Fernando estaba agotado tras 16 horas de grabación. Su organismo había protestado y se había rendido. Boca arriba en el diván de su camerino repasó los acontecimientos de los últimos meses y la situación de su vida actual.
Acababa de grabar el capítulo final de una nueva telenovela de época junto a una bella actriz que, a todas luces, se notaba interesada en el. A veces se sentía tentado a salir con ella pero se lo pensaba mejor y desistía de la idea.
Otras veces compartía su cama con alguna mujer fugaz solo para desahogar sus instintos de hombre.Pero, nada lo llenaba en realidad.
Nadie podía reemplazar lo que verdaderamente quería.
Nadie era suficiente....
Nadie era como ella....Tomó su celular y poniéndose los mini auriculares, abrió el archivo musical.
Cerro los ojos y dejo que su voz melodiosa acariciase sus oídos...♫♪♫♪oye, que te pasa amor?
te pido perdon, si en algo he fallado
oye, no sera verdad?
que quieres volar dejandome a un lado...♫♪La música se filtró en su cerebro como un balsamo...
♫♪Soy la unica que te entiende
soy la unica que te escucha
la misma a quien llamas siempre
cuando te hace falta ayuda...♫♪Había oído esa misma canción un millón de veces y estaba seguro que lo haría un millón de veces más, a ver si eso lograba aminorar su angustia. No podía seguir así! No era sano y la echaba tanto de menos...
* * * * *
Lucero se miro al espejo de su camerino, su imagen le devolvía a una extraña, algo había cambiado drásticamente en su vida. Era la misma y no lo era en realidad, se sentía distinta y se veía distinta. Adoptó la costumbre de hacer ejercicio a diario y había cambiado sus hábitos alimenticios, no pasaba hambre pero comía lo más saludable que podía. Hacía yoga y jugaba al tenis frecuentemente. Su cuerpo ahora era más esbelto y sus piernas, que siempre fueron hermosas, ahora lucían sencillamente espectaculares.
Claro eso se lo debía a alguien en particular, alguien a quien no quería nombrar pero que su mente tenia la mala costumbre de recordárselo en el peor momento.--Lo extrañas?—Le preguntó a su reflejo—claro que si, pero eso no se lo podemos decir a nadie.
Era raro que amando a su marido, pensara en otro hombre con tanta frecuencia, tanto que se empezaba a preguntar si algún día lo olvidaría por completo. Y por su bien mejor que así fuera.
--Estas sensible, eso es todo—Recordó la discusión que había tenido con su maridoEra algo que la entristecía, últimamente pasaba con mucha frecuencia. Su esposo era distinto del hombre con el que se casó. Ya no era dulce y hasta le había criticado el cambio de imagen.
Pero esa noche se prometió que dejaría lo malo de lado y se divertiría, cantar era lo que mas amaba en la vida y eso era exactamente lo que haría.Iba a presentar su nueva producción en el auditorio nacional. Era algo que había hecho miles de veces pero nunca se sabía la reacción del público y se sentía algo nerviosa.
Salio a escena y gracias a Dios todo marcho muy bien.
Ella ignoraba que, frente al televisor y mirándola concentrado, estaba su mas grande admirador... el mismísimo Sr. Fernando Colunga.
El la miraba mientras se movía por el escenario, estaba preciosa esa noche. Llevaba el pelo oscuro, así lo tenia desde hacia mas de un año. Un vestido blanco, con detalles de pedrería nacaradas escotado en la espalda y abierto al frente con zapatillas a juego.No era la primera vez que veía a un concierto suyo. Cien veces el busco en el televisor y cien veces pensó ir verla en vivo y saludarla, pero no lo hizo. No estaba preparado. Eso supondría que debía sonreírle amablemente, pedirle talvez un autógrafo y salir como si nada. Algo que, sin duda, sobrepasaría el límite de su resistencia. Y luego los chismes...
Ya habría tiempo para estar con ella. Lo hallaría y si no...lo fabricaría.
El timbre del celular despertó a Fernando, miro el reloj y eran las 6:00 a.m. quien rayos lo llamaría a esas horas. Miró la pantalla y vio el nombre de su amigo Nick. Hacia meses que nadie del trabajo le hablaba y el estaba descansando en México en casa de sus padres
--Diga?
--Fer? Como estas?--Bien y tu? Que se te ofrece?
--Puedes venir a mi oficina mas tarde? Tengo algo que proponerte.
--OK ahí estaré.
Seguro era alguna telenovela, Nick era un gran productor y ya le había manifestado su interés de trabajar con el. Salio de un salto de la cama y después de bañarse y vestirse se fue a ver a su amigo.La oficina de Nick estaba en el 3er piso de la televisora. Fer estaba demasiado ansioso para esperar el ascensor así que subió corriendo por la escalera.
El productor le ofreció una silla frente a el y Fer se sentó cómodamente
--Tú dirás
--Al grano, te quiero para galán de mi próxima telenovela
--De que se trata?
Nick le entrego un borrón del libreto, explico todo en detalle y le dijo a quien tenia en mente para protagonista femenina. Fernando asentía a lo que escuchaba y la historia le pareció bien interesante.
--Tengo un solo problema en todo esto
--Cual?
--La mala de la historia
--Explícate
-- Como pudiste leer ha de ser una mujer hermosa, sensual y lucir lo suficientemente joven para ser atractiva, pero también es un personaje fuerte, con carácter.Mientras Nick hablaba una idea daba vueltas en la cabeza de Fernando y de cuando en cuando le hacia sonreír.
--Debe tener el encanto de un ángel y la astucia de una serpiente.
--Donde esta el problema?
--De todas las actrices que conozco, ninguna me da el papel y mira que he pensado en muchas.
Fernando se enderezó en la silla y miro de frente a Nick
--Me dejarías hacerte una sugerencia
--Habla
--Claro faltaría ver si ella acepta pero...
--Pero...no me gusta ese pero
--Digo, que a lo mejor no quiere
--Quien es?
Fernando hizo una pausa demasiado larga, lo que exasperó los nervios del productor
--Habla ya, hombre!
--Lucero
--Quien?—Nick tenia la boca abierta--Lucerito Dijiste?
Fernando asintió
—Es un broma cierto?
--En lo absoluto
--Crees que tenga la madera para eso? Perdóname pero tengo mis dudas
--Por?
--Es demasiado dulce, demasiado angelical, quien le creería un papel de villana?
--Olvidaste decir, talentosa y excelente actriz también.
--Cierto...en realidad en muy buena en eso—Nick lo pensó un momento y al final se rindió— Esta bien, si acepta el papel es suyo.
--Te aseguro que tomaste una buena decisión.
Se dieron la mano y Fer se encamino a la puerta, pero su amigo lo detuvo.
--Un último favor
--Tú dirás
--Llámala tú y pregúntale.Llamarla? El?
Fer sintió pánico de pronto.
Que el cielo lo ayudara.