Fernando salio de casa de sus padres en su coche. Miro al asiento del pasajero y sonrio. Habían tres paquetes: Uno balón de football, una set para hacer joyas de juguete y un ramo de rosas.
Viro a la derecha y en un segundo estaba parqueado frente a la casa. Bajo del coche y tomo los paquetes, camino sin prisa hasta la puerta y toco el timbre. El ama de llaves de Lucero le abrió.
--Buenas tardes
--Sr. Colunga como le va?
--Bien Gracias, y la señora?
--Esta adentro. Pase usted
--GraciasFernando entro y camino por el pasillo hasta que sintio que algo se apoyaba en su espalda y se detuvo.
--Arriba las manos—Fernando sonrió al oír la voz infantil—esta es propiedad privada y debe pagar el derecho de estar aquí.
--Por favor señor!—Fernando fingió suplicar—No me mate tengo cinco hijos
Se oyó una risita y un carraspeo
--Póngase de rodillas y suelte lo que lleva en las manos
--Hasta les flores?
Silencio...
--Dije que si hasta las flores?
--Esas las puede conservar—Fernando se giro y le dio el frente al niño
--Sabes lo que te conviene eh?
--Mi mami me mataría si se arruinan—el hizo un gesto con los manos—porque son para ella verdad?Fernando asintió y se pregunto como sabía que las flores eran para la madre. Entonces le dio la mano y el se la estrechó. Luego Fer le preguntó por Lucero.
--Esta en el estudio con la nena quieres venir?—el niño le tiro de la mano, lo remolcó por el pasillo y se detuvieron frente a la puerta—Esta abierto pero—Susurro el chico—Debes entrar en silencio, mi mami esta ensayando
--Gracias por el consejo—Fer le hablo en el mismo tono—Por cierto—le paso el balón—esto es tuyoJosé Manuel le sonrío y le dio las gracias. Fernando giro el pomo de la puerta despacio y la abrió un poco. La nena estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas y perecía hechizada. De pronto la voz de Lucero le acarició los oídos.
Fue arriba entre los sueños
Entre dormidos y despiertos
Nuestras almas se encontraron
Y se amaronFernando abrió más la puerta y entonces la vio. Estaba sentada frente a la nena con una guitarra en las manos y los ojos cerrados Se veían hermosa en ropa de deporte y con el pelo en una coleta. La niña se giro y abrió mucho los ojos al verlo. Fer le hizo una sena de que guardara silencio y la nena asintió con sonrisita cómplice.
Fernando no entendía la actitud de los niños. Ellos lo conocían pero no es que le tuvieran tanta confianza y menos que lo trataran así. Despacio se acercó mientras ella seguía cantando.Como el sol en cada día
Tu vida entro en la míaFer se sentó al lado de la nena y miro a Lucero. Sus dedos rasgaban la guitarra con firmeza y sus labios se movían al cantar. A El le dieron ganas de besarla, y si no lo hizo, fue solo porque la nena estaba presente
Como una telepatía
De amor...oh oh oh oh...--Pues tu telepatía no te ha funcionado muy bien hoy
Ella abrió los ojos y casi se desmaya
--Fer!—miro a la nena y esta le sonrío—Señorita luego hablamos de esto
--No la culpes—La nena miro a Fernando y este le tocó la carita—yo le pedí que hiciera silencio.Fernando se puso de pie y la dio una mano a la nenita para ayudarla a levantarse. Lucero siguió en el suelo. Temía que si se ponía de pie sus piernas no la sostendrían.
--Esto es para ti—le paso el set de joyas a la niña—no se si te gustara
Ella sonrió y se abrazo a una de sus piernas
--Gracias principito!
--Principito?
--Es así como te llama ella—Lucero finalmente se paró—recuerdas porque?
--Si—Dijo Fernando pensando en el día que la fueron a visitar al foro—así que principito eh?
Lucero le sonrió y Fer la paso el ramo de rosas.
--también te traje algo.
Ella las tomo y hundió la nariz en ellas.
--Gracias no tenías que molestarte.
--No es molestia—se toco el bolsillo de su chaqueta—acá tengo algo mas para ti.
Abrió la palma y Lucero vio una cajita de colores
--Son chicles?
--Si—el le guiño un ojo—ya se que los adorasElla sonrió ampliamente y Fer se le acercó demasiado. Ella le puso una mano en el pecho y señaló a la nenita que ahora estaba otra vez sentada, con el contenido de su regalo desparramado en el suelo.
Fer la miró y suspiró resignado
--Aunque—Lucero lo miro a los ojos—Podemos arreglarlo
El le sonrió y ella se agacho junto a al niña
--Nena—esta la miró—Nos dejas un momento a solas? Es que Fer y yo tenemos que hablar algo de personas mayoresLa niña le sonrió y Lucero la ayudo a recoger todo. Se levantaron juntas y la madre le abrió la puerta. Al nena salio dejándolos solos. Lucero cerró la puerta pero no se giró, pudo sentir a Fer acercarse y sus sentidos se dispararon. Siempre era lo mismo. Sus cuerpos parecían estar conectados.
El puso ambas manos contra la puerta y ella sintió el calor de su cuerpo en la espalda cuando la apretó. Fer la besó en el cuello y a ella le corrió la sangre por las sienes.
Fer siguió besando su cuello y ella se giró lentamente hasta darle el frente. El descendió la cabeza hasta tomar sus labios entre los suyos.Ella gimió de genuino placer y se abandono a besarlo. El calor los invadió a ambos y Fer presiono su rígida anatomía contra el cuerpo de Lucero y ella pudo darse cuenta de cuanto la extrañaba.
Muy bien era su culpa. Ella había sacado a la nenita propiciando así el quedarse a solas con el y ahora debía pagar por eso. Fer la besaría hasta le extenuación y no podrían llegar hasta el final pues estaba en su casa y detrás de esa puerta estaban sus dos hijos pequeños.
Pero, aun así, lo dejo besarla. Era maravilloso lo que estaban haciendo y luego que el se preocupara por tranquilizarse. Fer la alzo del suelo y ella abrió los labios para que la besara más profundamente.