Capitulo 36

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--Me quieres explicar?
--Si nena pero será mejor que salgamos pues nos están esperando fuera.
--Nos esperan? Quienes?—Lucero estaba mas que anonadada
--No confías en mi?
--Sinceramente? en este momento... no

Le señora esbozó una amplia sonrisa y le indico la salida. Recogieron sus maletas y salieron al estacionamiento. Su madre giró en redondo como buscando algo que al parecer encontró pues le hizo ademán de que le siguiera.

Llegaron al vehiculo y un simpático chico les ayudo a subir las maletas. Abordaron y una vez dentro, Lucero miro a su madre.
--Y bien?
--relájate nena ya pronto te enteraras de todo.
--No me trates como si tuviera cinco años mama.
--Se que no los tienes, pero es mejor que te enteres al rato
--No me gusta lo que esta pasando
--Crees que haría algo que te lastimara
--jamás pero me estoy desesperando
--La paciencia es una de las mejores virtudes nena
--ya

Lucero sabía que era inútil luchar, su madre no soltaría prenda de lo que pasaba. Ella sabia que algo estaba planeando.

Luego de un leve recorrido por la afueras del aeropuerto. Lucero diviso un pequeño hangar. El vehículo se detuvo y ella vio la avioneta estacionada y a un hombre que parecía el piloto parado a un lado. Bajaron y caminaron en esa dirección.

El chico les volvió a ayudar con el equipaje y el piloto se toco el quepis una vez estuvieron junto a el.
--Señoras—fue todo lo que dijo y una vez estuvieron acomodados volvió a hablar—llegaremos en un rato
--A donde vamos—Pregunto Lucero
--A Orlando
--Yupi!!—gritaron al unísono los nenes
--A Orlan...--no terminó la frase pues su madre le toco el hombro—mama?
--Tranquila nena, todo esta bien.

Y media hora después aterrizaron en otro aeropuerto. Esta vez más pequeño que el anterior. Lucero estaba demasiado obnubilada para hablar, solo veía ocurrir las cosas. Todo como si estuviera observando diapositivas. "Llegar-desabordar-carro-abordar-desabordar-carro"... era una locura.

Tomaron carretera y luego de un tramo de camino que parecía interminable llegaron a un lujoso complejo hotelero.
Alguien les pidió que lo siguieran y ni siquiera les preguntaron donde iban. Solo tomaron sus maletas, les dieron llaves y les indicaron por donde subir.

Lucero siguió a su madre hasta la habitación y cerró la puerta tras de si.
--Ahora si me vas a decir que esta pasando?
--talvez
--talvez?—Lucero miro al cielo implorando paciencia—madre te das cuenta de lo que haces? Se supone que deberíamos estar en otro lado recuerdas?
La señora se encogió de hombros y contó mentalmente hasta diez.

En ese instante sonó le puerta y Lucero le dio la espalda. Estaba demasiado molesta para recibir a nadie.
--Talvez quien esta tocando te haga sentir mejor
--Madre, no estoy de humor para visitas—la señora abrió la puerta y el visitante dio un paso al frente.
--Principito!!—la nena grito eufórica y corrió a abrazarlo.
"Principito" "Dios mío"
A Lucero se le tensaron todos los músculos.
Lentamente se giró y sus miradas se encontraron.
--Fer...—El le sonrío ampliamente y ella tuvo que pestañear para percatarse de que no era un espejismo.

El se acercó unos pasos aun con la nena en brazos. Esta sonreía feliz
--Mira mami!—grito la niña y le tocó la mejilla a Fer con su dedito—vino el principito
--Si nena ya lo estoy mirando

--Ibas a irte sin decirme nada?
--Yo...
--A ver nena—la señora le quito a la nenita de los brazos a Fer no sin su respectiva protesta—Vamos a dar una vuelta por el hotel. Tu también José.
La abuela salio con un nieto en cada mano y cerró la puerta.

Los dos se miraron un instante sin hablar. Que iban a decirse? Nada y realmente de todo. Entonces, fue como si estuvieran atados por hilos invisibles que tiraban de ellos y lentamente se fueron acercando hasta que sus cuerpos se tocaron.
--Lucero
--Fer
--Porque te ibas sin decir nada?
--Yo...es decir... no pensé que te importaría
--No pensaste que me importaría?—Fernando la soltó y se alejó unos pasos—pues pensaste mal porque si que me importó.
Lucero lo miró y se pregunto como fue que se entero de su viaje. Estaba segura que su madre seria incapaz de habérselo contado.

--como es que tenia rumbo a otro sitio y termine aquí?
--Digamos que...un par de amigas me ayudaron.
--Un par de amigas? Quie...—de pronto lo entendió todo—Chantal y Angie no?
--Si, y claro, tu madre nos dio una ayudadita
--Mi madre
--Así es
Lucero camino hasta la ventana y corrió la cortina para ver al exterior
--Ellas te contaron todo?
--Si
--Y?
Fernando se paro detrás de ella y le puso las manos en los hombros
--Es lo que quiero que me digas tú
Ella se giró y lo miró a los ojos. Ella le acarició la cara con sus dedos y a el le pareció que el tiempo se detuvo.

--Mi Fer...
El le besó los dedos y la palma de la mano.
--Dilo de nuevo
--Que cosa?
--Que soy tu Fer
Ella le sonrío.
--Mi Fer

El bajó la cabeza.
Ella esperó.
Esperó hasta que su aliento fresco le golpeó el rostro.
Entonces sintió eso que le recorría la espalda cada vez que el la besaba. Y su pulso se aceleró.
Fer tomo sus labios entre los suyos y los succionó dulcemente. La boca de Lucero sabía tan bien que Fer perdió el control por completo. Entonces, los días de pasión contenida se desataron.
La apretó contra su cuerpo en un abrazo firme y lleno de promesas y ella le respondió con la misma pasión...

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora