capitulo 21

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Regreso a la sala dónde Cristhian y su mujer hablan ahora más tranquilos...
Están sorprendidos con todo esto pero sin dudar más que yo seguro que no. 
De todas las personas en el mundo que sería abogada la que menos podía imaginar resulta ser la chica de la que estoy enamorado...

- Más tranquila muñeca? 

Pregunto recargando la espalda en el marco de una biblioteca y con las manos en los bolsillos del pantalón. 

- Honestamente si Iván...  Aunque no esperaba que Isabella fuera la que me ayudaría a salir de este lío. 
- Ningún lío mi ángel... Es una treta de Ignacio solo para seguir atormentandote. 

Menciona Cristhian algo molesto aún por la situación. 

- Aunque yo tampoco esperaba que tu mujer fuera la que nos ayudaría.
- Yo menos que nadie Cristhian.  Ni sabía que era abogada,  imagínate.
- Crees que sea buena Iván?  Tu la conoces, de verdad crees que sea buena?
- No la conozco en esa área Cristhian...  Nunca supe que era abogada.  Pero si sé que es muy inteligente. En la empresa solo en un par de horas demostró que me robaban,  y la he visto cerrar negocios y conseguir proyectos de millones en minutos. Es audaz decidida, la mejor que ha trabajado a mi lado.  Si ella dice que puede hacerlo, yo le creo.
- No se diga más.  Isabella se encargará, estoy segura que puede hacerlo. 

Dice Verónica ahora de pie y sonriendo notoriamente más tranquila. 

- Creo que dijiste que tu cocinarías para nosotros Iván... 
- Claro que si muñeca! 
- Bien, entonces chicos a la cocina los hombres... Yo por mi parte me voy a dar una ducha.

Cristhian y yo reímos con las órdenes de Verónica que sale de la sala no sin antes darme un beso en la mejilla y besar tierna a su marido abrazándolo con dulzura.
Cristhian y yo vamos a la cocina y mientras yo preparo lo prometido charlamos un poco disfrutando una copa de brandy.

- Y como te trata la paternidad? 

Pregunto viendo algunas fotos que Cristhian me muestra de los pequeños en su teléfono...

- Genial... Es lo mejor del mundo Iván,  disfruto mucho de mis hijos.  Y mi ángel es fantástica con la maternidad...  Pasa todo el día atenta a ellos, no se cansa jamás.
- Se nota que estas feliz con tu vida aquí. No pensaron   volver a Uruguay?
- No creo que lo hagamos...  Vero no quiere regresar y ahora que mis padres se radicaron en Francia para estar cerca de los nietos dudo que volvamos.
- Y tu Cristhian?  No extrañas tu vida ahí?
- Para nada,  todo lo que amo lo tengo aquí en Londres. No te olvides que aquí están mis raíces y mi mujer vive tranquila y feliz, formamos una familia. No tengo nada ahí que pueda extrañar. 

Continuamos charlando un rato más mientras la cena está encaminada.  Pero mi mente se ve invadida de la imagen de Isabella...
Esa mujer tan peculiar.
Una vez lista la cena Cristhian va en busca de su mujer para cenar y yo voy al estudio a buscar a Isa. 
No golpeo la puerta al entrar. La veo de inmediato sentada con las gafas puestas y el pelo ahora suelto en un sillón. Los documentos de la demanda en su falda y sacando apuntes y remarcando cosas en su agenda, completamente sumida en lo que esta haciendo. 

- Isa... 

Le llamo mientras avanzo hasta ella... Levanta la mirada un segundo a la espera... 

- La cena esta lista... 

Digo apoyando la mano en su hombro y con delicadeza mis dedos pasean a su cuello deteniéndose a masajear su nuca. 
Ojeo apenas lo que escribe...

- Solo dame un minuto si? 

Pide tranquila,  el que la toque de forma tan personal no la perturba, y eso me agrada...  Suelta la pluma sin dejar de leer uno de los papeles y lleva su mano al cuello atrapando mis dedos, mueve de regreso su mano con la mía sujeta y la lleva hasta sus labios dejando sobre mi piel un dulce y largo beso...
Eso me embriaga por completo,  su gesto tan intimo y delicado me deja extasiado.
Estoy ahí... Parado a su lado y mi mano es sujeta por la suya de forma serena...  Tan familiar que no puedo evitar esbozar una sonrisa al sentir el calor de sus labios en mi mano.
Pasan un par de minutos en el que ella ni suelta mi mano ni culmina ese gesto dulce que me tiene hipnotizado...
Se pone de pie dejando todo en su lugar y se para justo frente a mi mirándome fijo a los ojos... 
No logro controlarme al tenerla tan cerca,  su aliento me embriaga y como fiera la rodeo de la cintura apoderandome de su boca...
Ni se inmuta ante esto,  al contrario me rodea rápido el cuello y corresponde el beso de forma muy carnal... Como si se sintiera tan consumida de deseo como me siento yo.
La aferro con más fuerza de la cintura pegando su cuerpo al mío y mi lengua invade sin piedad el interior de su boca rozando frenética su lengua y saboreando cada rincón...  La mezcla de su sabor y su fragancia elevan rápido mis pulsaciones, aferrada a mi cuello como quién se aferra a un bote salvavidas, siento elevarse la temperatura de su piel.  No nos damos tregua alguna en el beso, solo dejamos que se torne más y más intenso, nuestros pulmones colapsados por la falta de oxigeno nos obligan a liberar los grilletes que de alguna forma ese beso nos ha puesto y solo nos miramos en silencio intentando normalizar la respiración...
Sus labios hinchados por la intensidad de aquel contacto carnal y salvaje y sus ojos cristalinos en el cual solo puedo ver deseo reflejándose...

- Me lo haces muy difícil Isabelita. Así no creo poder mantener la compostura y llevar las cosas con calma...

Murmuro apoyando mi frente en la suya y nuestros labios a escasos milímetros mezclando nuestros alientos...
Y es cierto,  no se si pueda contenerme mucho ante ella...  Me derriba solo con posar sus ojos en los míos. 
Sus manos aún sujetando mi cuello me empujan lentamente a sus labios otra vez...

- Tu tampoco me lo pones tan fácil Iván... 

Dice y rosa suave su boca sobre la mía, cargando sus pulmones y dejando salir un suspiro ansioso antes de soltar mi cuello y deslizarse entre mis manos.
Se acomoda el suéter un poco y pasa su dedo anular por su boca...
La miro embelesado ante su actitud... Si me quedaba alguna sola duda de lo mucho que me atrae esta mujer y de lo jodidamente enamorado que estoy de ella este es el momento en que se borraron...

Caminamos por el corredor hasta la sala dónde la mesa está servida y Cristhian y Verónica aguardan por nosotros.

- Te perdiste en el camino Iván? 

Bromea Cristhian, es obvio que nota que en el estudio de su esposa pasó algo y por eso la demora.

- Deja ya eso Cristhian,  mejor cenemos antes de que se enfríe.
- Como siempre muñeca tienes razón

Respondo riendo burlón, corro una silla hacia atrás para que Isa se siente y rodeo la mesa sentándome justo frente a ella.
No quiero dejar de verla, luce algo cansada sin embargo aún muy hermosa...

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora