capitulo 2

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Horas  han pasado desde que la policía detuvo por corrupción espionaje y hurto a Facundo,  la empresa esta echa un completo caos y todo es un revuelo... 
La gente va y  viene trayendo documentos y mas documentos... Dejando todo sobre mi escritorio de vidrio. Yo estoy tan defraudado...  Intento encontrar el camino a seguir. Pero esto de verdad me ha dejado anonadado. 
Observo caer la tarde recargado en el gran ventanal que ocupa toda la pared. Sostengo una copa de coñac en la mano y la otra mano la tengo posada en el cristal.  "Estoy perdido" pienso al tomar otro trago. 
Decido no quedarme así.  Tengo que hablar con ella.  En este momento es la única que ha demostrado lealtad. 
Me acerco al escritorio,  tomo el teléfono y marco directo con su linea. 
Dos segundos después su  voz algo apagada se hace audible. 

- Si señor? 

Siento cierto temor en su voz. Pero lo ignoro.  Tengo que hablar con ella.

- Isabella a mi oficina por favor,  de inmediato.

Cuelgo y aguardo volviendo a mi posición frente al ventanal. 
Un par de golpes suaves sobre la puerta y el pestillo moviéndose me dicen que ella esta ingresando. 
Aguardo en silencio, sin voltear a verla.

- Señor? 

Dice con algo de temor en su voz...  Puedo adivinar los tonos de voz y lo que reflejan... 

- Tome asiento señorita.

Digo indicando un sillón individual.
Claro que lo hace sin replicar nada.  Sabe que no tengo animo para repetir nada en este momento. 
El silencio es asfixiante... 

- Gracias... 

Murmuro sin mas volteando la mirada hacia su lugar.  Sus ojos grises se abren algo atónitos. Yo dando las gracias?  Eso es nuevo hasta para mi.  Pero siento la obligación de darlas...  Si no fuera por ella...
El color grisáceo de sus ojos me envuelve como embrujado me... Quedo ahí parado, sin poder apartar la mirada de ella. 

- No tiene que dármelas señor...  Solo hice lo que debía.  Lamento mucho todo lo que esta pasando...

Se sincera...
  Suspiro increíblemente con cierto alivio

- Isabella,  como puedo pagar lo que has echo?
- Pagar?  Señor,  eso no es necesario en lo mas mínimo.
- Cena conmigo... 

Suelto sin mas.  Hasta yo me sorprendo,  pero que mas da.  Este no es buen momento para decir mucho mas y ciertamente  quiero su compañía.  Es en la única que confió en estos momentos. 

- Cenar?  Señor yo... 
- Te lo estoy pidiendo Isabella...  Creo que hay mucho que hablar y no quisiera que pasará de hoy.  Además no quiero hablar de esto mas aquí en la empresa.

Soy sincero.  De verdad no tengo cabeza para hablar aquí.  Espero en silencio que responda llevando las manos a los bolsillos una vez he soltado la copa. 
Lo medita algún par de minutos y al fin accede.

- A que hora, señor? 
- Te parece a las ocho?
- Claro.
- Bien...  Un coche pasara por ti a tu casa,  deja tu dirección antes de irte  sobre el escritorio.  Tienes el resto de la tarde libre. 
- Yo no quiero irme, con todo este revuelo...

Empieza a decir poniéndose de pie...

- Isabella, por favor...  Has lo que digo sin discusión.  Bastante has ayudado aquí por hoy. Mi chofer pasara a las 19:30 por ti a tu casa.  Te parece bien? 

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora