Capitulo 61

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Alguien le estaba jugando una broma.
Si eso debía ser.
Solo así se explicaba Fernando que ese hombre estuviera en casa de Lucero a esas horas.
Sus ojos recorrieron su figura yaciente en el sofá.

Miro al hombre parado frente a el y frunció mas el ceño

--Buenas noches—le dijo Fernando
--Buenas noches—contesto el hombre sin sonreír—supongo que vienes a verla a ella—se giro un poco para señalarla—esta dormida.
--Si--Fernando la miró nuevamente, estaba ataviada con su bata rosa. Tenia el pelo revuelto y en efecto parecía dormir—ya veo
--Si quieres...la despierto
--No—Fernando odió la expresión de satisfacción que había en los ojos del ex marido de Lucero—No hace falta.

Se giró sobre sus talones para marcharse y oyó que la puerta se cerraba tras de sí.
Caminó unos pasos y se detuvo.
Que estaba haciendo?
Se iba a marchar dejándola a solas con ese hombre?

Lo pensó un instante.
Seguramente ella tenía una buena explicación para tener a su ex marido en su casa a esas horas y en ropa de dormir. Solo Dios sabía como necesitaba que se lo explicara.

Volvió a girarse y desanduvo sus pasos. Se paró frente a la puerta. Hizo ademán de tocar pero por alguna razón adivinó que estaría abierta. Giró el picaporte y asomó la cabeza.
Lo que vio lo dejó helado.

El ex estaba arrodillado frente al sofá sosteniéndole las manos a Lucero. Ella estaba recostada en su hombro y parecía muy a gusto. No podía ver muy bien su cara por la penumbra, pero si veía sus siluetas.

En ese instante Lucero alzo la mirada y lo vio.
--Fer?—Pestañeó varias veces para despejar su cabeza. Se había recuperado del mareo pero cuando intentó incorporarse se había vuelto a marear y ahora Manuel la estaba sujetando—eres tu Fer?
Pensó quedarse en silencio pero algo lo empujó hacia el interior.

--Si acá estoy—escupió las palabras y ella notó un dejo de rabia contenida en su voz—aunque veo que no me esperabas.
--Fer yo no—Lucero se dio cuenta de lo que estaba pensando—Manuel explícale que nosotros no...
--Oh claro que no!—Manuel se puso de pie y miro a Fer con desprecio—No tengo nada que decirle a este.
--Que?—Lucero no podía creer lo que estaba pasando—No dejaras que crea que...
--Que crea que?—el ex miró a Lucero—que estoy acá porque voy a pasar la noche contigo?—Miró a Fer con una sonrisa retorcida—Es exactamente lo que voy a hacer.

Fernando sintió como si un animal viscoso le subiera por la garganta. En ese momento comprendió porque asesinaba la gente.
Mil formas de matar a un ser humano inundaron su mente en un segundo.
Apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

--Por Dios Manuel!—Lucero se paro frente a Manuel y lo miró incrédula de su actitud—Que pretendes?
--Si—dijo Fer pero sin gota de emoción en la voz—que pretendes?

--No pretendo nada—el hombre se encogió de hombros—estoy diciendo la verdad.
--Si pero sonaste como si fuera...--Ni siquiera podía decirlo—Y tu no vas a "pasar la noche conmigo" solo estas aquí porque...porque—Miro a Fer—el no va a pasar la noche conmigo!
--Oh Ya veo!—dijo Fernando iracundo—y por eso esta vestido con ropa de dormir?

Lucero fue a decir algo pero volvió a marearse, Fer la sostuvo. Estaba pálida y ojerosa.
Fer la empujó suavemente hacia el sofá y la hizo sentarse. Ella lo miró a los ojos, suplicante.
--Ya ves lo que logras?—Manuel trato de apartar a Fernando de Lucero pero este lo agarro del cuello y lo alzó en el aire.
--Si vuelves a tocarme te juro que...

--No!—Lucero trató de calmar a Fernando pero no podía hallar las palabras para explicar—el vino por los niños!!
--Si—dijo Manuel con una mueca irónica—vine por mis hijos pero ellos ya están dormidos así que me quede por ella.
Fernado lo alzó mas y Lucero hubiera jurado que estaba a punto de lanzarlo contra la pared.
--Ya basta Manuel!!
--Esto no tiene sentido!!—Fernando miró a Lucero, seguía sosteniendo al ex en el aire—Espero que me lo expliques porque no lo comprendo.
--Ya bájalo Fer
--es lo que quieres?
--si—le puso la mano en el hombro—es lo que quiero.

Fernando tomó aire y bajó a Manuel de una manera no muy delicada. Este se alejó unos pasos. Quería poner distancia entre ellos no fuera cosa que al otro se le ocurriera pegarle.
--Iba dormir aquí si o no?—Fernando miró a Lucero—dímelo por favor
--Si
Se giró y se encamino a la puerta. Lucero lo siguió.
--adonde vas?
El se detuvo pero no la miró
--Mejor es que me vaya
Abrió la puerta y salió a grandes pasos.

Lucero lo siguió hasta el jardín.
--No por Dios Fer!—volvió a sujetarlo del brazo—todo esto tiene una explicación.

Fernando la miró a los ojos, no estaba enojado pero lo que vio Lucero en ellos la asustó.
--No es lo que piensas
--No estoy pensando nada. No quiero pensar nada.
--Debemos hablar
--Si pero no ahora—abrió la puerta del coche y subió—Lo haremos después.
--Bien—Lucero dejó caer los hombros y le dio la espalda.
Fernando la miró, casi deseó que se girara nuevamente. Esperó, espero diez largos segundos, pero ella no se giró.

Entonces se marchó.
Lucero oyó el sonido se sus neumáticos al alejarse y algo le atenazó la garganta. Sintió el escozor de las lágrimas pero no lloró. Manuel estaba adentro y no debía verla llorar.

Se dirigió a la casa y entró. El seguía de pie en medio del salón. Ella lo ignoró y se dirigió a las escaleras.
--Mejor que se fuera—Lucero se detuvo. La rabia la inundó y estuvo a punto de gritarle sus verdades, ahí mismo, pero se contuvo—ese tonto no te merece.
--Cállate Manuel!!!—ella se acercó a el chispeando de rabia— esto es tu culpa!! la única razón por la que no lo dejé que te matara es porque mis hijos están durmiendo allá arriba!!Así que lo mejor es que te marches
--Pero y tus mareos?
--Ya me las arreglare!
--Está bien me voy—se encaminó a la escalera pero se detuvo--Si te quisiera de verdad no se habría marchado.
--Lárgate de aquí ahora!!!
--Bien!

Subió a cambiarse y bajo a los pocos minutos. Lucero seguía de pie frente a la puerta.
Manuel salio dejándola sola.
Esta cerró de golpe la puerta y se dejó caer en el sofá.
Porque no había detenido a Fer?
Sabía la respuesta pero le costaba admitirla.
Le había dolido que el desconfiara de ella al punto de pensar que su ex estaba allí por ella. Cierto que Manuel no había hecho nada para borrarle esa impresión a Fer, pero el debió creer en ella sobre todas las cosas.
Y si eso era lo que el pensaba, talvez se debían plantear que tipo de relación tenían.
A lo mejor el amor no era tan fuerte para resistir esta clase de cosas. Y si era así, quizás no debían estar juntos después de todo.

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora