Capitulo 17

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Lucero se despertó en los brazos de Fer. No estaba tan oscuro, lo que le indicó que había empezado a amanecer. Se volteó y se apoyó en un codo para poder contemplar su rostro. Estaba sereno y perecía un niño dormido.
Con un dedo dibujo el contorno de su cara y descendió despacio por su cuello. Abrió la mano y acaricio los músculos de su pecho. Era hermoso y lleno de vitalidad.

Un estremecimiento la recorrió al recordar lo que habían compartido. Pensó en lo que sentía por el. Pensó en como el había ido calando en su mente y en su corazón, en como se complementaban y en todas las cosas que tenían en común.
Su corazón se lleno de hermosas imágenes de cosas que no podían ser.

Ella se acurruco nuevamente entre sus brazos y el, aun dormido, volvió a abrazarla. Ella suspiro y sintió que nada era más perfecto, que estaban conectados por algo irrompible, algo que estaba escrito desde el inicio del tiempo. Pero. Sobre todo sintió que ahí, nadie podía dañarla. Sin querer, sus ojos se humedecieron y una solitaria lágrima rodó hasta caer en su pecho.
--Te amo—le dijo en voz baja—te amo y siempre te amare.

Rato después se levanto y vio su vestido en el suelo. Sonrío al pensar en lo que diría el diseñador si viera donde fue a parar. Se metió a la ducha y dejo que el agua caliente rodara por su cuerpo.

De pronto un par de manos la agarraron por los hombros y ella pudo sentir el pecho de Fer contra su espalda. Lentamente el bajo las manos y acaricio su vientre. Ella iba a voltearse pero el no la dejo.
--Espera—Le susurró al oído—Espera

El levanto la mano y tomo un frasco de shampoo. Vertió un poco en su mano y lo pasó por sus cabellos húmedos. Con los dedos le masajeo el cráneo y ella sonrío al sentir como el aroma a manzana se filtraba por su nariz. La espuma le rodó por los hombros y entonces, Fer bajó las manos para acariciarle la piel.
--Ahora mi pelo olerá a ti—dijo ella rodeando sus enormes manos con las suyas
--Tu me dejaste tu aroma en la almohada—Fer le beso los hombros—estamos a mano
Lentamente la volteo y le acaricio la cara.
Ella se lamió una gota de agua de los labios y el sintió que el deseo lo consumía.
La beso con fuerza, la estrecho hasta dejarla sin aliento y ella aparto un poco su pecho con las manos
--Tranquilo tigre—el la miró con pasión—que me dejas sin aire
La beso nuevamente y enlazo sus piernas en su cintura.
Hicieron el amor como locos y se perdieron en la dulzura de sentirse así.
Fer la tomó en brazos y la sacó de la ducha.

Tomo una toalla y la secó tiernamente. Ella estaba maravillada por el cambio de temperamento de el. Pasaba de salvaje a dulce en un segundo.
--Vístete bonita—Le pellizcó la nariz—vístete antes de que me arrepienta de dejarte ir
Ella sonrió y se puso su ropa.
El también se secó y se vistió. Caminó hacia la puerta
--Déjame comprobar que no hay nadie en las pasillo—Abrió—luego sales
Ella asintió y el saco la cabeza. Miro en ambas direcciones y le hizo señas de que no había peligro. Ella pasó a su lado y el la detuvo para darle un ultimo beso. Ella salio y camino en dirección a su habitación sin voltearse a mirarlo.
El se quedó parado allí, contemplado el contoneo de sus caderas al alejarse y sonrió.

Los días fueron pasando y las cosas entre ellos estaban muy bien, volvieron a ser los de antes y todo el elenco estuvo feliz con eso. Si alguno noto la ausencia de los dos de la fiesta nadie les dijo nada. Ellos sabían que tuvieron que darse cuenta pero el equipo fue discreto y no mencionaron el asunto.
Solo una de las actrices, la que hacia el papel de mama de Fernando se le acerco Lucero para hablarle.
--Veo que solucionaron sus diferencias—la señora sonrío picadamente y ella levanto una ceja intrigada. Esa señora era muy buena amiga de Lucero y conocía a su esposo también y la cantante sabia que no tenia muy buena opinión de el.
--Si gracias a Dios—le sonrío—Fernando es una excelente persona
--Es buen chico si, como no hay muchos por aquí
--Estoy de acuerdo adorada, el es muy especial.
la señora le sonrío y ella se quedo pensando en lo que acababa de decir.
Fer era especial, en realidad era único y ella estaba colada hasta los huesos por el.
Todos los días esperaban la noche y el se colaba a hurtadillas hasta su habitación y le hacia el amor intensamente. Ella sentía algo de culpa pero pensaba que pronto se dejarían de ver pues las grabaciones de la telenovela ya casi finalizaban.
Además una idea le andaba rondando por la cabeza, algo en lo que jamás se hubiera atrevido a pensar pero que le hacia soñar que lo imposible era posible

Un día su madre le trajo a los niños y ella lloro cuando los vio venir corriendo hacia ella.
--Mami!—Grito la nenita saltándole encima y casi la hizo caer
--Nena—Miro a Manuelito que también venia corriendo y los tres se abrazaron con emoción.

Fer los miraba de lejos y sintió un nudo en la garganta por lo que podía haber sido y no fue. Despacio se acerco y los niños se voltearon a verlo.
--Mira beba—Dijo José Manuel—Es el amigo de mi mami
Fer se agacho y le toco la mejilla a la nenita haciéndola sonreír
--Porque le das besos a mi mami?—le pregunto ella de repente
Fernando sintió que el pánico lo invadía y miro a Lucero buscando ayuda. Ella ya sabia lo que contestar ante esa situación.

--Nena—le dijo poniéndose a su altura. La tomó por los hombros y le habló bajito—el es un príncipe y yo soy una princesa entiendes?
La niña asintió
--entonces—prosiguió Lucero—solo estamos haciendo un cuento de hadas
La niña pareció aceptar lo que le dijo la madre y volvió a sonreír
Ella se levanto y el guiñó un ojo a Fer. Este sonrío aliviado. Era increíble como había manejado la situación.
La nenita tomó a Fer por una mano.
--Me enseñas a cocuyo?
--Si claro—le dijo Fer—también quieres venir?—le pregunto a José Manuel?
El niño sonrió por primera vez
--Podemos mami?—miró a Lucero con ojos suplicantes
--Vamos todos—dijo Lucero agarrando su mano.
La nenita tomo a José Manuel con la mano que tenia suelta y así todos juntos empezaron a caminar hacia donde estaban los caballos.

A Fernando se le daban bien los niños y pronto estaban correteando los tres por las locaciones. El alzaba a la nenita para que su hermano no pudiera alcanzarla y esta chillaba de alegría.

Al atardecer la madrede Lucero y los niños se marcharon entre lágrimas. Ella se fue a su camerino visiblemente afectada.
Fer la siguió y la encontró desparramada en el diván. El llanto la ahogaba.
--pollo?
Ella se sorbió la nariz y lo miro. El se acercó y se arrodillo frente a ella
--Mis niños Fer!
--Yo se, ya lo se
La abrazó y ella hundió la cara en su hombro
Así se quedaron un rato hasta que ella se tranquilizó
La beso tiernamente y ella le devolvió el beso.
Pero algo en la mente de Lucero se encendió. Que estaba haciendo? El no era su marido y ella podía perder a sus niños si continuaba con esto.
--Fer debemos parar esto ya
--De que hablas?
--No te das cuenta que puedo perder a mis hijos por estar contigo?
Fernando se paró bruscamente como si lo hubiera golpeado.
--Acepto lo que dices, pero no lo entiendo
--Es simple Fer, todo esto es un error
--Claro un error—el se puso de pie—y mis sentimiento que?
--Yo te quiero Fer pero...
--pero no puedes arruinar tu mundo perfecto por mi verdad?—El la tomó del brazo obligándola a ponerse de pie y a darle el frente—Yo solo soy tu diversión cierto?
--No me digas eso
--Es así, siempre es así. Estas aquí y dejas que te bese. Te entregas a mi y me muestras el cielo y luego que? Nada, el vacío y la soledad de siempre.
--No es cierto, los momentos que pasamos juntos son muy especiales para mí
--Perdóname pero me cuesta creerte. Si, talvez los recuerdes. Son lindos. Y talvez cuando estás sola piensas en lo placentero que fue. Pero después, lo olvidas así de fácil.
--Estas siendo muy cruel conmigo sabes
--Cruel? –Fernando soltó una carcajada—No tienes idea de lo que es eso.

Lucero se sorprendió por la rudeza de sus palabras.
--No me hables así!
--No la tienes! pero yo te lo diré: Encender el televisor y ver una boda espectacular, ver a la novia sonriente y notar que mira a su marido con ojos de enamorada o verla con sus hijos y pensar que pudieron haber sido tuyos. Hacerle el amor y darte cuenta que a ella no le importó en lo mas mínimo y luego despertarte en medio de la noche sabiendo que está con otro hombre!
--Ya basta Fernando!
--No tienes idea, ni una sola idea de lo que es cruel.
Ella camino hacia la puerta. Se detuvo y le dijo sin voltearse
--Si eso es lo que piensas de mi es porque en realidad no me conoces.
Salio dejándolo solo.

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora