
Entonces sin apartar la mirada le sonrío ampliamente mostrando sus hermosos dientes.
Fernando sintió como si le clavacen un objeto punzante en el estomago y una calida sensación lo invadió haciendo estragos en varias partes de su anatomía. Le devolvió la sonrisa y ella alejándose unos pasos hizo ademán de salir, se detuvo y se volvió a mirarlo, le dijo "gracias" pero sin pronunciar las palabras solo movió los labios y luego salio.Fer se quedo ahí parado sin dar crédito a lo que acababa de ocurrirle, el un hombre maduro y de mundo se sintió mareado por el encanto de una muchachita que era todo candor y dulzura...
no estaba bien....no estaba nada bien....