El resto la mañana la pasó encerrado entre juntas, Isabella estaba presente en cada una tomando notas y señalando el resto de las indicaciones que Iván no recordaba.
Prepararon documentos de traslados para cada uno de los empleados, tal como prometió Iván se los reubicaría en el lugar dónde más a gusto estuviesen. Se notificó a todos y cada uno de los socios y accionistas, así como a clientes que la empresa se radicaria un tiempo en Inglaterra.
No hubo más contratiempos ya que todo lo que dijera Iván se tenía que hacer sin objetar.
Isabella iba y venía entre juntas, trayendo documentos o información que era preciso Iván revisará y lo mandaba todo en cajas selladas y firmadas a un contenedor que viajaría a Londres en dos días para poder instalar la empresa de lleno en donde estarían los próximos seis meses, eso si no surgía ningún contratiempo.
Cerca de las tres de la tarde estaban los dos solos en la salga de juntas revisando más documentos. Iván se sentía exhausto y ya deseoso de un poco de alimento.
Soltó una carpeta una vez leída y firmada y se recargo en el espaldar de su silla, frotando su rostro cansado.
Miro a Isabella que acomodaba más y más documentos. Traía un par de anteojos que usaba para leer y el pelo ahora recogido de manera un tanto descuidada. Con la vista fija en la montaña de papeles que no había dejado de leer y señalar con marcador flúor algunas cosas importantes. Iván no comprendía como esa mujer no se detenía y tomaba una carpeta quince minutos para leerla completa señalar lo que llamará su atención y dejarla a un costado ya lista para que el solo lea lo que ella marcaba y firmar.- Como lo haces?
Soltó intrigado al ver que no se había detenido en horas.
Isabella apenas si volteó el rostro para verle por ensima de los anteojos con el ceño fruncido y sin comprender lo que preguntaba.- Disculpe?
Pregunto al ver que de verdad el tenía una expresión de entera intriga.
- Como lo haces Isabella?
Repitió... Y más confusión encontró en la mirada de la chica.
- Hacer que señor?
- Pasar horas sumergida en infinidad de papeles sin detenerte.Se quito las gafas recargándose en la silla que ocupaba y miro un segundo a su al rededor.
- Es costumbre supongo...
Dijo simple levantándose y rodeando la mesa para tomar una caja con más documentos que revisar.
- Sabes algo?
Pregunto ya levantándose y tomando su saco.
La chica le miro ya desde su silla a la espera de que siguiera la oración.- Esto no es sano... Vamos.
Culmino diciendo ya camino a la puerta.
Pero se detuvo al ver que ella no se movía.
Por el contrario lo miraba desde el lugar que ocupaba un poco confundida.- Vamos a almorzar Isabella.
- O disculpe, yo estoy bien. Valla tranquilo, yo prefiero continuar con esto.La observo de arriba a bajo mientras ella volvía la vista a los papeles y continuaba como si el no hubiera hablado. Se acercó serio, aparto de sus ojos la carpeta que leía y la tomo con gentileza pero firme a la vez del codo haciendo que se pusiera de pie.
- Dije que vamos a almorzar.
Sango tomando la chaqueta de ella y hacer que se la pusiera.
Isabella comprendió que mejor y no discutía. Suspirando se colocó el abrigo y tomo su cartera para seguir los pasos de aquel hombre.
Pasaron por el escritorio de Carol que los vio salir...- Carol, llame a el director de relaciones, reunión en tres horas. Que este preparado.
Dijo Ivan a su secretaria.
- Si señor...
Respondió la aludida apenas en un susurro viendo como aquel imponente hombre marchaba a paso tranquilo y abría la puerta para que pasara Isabella.
Carol sentía una profunda envidia por la mano derecha de Iván, pues en solo dos semanas esa joven audaz y decidida logró lo que ella en seis años no había conseguido. La entera confianza de su jefe...
Y ahora por si eso fuera poco de la noche a la mañana y en menos de 24 horas iba y venía con el como si fuera su esposa.- Maldita!
Dijo en voz baja recordando que la noche anterior los vio irse de la empresa juntos en el gran coche que el jefe conduce.
Ivan ni había notado que Carol seguía en la empresa cuando se fue junto con Isabella y eso la llenó de coraje. Por eso llamó a su cuñado que siempre se estaba metiendo en problemas y le dio la dirección de Isabella para que le visitara en la madrugada. Lo que nunca imaginaria Carol es que gracias a ese susto que le mandó a dar, Isabella terminaría más cerca de Iván... Y menos aún lo que todo eso provocaría.
Carol estaba atraída por su jefe y cuando supo esta mañana que se instalaría en Inglaterra por seis meses o más y que ella sería derivada a el área de mercadeo aquí en New York, intento por todos los medios convencerle de que ella sería de ayuda en el extranjero a su lado. Iván declinó por completo su idea y le informó que la única que se radicaría en Londres con el para trabajar sería Isabella.- No has dormido nada verdad?
Preguntó Iván observando fijamente a Isabella que ordenaba una taza de café bien cargado y con nada de azúcar luego del silencioso almuerzo que compartían.
La chica frente a el simplemente negó con la mirada hacia el exterior donde comenzaba a llover.- Deberías de hacerlo Isabella.
Continúo diciendo con voz calma. Ella se encogió de hombros al responder.
- Aunque quiera no lo logro...
- No viste ningún especialista por eso?Quiso saber, se daba cuenta de que era recurrente de un tiempo a esta parte y suponía el motivo.
- No creo que se logre mucho hablándolo. Podemos cambiar el tema?
Pidió la joven en un intento de no continuar recordando lo que le hizo aquel desgraciado y que era el directo responsable de sus insomnios...
Iván asintió tranquilo y rápidamente se enfrascaron en pendientes de el trabajo antes de volver a la empresa dos horas después para la junta que quedaba por hacer ese día.
Para las siete de la tarde la junta se había culminado y todo estaba casi resuelto antes del viaje, Iván tenia una cena con amigos la cual no podía postergar, se fue directo del trabajo a la cena no sin antes dejarle las indicaciones a su guarda espaldas referente a Isabella.
ESTÁS LEYENDO
Tus ojos Mis Grilletes...
RomanceEn medio del dolor Isabella Diaz encontrará ese pilar que le hace falta cuando de forma atroz su mundo entero se vio derrumbado... Un daño irreparable que solo el verdadero amor será capaz de liberar su alma del purgatorio en el que se vio arrastr...