Capitulo 30

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Fer siguió besándola y ella sintió recorrer fuego líquido en sus venas. La puerta hizo un sonido quejumbroso ante el asedio de los cuerpos de ambos y Lucero abrió los ojos. Ahora el le besaba el cuello y su pelo le hacia cosquillas.
--Fer...
--Mmmm...?
--Fernando!
--Que!?
El levantó la cabeza y la miró a los ojos. Estaba agitado y tenía marcadas las venas en la cara.
--Debemos parar—Ella se la acarició las mejillas—mis niños están allá afuera recuerdas?
--Si—le tocó los labios con el pulgar—talvez mas tarde
Volvió a besarla y la soltó

Lucero se acomodo el cabello que se había escapado de la coleta. Abrió la puerta y le hizo una seña de que salieran. Fernando pasó a su lado y ambos salieron al pasillo y caminaron hasta la sala. Lucero se sentó en el sofá y lo invito a acompañarla. Fer se dejó caer junto a ella y el le dedico una de aquellas sonrisas que la mataban.

--Pensé que dijiste que nos veríamos en New York?
--No podía esperar—se puso tan cerca que no dejo espacio entre ella y el brazo del asiento—te extrañaba mucho
De eso no le había quedado la menor duda
--Y viniste derecho a verme?
--Me gustaría decir que si pero—le acomodó un mechón de pelo que volvió a escaparse de su coleta—pase antes a ver a mis padres.
En ese instante se apareció el ama de llaves
--El señor se va a quedar a cenar?
Lucero miro a Fernando buscando su reaccion.
--Puedo?
--Si quieres
--Si, quiero
Lucero se volvió al ama de llaves
--Y los niños?
--Están en el jardín
La mujer se retiro a la cocina.

--Quieres venir al jardín conmigo?
--Si claro
Ambos se pusieron de pie y salieron.
Los niños estaban jugando con el balón que Fer le había traído a José Manuel. Este pateaba y la nena trataba de atajarlo.
Cuando se dieron cuenta que su madre estaba allí vinieron corriendo a su lado.
--Mira mami—el niño le mostró el balón—este me lo trajo el príncipe
Fernando sonrío al oír el sobrenombre en boca del niño
--Wow! Esta divino
El niño miro a Fer
--Quieres que juguemos?—el niño puso el balón en el suelo—la nena no es muy buena en esto
La niña le saco la lengua a su hermano y Fer soltó una carcajada.
--Las mujeres son malas para el football
--A si?— Lucero se puso las manos en las caderas y lo miro iracunda—te quieres apostar?
Fernando se puso frente a ella
--jugamos?
--Bien—ella casi pego la nariz con la suya—José y tú y la nenita y yo
Empezaron a jugar y pronto Lucero tuvo que admitir que no se le daba bien esto del football. Al cabo de un rato se sintió agotada y se sentó en uno de los sillones que había bajo un árbol.

Se sentía contenta pues sus niños se reían a carcajadas. Fernando perecía un niñito grande correteando de un lado al otro del jardín y pronto el juego se convirtió en otro de atrapar a quien estuviera cerca. El alzaba a la nena y José Manuel hacia un puchero al no poder alcanzarla pero luego reía y seguía jugando.

De pronto algo la hizo dejar de sonreír.
Fernando era bueno con los niños pero no tenia los suyos propios y ella talvez no podría dárselos. Había averiguado el asunto y le habían dicho que era difícil que volviera a concebir.

Lo bueno era que no era imposible y ella estaba decidida a hacerlo. Claro, primero debía esperar a que saliera lo de su divorcio. Y mas importante aun, debía saber si realmente estaba había el chance de que pudieran estar juntos. Por eso no le iba a decir nada. Debía esperar.
Aun así, sonrió al pensar que talvez podria darle un hijo a Fer.

Luego del juego los niños subieron a darse un baño y fer y Lucero se refrescaron la cara también. Después cenaron y al terminar la nena sugirió que vieran una película.
--Seguro que es "La bella durmiente"—le susurró José a Fer—Es la que más le gusta.

El niño tenia razón, esa precisamente fue la que puso la nena. Jose Manuel se sentó junto a su madre visiblemente aburrido pero se resignado a ver esa misma película por enésima vez

Y Fer de pronto se vio sentado en la alfombra viendo una película infantil, con un tazón de palomitas de maíz en una pierna y la cabeza de la nanita apoyada en la otra.

La película termino y Fer bajo la cabeza. La nena ya dormía. Le hizo una sena a Lucero y esta se puso de pie pero Fer fue más rápido y en un momento ya tenia a la niña en brazos. Lucero se inclino y le tocó el hombro a José Manuel, este se movió somnoliento y se puso de pie. Ella se puso sus bracitos en la cintura y le dijo a Fer que la siguiera. Acostaron a los niños y volvieron a la sala.

--Tus hijos son adorables—le dijo Fer una vez que estuvieron sentados—y no se porque, pero hoy me trataron distinto
Ella le sonrió
--No es cierto, siempre han sido así contigo
--Talvez pero hubo algo diferente
--Que cosa?
--Es como si me tuvieran más confianza
Lucero lo pensó un momento y luego le dijo
--Antes vivían conmigo y su papa, ahora, el no esta
--Y eso que tiene que ver?
--Talvez ya no te ven como una amenaza—Ella se puso de pie y Fer la siguió—mis niños son despiertos y entienden bien como son las cosas contigo
--Acaso les contaste que tu y yo...?
--les dije que talvez te verían de vez en cuando por aquí
Fernando se sorprendió ante sus palabras.
--No me mires así—Lucero le tocó el pecho—no les conté que me haces cosas que en público no se pueden decir
--Y que si no estas tu tampoco las puedo hacer?
Los dos se carcajearon.
--Ya debo irme--Fer le rodeo la cintura y la beso
--Te veré mañana
--si
Lucero recordó algo de pronto
--Fer
--si
--Sabes porque estaba ensayando?
--Por?
--Tengo un concierto para los maestros en Hidalgo
--Genial!
--Quieres venir?
--Me encantaría.
Fer le dio un beso fugaz antes de despedirse.

Y no sólo la acompaño al concierto, sino que el mismo la llevó y llegó con ella tomada de la mano. Varias personas se los quedaron viendo pero a Lucero ya no le importaba tanto eso. Había decidido que si ellos eran amigos no importaba que los vieran ir y venir por ahí. Juntos.

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora