Tus ojos Mis Grilletes...

CAPITULO 47

Iván se sentía por demás lleno de dicha por fin... Amaba a esa mujer como a nada en el mundo y a partir de ese día no volverán a estar separados. Eso era seguro, la burbuja de felicidad y amor envolvió por completo sus corazones, serían la familia que tenían que haber sido desde que se enamoraron cuatro años atrás.

Estaban tomando café  en la sala y jugando con el pequeño hijo de ambos cuando el timbre sonó. Eso sorprendió a Isabella un poco, pero rápido Iván explicó que había pedido a Estefano localizara a Rosalía.  Ellos aún tenían  un asunto que resolver antes de poder cerrar el circulo de dolor y el no estaba dispuesto a esperar un día, le había dicho a ese maldito que su esposa pagaría esa deuda en seis horas y faltaban dos para el plazo.   La chica claro que se tensó de inmediato al recordar esa deuda pero en cuanto Iván la beso para infundirle calma ella comprendió que lo mejor era confiar en el hombre que tanto amaba...
 Estefano entro junto con la nana del pequeño Nico algo confundida en aquella casa que había abandonado en la mañana, pero en cuanto Isabella explicó todo brevemente a la mujer, esta se alegró por su patrona. Isabella le pide que cuide de Nico algunas horas hasta su regreso y por su parte Iván había solicitado a su escolta dispusiera a diez guarda espaldas a custodiar la casa y la seguridad de su hijo.

Salieron en la limusina una hora después camino al banco central en Suiza para que luego de un par de tramites burocráticos Iván retirará una fuerte suma de dinero en efectivo. No era ningún idiota y previó el riesgo, no pensaba arriesgar a Isabella a pasar un mal momento por lo que fueron escoltados de Estefano y varios hombres más. aunque dio indicaciones de que no intervinieran si no era preciso.  Al llegar al despacho de ese tipo Isa se tensó de pronto en cuánto bajó de la limusina tomada de la mano de Iván. El claro lo notó de inmediato y acercó su mano a los labios... la beso sereno e ingresaron al lugar.

Un hombre de al menos cuarenta años estaba hablando por teléfono de espaldas a ellos, pero en cuánto sintió el carraspeo de garganta de Iván a sus espaldas volteo algo confundido. Observo con molestia a la chica junto a el tomada de la mano de aquel hombre que debía reconocer era por demás imponente.  No pasó desapercibido para Iván el rencor en la mirada de aquel hombre insignificante, bajo, algo pasado de peso y con una calva. Casi ríe al verlo de arriba a bajo y entender que no tenía nada que a su mujer pudiera atraerle... por eso seguro la presionaba con el préstamo de aquel dinero por la salud de su hijo.    Aunque eso no
apartaba de su mente que ese maldito intentó llevar a Isabella a su asquerosa cama de una forma por demás baja.

- Isabella... veo que has decidido aparecer.

Dice el tipo de forma molesta y en un tono odioso. Sin siquiera molestarse en ocultar su rencor
La chica sintió la presión de la mano de Iván en su cintura y avanzó algo perturbada a su lado.

- Supongo que la estupides esa de que traerías el dinero que me debes es falsa y vienes a por fin acceder a pasar un mes en mi cama.

Dice el tipejo este a la chica que mantiene la vista en el suelo... Iván se lleno de cólera solo con escucharle y no esperó un segundo más para poner de una vez por todas a ese patán frente a ellos en completo silencio.

- Le aconsejo que cuide como se refiere hacía mi esposa. Si no quiere salir de aquí derecho a la cárcel por lo que esconde.

- Su esposa? Y usted quién demonios es para amenazarme y en mi negocio?

Preguntó con claro desdén y creyendo que amedrentaría a un hombre como Iván... De seguro Isabella jamás explicó quién es realmente el padre de su hijo.

- Soy el arquitecto Iván Cuevas, el esposo de Isabella... padre de su hijo y si de verdad creyó que permitiré que mi mujer se meta en alguna cama que no sea la mía... usted está realmente equivocado.  En este maletín encontrará 300.000 dólares, es claro más dinero del que mi mujer le debe... Con eso su deuda queda más que saldada.