capitulo 54

72 6 0
                                    

                    CRISTHIAN

Una vez leído el mensaje de Samuel bastó con que mirará a Iván para que este comprendiera que Samanta se encargaría de encontrar a tiempo al hermano de Isabella. 
Note a mi mujer algo inquieta mirando fijamente el yeso en la muñeca de Iván y adivine sus pensamientos.

- Como te lastimaste la mano?

Pregunte y enseguida noté como Isabella se tenso de inmediato y apreto la mandíbula ante mi pregunta.
Iván por el contrario rió sereno antes de responder...

- Digamos que le di a alguien una lección sobre respetar a las mujeres, especialmente a la mía.
- Y  Cuándo diste esa... " lección"?
- Esta mañana. En fín, no es nada del otro mundo. Solo un par de nudillos rotos.

Explicó tranquilo antes de besar a Isabella y provocando que se sonrojarse.

- Bueno... Mejor nosotros nos vamos a descansar también, mañana hay mucho por hacer.
- Como siempre tienes toda la razón mi ángel...

Digo sonriendole y poniéndome de pie junto a ella, rodeo su cintura pegando un poco su cuerpo al mío mientras beso su hermoso cuello.
Iván rió levantándose también junto a Isabella y nos despedimos antes de encaminarnos a las alcobas. Una vez dentro de la nuestra me recuesto tranquilo en la cama observando a mi preciosa esposa mientras realiza su rutina de todas las noches, esa que me encanta ver y que pese a los años que llevamos juntos no me canso de disfrutar.

- Cristhian, que se traen Iván Samuel y tu, ha?

Pregunta viéndome a través del espejo.
Aunque odié no contarle todo no puedo arriesgarme a que Isabella lo sepa. Por lo que me veo forzado a despistarla... Una pequeña mentirita blanca por una buena causa seguro mi diosa entre mortales me la disculpara...

- A Sam y a mi nos pareció bien organizarle una pequeña despedida de soltero.

Me mira enarcando una ceja mientras camina despacio rodeando la cama y buscando en su equipaje uno de sus sensuales camisones de seda, ya me está enloqueciendo...

- Con que... una despedida de soltero?

Pregunta encaminandose al baño para cambiar su ropa por el pijama, al regresar se recuesta en el marco de la puerta del mismo y me observa cruzando sus brazos y lanzandome esa mirada de :
" A mi no me engañas Cristhian"
Paso saliva, no porque de seguro baste muy poco para que me haga decirle la verdad, sino por el echo de lo que mis ojos ven...
Ese camisón sin dudas es nuevo, no podría olvidar una prenda así si la hubiera visto usarlo antes.
La prenda no es de seda por completo, es en su mayoría de gasa casi transparente, en un tono vino tinto y la única parte de seda es negra a la altura de sus senos, el largo apenas pasa sus muslos y a través de la delicada tela se puede ver una muy pequeña braga en color negro.
" O por DIOS..."  pienso volviendo a verla de pies a cabeza.  Su hermoso pelo cae suelto sobre uno de sus hombros de forma muy sensual...
Por su expresión divertida y seductora puedo asegurar que mis ojos han de estar desorbitados y he de tener la mandíbula por el suelo.
Debo de seguro parecer un completo idiota por la expresión que tengo, pero es que solo con verla mi corazón se detiene y no puedo más que reafirmarme a mi mismo que esta mujer que es mi hermosa esposa, no puede ser menos que una diosa entre mortales... 

- Parece que te comió la lengua el gato, cariño...

Dice caminando muy lento hasta la cómoda y tomando un pequeño frasco de perfume. Se coloca a penas un poco en el cuello desnudo y me sonríe mirándome por el reflejo del espejo.
No puedo con esto. Me levanto como un león en busca de su presa y me dirijo directo a ella...
La sujeto rápido de la muñeca haciendo que gire sobre sus pies para mirar directo a sus ojos antes de volver a verla de pies a cabeza.
Sonríe y eso es todo... pego su cuerpo al mío y la beso con desquiciante lujuria rodeando su cintura y sintiendo que si no pruebo cada milimetro de ella voy a enloquecer.
El beso es puramente carnal... 
Sus manos se posan lentamente en mi pecho y roza despacio mi piel, cada caricia que deja en mi  me da vuelta la cabeza y me enciende de manera desquiciante.
Su lengua y la mía se mezclan haciendo que todo se torne muy carnal...
Mis manos pasean por su cuerpo y la acarició sobre la tela, libera un dulce suspiro que termina de aniquilar mi voluntad. Rápido la elevo del suelo y enreda sus piernas en mis caderas, doy unos pasos hacía atrás y la recargo sobre una comoda  sin dejar de besar su boca, desciendo por su cuello deslizando con mis dientes los finos tirantes del camisón, mordisqueo la piel expuesta bajando lentamente hasta llegar a sus senos, lamo sus pezones, mientras siento sus manos enredandose en mi pelo. Eso me enloquece mucho más y bajo rápido a su intimidad lamiendola de forma frenética hasta lograr que grite mi nombre al llegar al orgasmo...

- CRISTHIAN!!

Y enterró las uñas en mi cuello lo que fue suficiente para mi, voy rápido a sus labios y la beso de forma arrebatadora, bajo mis pantalones junto con el boxer y me entierro en su ser de forma rápida, su expresión de plaser en  cuánto me siente embestirla casi de forma animal una y otra vez, sin dejar de acariciar todo su hermoso cuerpo hirviendo a mi tacto me vuelve un completo loco de deseo...
La sujeto mientras sigo enterrandome en ella una y otra vez mientras la llevo a la cama y me dejo caer con ella bajo mi cuerpo sin dejar de movernos frenéticos , me vuelve loco escucharla gemir mi nombre de forma sensual en mi oído...
Los movimientos incrementan de forma descontrolada hasta que no damos más...

- Ángel me encantas...

Gruño sobre sus labios y me muevo más de prisa aún, logrando que grite perdiendo el control mientras nos dejamos arrastrar por el orgasmo...
La respiración entre cortada, el dulce sudor de nuestros cuerpos, el calor infernal que emanaba de nuestra piel, la bruma de placer liberado que nos envolvía lograba que lo único que habitara mi mente en este preciso momento fuera la dulce fragancia de mi hermosa mujer impregnandose en todos mis sentidos...
Así... Con ella dormida entre mis brazos, con su cuerpo desnudo pegado al mío y su cabeza recostada en mi pecho la madrugada nos fue envolviendo...
                     *****

                  SAMUEL

Son cerca de las cuatro de la madrugada y aquí estoy, sentado sobre la cama mirando fijamente la pantalla de mi celular.
Porque estoy a estas horas mirando mi teléfono?
Bueno, es simple hace solo tres segundos corté con Samanta. Y ahora intento decidir si avisarle a Iván que lo encontramos...
No quiero arruinar la sorpresa y que Isabella descubra los planes de Iván antes de tiempo, pero si Iván no viaja a España hoy, de seguro ya no tendremos oportunidad de volver a contactarlo.
No podemos perder la oportunidad, por lo que decidido salgo de la cama y me pongo la bata antes de salir directo a la alcoba de Iván e Isabella.
Golpeo suave, rezando que sea Iván quien habrá la puerta...

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora