Capitulo 54

543 48 3
                                    

El trayecto a México le pareció eterno. Solo eran tres horas de vuelo pero a Fer se le hizo una eternidad. El ansia de llegar lo consumía y en lo único que podía pensar era en ver a su bonita.

Se acomodó en su asiento. Sus ojos empezaron a cerrarse. No quería dormirse pero había sido un largo día de trabajo y en realidad estaba bien cansado. Parpadeó para espantar el sueño pero al fin lo venció.

Soñó algo bien raro. Una vocecita lo llamaba a la distancia, vio a Lucero con sus dos hijos de la mano. A su lado caminaba la madre de ella con otro niño en brazos. El nene levantó la cabeza y le sonrió, extendió la mano hacia el pero no podía tocarlo. Habló para que lo escucharan y se detuvieran pero el grupo seguía su marcha y cada vez se alejaba más.

Debió hablar en voz alta pues su compañero de asiento le tocó el hombro

--Se encuentra bien?
Fer abrió los ojos y lo miró.
--Si, estoy bien
--Perfecto
Fer le sonrió y se volteó a ver por la ventana
Había sido extrañó. Lo asaltó la angustia de pensar que tal vez a ella le había pasado algo.

--Nena—Lucero movió a la niña por décima vez—Despierta debes irte a tu cama
La nena se volteó y le dio la espalda. Últimamente había adquirido la costumbre de dormirse en su cama y cada vez era más difícil hacerla volver a su cuarto.
--Lucerito!
Con un mohín la niña deslizó el trasero y se bajó de la cama pero no se fue. Sino que se acostó de panza y con la barbilla sobre el borde de la cama. Su carita sonriente.
--Mami
Lucero la miró y se lleno de ternura.
--Si?
--El visitante es niño o niña?
La verdad es que ella había pensado en como contarle a la nena lo del bebito. Con José Manuel había sido mas fácil pues era mayor pero a la niña no tenia idea de que decirle.
--Que te gustaría que fuera nena?
--Niña
--Si me lo imagine.
--Y cuantos años tiene?
--Aun ninguno
La niña la miró confusa
--Como es eso mami?
--Porque todavía no nace
--Ah...y donde esta?
Se inclinó y tomó una mano a la nena y se la puso sobre el vientre.

--Aquí adentro.

La nena sonrió.
--Adentro de ti?
--Si
La niña se quedó callada un instante y entonces volvió a sonreír.

--Mami
--Si?
--vas a tener un bebe?
Listo. Ahora debía responder.
Que Dios la ayudara.

--Si
--Y es mi hermanito también?
--Si nena.
--Y se lo puedo decir a José Manuel?
--Si quieres
La nena le sonrió y al parecer quedó satisfecha por ese momento, pues se fue a dormir, dejando a su madre con el corazón acelerado.

Fernando llegó a su casa ya muy entrada la noche. La emoción de ver a sus padres solo era superada por el ansia de ver a Lucero. Cada minuto que pasaba estaba mas cerca de verla y eso le tenía encogido el estomago. La había pensado demasiado y ya le dolía la cabeza del esfuerzo.

Abrió con sus propias llaves y entro sin hacer ruido. Por la hora que era sabía exactamente donde estarían sus padres. Se dirigió al salón y allí los encontró sentados en el sofá viendo su programa favorito.

Los observó un instante, su madre tenía la cabeza apoyada sobre el hombro de su marido y las manos entrelazadas en su regazo. Fer sonrió y una imagen de otra pareja, en ese mismo sofá, le vino a la cabeza. Eso, exactamente eso era lo que esperaba de la vida cuando hubieran pasado los años.

Se les acercó y se sentó de golpe en el sofá.
--Ya llegue!
Sus padres dieron un salto
--Fernando!—su madre lo estrechó entre sus brazos—pero que es esto?
--Sorpresa!
--Pero porque no nos avisaste—su padre le palmeó la espalda—te habríamos ido a recoger.
--Surgió de último minuto, la verdad hasta hace un par de horas no sabia que vendría.
--Y porque la prisa?

Fernando se puso de pie y se pasó la mano por el pelo. Era difícil explicarles, pues ellos no conocían todos los detalles de su relación con Lucero. Sobre todo su madre que casi nada sabía.

--Verán...—se frotó las manos—tengo que ir a ver a alguien.
--Alguien?—Su madre tenia la costumbre de ser bastante directa—quien?
--Ya hijo—don Fernando le sonrió—desembucha, es quien creo que es?
--Si—fue toda su respuesta
--Quieren decirme de que hablan?
--Mi vida—su marido la miró a la cara—seguramente Fer te lo explicará luego, cierto hijo?
--Si mama y si me disculpan, debo irme.
Fernando salio dejando a sus padres sentados donde estaban.

--Me parece que no es buena idea que vaya a verla a esta hora.
--talvez si es buena idea.
--No cariño, va a despertar a sus nenes.
El marido la miró con grandes ojos.
--Y tu como sabes que tiene hijos?
--Pues porque solo hay una mujer en este mundo que pone a mi hijo así de nervioso—le sonrió dulcemente a su marido—igual que como yo te ponía a ti.
--Todavía me pasa
--Lo se—llevó una mano a su pecho y lo acaricio por encima de la tela de la camisa—además se que mi Fer no se fue sólo al Ártico. Y si no era ella con quien mas estaba?
--Entonces también lo notaste?
--Claro, y sabes que es lo que mas me agrada de todo esto?
--No pero sospecho que vas a decírmelo.
--Que ella le corresponde.
--Como sabes que es así?
--No estoy ciega corazón— la señora acarició la cara de su esposo—sus ojos brillan cuando mira a mi Fer. Y el amor que le tiene no lo puede ocultar cuando están juntos.
--Vaya si que la has mirado detenidamente.
--Si y sabes algo mas?—la señora bajó la voz para hablarle que solo el pudiera escuchar—Ayer la vi en televisión y tenia un brillo especial en la mirada. No supe que cosa era pero, ahora acabo de caer en la cuenta de algo.
--Que cosa?
Bajó aun más la voz
--Creo que a mi Fer le espera una grata sorpresa cuando se vean.
--Quieres explicarte.
--Solo es intuición femenina.
--Me desesperas sabes?
La señora se puso de pie y dejó a su marido solo con sus pensamientos.

Fernando frenó su deportivo frente a la casa y miró su reloj. Eran las 11:30 p. m. realmente no se dio cuenta de lo tarde de que era. La casa estaba a oscuras solo iluminada por las luces de seguridad del frente. Talvez sería mejor que regresara mañana. Seguramente ella estaría durmiendo ya.
Suspiró de decepción. Talvez debió llamarla más temprano para que lo esperara. Pero la idea de sorprenderla le pareció mejor.
Ahora se daba cuenta que no lo era tanto.

Puso en marcha el motor y dio la vuelta.
Mañana.
Mañana la vería.
Por ahora la dejaría descansar.

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora