Capitulo 8

816 60 1
                                    


La vida de una artista es difícil, eran demasiadas responsabilidades juntas y eso Lucero lo sabía muy bien. Después de concluida la telenovela de Carla, ella había tenido que ir a miles de entrevistas de radio y televisión. Asistió a numerosas presentaciones musicales y participó como conductora en el "Teletón".
Pero, de todas esas cosas, lo que mas la preocupó fue la nominación como mejor actriz protagónica de los premios dedicados a las telenovelas. Eso en si no era tan grave, lo que realmente la inquietaba es que necesariamente tendría que ver a Fer, pues el, también estaba nominado como mejor actor.
Llego el día y ella se presento al lugar del evento ataviada con un hermoso traje negro. Su madre la acompañó en esa ocasión y se sentaron juntas. A su izquierda había un asiento reservado cuyo ocupante aun no hacia acto de presencia, pero ella sabia muy bien a quien pertenecía.

El llegó, vestido de blanco y con el pelo peinado hacia atrás, se paro un instante a conversar con Daniela, una de las primeras actrices de la telenovela. Ella lo observo atentamente y sin querer se llevo una mano al cuello. Era raro, ese era un gesto que hacia involuntariamente cada vez que lo veía en televisión o con simplemente oírlo nombrar. Ella se volteo al oír hablar a su madre.

No lo vio acercarse y solo pudo ver sus zapatos cuando se paro frente a ella. Lucero
alzo la cabeza y sus miradas se encontraron, pasaron solo cinco segundos pero a ella le parecieron horas, y de repente el... sonrió. Ella le devolvió la sonrisa y el se inclino a besar a su madre en la mejilla, luego se sentó a su lado como si nada.

El evento comenzó y se repartieron los premios. Cuando llego la terna de mejor actriz protagónica, el nombre de Lucero fue aplaudido por todos. Fer la felicito sinceramente y ella subió a recibir el premio. Dio gracias a todos incluyendo a Fer por ser un excelente compañero. Y luego el también resultó ganador como mejor actor.
Se presentaron los artistas y entonces fue el turno de Lucero para cantar.

Fernando la miraba atentamente, no perdió detalle alguno de su presentación. Ella sonreía y a el se le formó un nudo en el estomago. Era tan hermosa que le dolía, y había sido suya, detrás de esa cara de ángel se hallaba una mujer apasionada y sensual que lo había hecho perder la compostura. Pero no le importaba, esa noche la guardaría como un tesoro por el resto de su vida.

Al final, todos pasaron al set donde se tomarían las fotografías con los premios, el elenco completo de la telenovela se reunió para tomarse la foto y luego les tocó a ellos dos como pareja ganadora.
Se pararon uno al lado del otro, dudaron un instante y al final Fer le pasó el brazo por la cintura y la acercó a su cuerpo. Ella sonrío para la cámara pero su interior era un torbellino de emociones.

Luego un brindis y así se pasó el tiempo hasta que por un instante quedaron a solas.
--Gran noche—dijo Fernando pasándose una mano por el pelo.
--Es cierto.
--Lindas canciones.
--Si verdad
--Y tus hijos?
--Están bien, gracias por preguntar.
--Estas incómoda?
--A que te refieres?
--No quieres hablar conmigo?
--Porque no iba yo a querer?
--Estas hablándome golpeado
--No es cierto!
--Ya ves?

Ese hombre era imposible, como podía estar tan tranquilo cuando ella estaba al borde de la histeria. Era un cínico.
--Fernando, esto no es lo mas cómodo que me pudo pasar en la vida sabes
--Por?
--Ya se te olvidaron las circunstancias de nuestro último encuentro?
El paseó la mirada por su cuerpo y luego la fijó en sus ojos.
--Como podría?
--Exacto, y estas actuando como si nada en el mundo te afectara.
--Créeme que si me afecta pero que puedo hacer?
--Podrías fingir que estas un poco arrepentido al menos.
--No lo estoy—frunció el ceño—tu si?
Ella fue a decir algo pero el la detuvo
--No—Puso un dedo en sus labios—por el amor de Dios no lo digas, no podría vivir con eso.

Entonces la abrazó por un momento hasta que ella se movió inquieta en sus brazos.
--No debemos Fer—Una lágrima amenazaba con salir—Esto no esta bien
--Lo sé bonita, créeme que lo sé.
Entonces la soltó

La miró por última vez y luego se marchó a grandes pasos.
Ella se quedo ahí viéndolo alejarse y las lágrimas rodaron por sus mejillas, rápidamente se las enjugó, no quería que su madre se diera cuenta.
Lo que ella ignoraba es que las mejillas de Fer también estaban húmedas...

"Almas Gemelas" Lucero y FernandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora